domingo, 21 de febrero de 2021

En la butaca clandestina del Delphi, la previa 2021

 




Abre una Berlinale virtual, señal de supervivencia del cine frente a la covid

Gemma Casadevall 


Berlín, 27 feb (EFE).- La 71 Berlinale se abre virtualmente este lunes, a modo de señal de supervivencia del cine ante la covid y con el hispano alemán Daniel Brühl, el surcoreano Hong Sand-soo y el mexicano Alonso Ruizpalacios entre los cazadores del Oso.
Cada una de las 15 películas de la sección oficial se ha visto afectada por la pandemia, sea en la fase de rodaje, montaje o postproducción, recordaba el director del festival, Carlo Chatrian, al presentar el programa.
Su mensaje fue virtual, como lo será todo en este primer segmento del festival, sin alfombra roja, conferencias de prensa ni presencias estelares, en un Berlín donde los cines -como el resto de la cultura- llevan cuatro meses cerrados a cal y canto. Chatrian y su co-directora, Mariette Rissenbeck, aspiran a poder celebrar en junio una edición abierta al público, con el total de 166 cintas de sus distintas secciones.
Cada filme culminado es un éxito o hasta un prodigio. El primer aspirante al Oso es la franco-libanesa "Memory Box", de Joana Hadjithomas y Khalid Joreige. Una historia tejida sobre tres mujeres -abuela, madre e hija- que arranca en Canadá y sigue en el Beirut en guerra, en un puzzle de recuerdos que nunca se contaron.
Le seguirá "I'm your Man", dirigida por la actriz alemana Maria Schrader, que al igual de su compatriota Brühl se ha pasado a la dirección. Son cuatro los representantes del cine anfitrión a concurso en esta Berlinale comprimida en cinco jornadas -la mitad de lo normal- y con menos concursantes de lo habitual.
Brühl compite con "Nebenan", una película que discurre en un bar berlinés que podría ser el suyo, con personajes asimismo muy familiares. La alemana Maria Speth lo hará con "Herr Bachmann", un documental de tres horas sobre un entrañable maestro de pueblo entre alumnos de diversos orígenes migratorios.
"Fabian", basado en el clásico de Erich Kästner, es el cuarto concursante alemán, dirigido por Dominik Graf, habitual de la casa.
"Introduction" es el título de la película con que Hong Sang-soo buscará el Oro -tras haberse llevado la plata el año pasado con "The woman who ran"-. Discurre parcialmente en un Berlín muy parecido al de Brühl, pero desde la mirada poético-filosófica del surcoreano.
Ruizpalacios presentará "Una película de policías", una denuncia de la impunidad policial en México, entre el documental y la ficción y que devuelve a competición a este realizador, tres años después de su "Museo", sobre el expolio artístico en su país.
El cine francés compite con "Albatros", de Xavier Beauvois, y "Petite Maman", de Celine Scianma, mientras que Irán -ganador del Oro en 2020 con "There is no evil", de Mohammad Rasoulof- vuelve a concurso con "Ballad of a white cow", dirigida por Behtash Sanaeeha y Maryam Moghaddam.
El este europeo estará más representado de lo habitual. Georgia compite con "What do we see when we look at the sky?", un poético filme de dos enamorados que se pierden la pista tras apenas conocerse, dirigido por Alexandre Koberidze; el húngaro Dénes Nagy lo hará con "Natural light", centrado en los dilemas humanos de la II Guerra Mundial y entre bosques permanentemente encharcados.
Hungría compite con "Forest", de Bence Fliegauf, mientras que Rumanía lo hace con "Bad luck banging or loony porn", de Radu Jude. Cerrará el círculo de aspirantes la japonés "Wheel of fortune", de Ryusuke Hamaguchi.


FOSTER, CAINE, PFEIFFER Y TINA TURNER, EN EL SPECIAL

Estados Unidos no está en esta sección oficial, muy centrada en lo periférico. Pero aportará estrenos ilustres, en el apartado de exhibición o "Berlinale Special".
Michael Caine protagoniza "Best Sellers", centrado en un autor que sigue creando con su vieja máquina de escribir y dirigido por la debutante Lina Roessler.
Jodie Foster interpreta a la abogada de un presunto terrorista prisionero en Guantánamo en "The Mauritanian", del escocés Kevin Macdonald. Michelle Pfeiffer será una viuda al borde de la bancarrota en "French Exit", de Azazel Jacobs, mientras que a Tina Turner se la verá en un documental con material inédito, compilado por Dan Lindsay bajo el título, simplemente, de "Tina".
En una Berlinale presencial estarían destinados a captar el máximo impacto mediático. En tiempos de virtualidad, todo queda a merced de la "nube" -el "cloud"- a la que acceden medios y profesionales acreditados.

SEIS OROS EN BUSCA DE SUCESOR

Los Osos se entregarán en junio, en la Berlinale abierta al público con que Chatrian y Rissenbeck quieren defender su título de "festival popular". Pero el veredicto del jurado se conocerá ya el próximo viernes.
El jurado estará formado seis exganadores del Oro: junto a Rasoulof -Oro en 2020- integran el equipo el israelí Navad Lapid -Oro 2019 con "Synonyme"-, la rumana Adina Pintilie -en 2018, con "Touch me not"-, la húngara Indikó Enyedi -en 2017, con "Body and soul"-, el italiano Gianfranco Rosi -"Fire at sea", 2016- y la bosnia Jamila Zbanic -en 2006, con "Grbavica"-. EFE
gc/jam/msr

jueves, 11 de febrero de 2021

Enlatados

 Ruizpalacios, Brühl y Sang-soo en una Berlinale encerrada y sin alfombra roja

Gemma Casadevall 



Berlín, 11 feb (EFE).- El director mexicano Alonso Ruizpalacios, el hispano-alemán Daniel Brühl y el surcoreano Hong Sang-soo lucharán por los Osos de la próxima Berlinale, que será en formato virtual y sin alfombra roja, pero determinada a impulsar al castigado sector del cine.
"Una película de policías", entre lo documental y la ficción y sobre el trasfondo de la impunidad policial en México, supondrá el regreso de Ruizpalacios al festival berlinés, tres años después de su "Museo", un "road movie" sobre el expolio artístico en su país.
Brühl debutará en la dirección con la comedia negra "Nebenan", casi dos décadas después de haber convertido la Berlinale en su plataforma internacional como protagonista de "Goodbye, Lenin".
Sang-soo, otro habitual en Berlín y Oso de Plata en 2020 con la minimalista "The woman who ran", regresa con "Introduction" a un festival especialmente sensible con el cine asiático.
Será una sección oficial reducida a cinco días y 15 títulos -lo habitual son diez jornadas y una veintena de filmes-, sin invitados, público ni sesiones fotográficas.
En toda Alemania la vida cultural está cerrada a cal y canto desde noviembre -sean museos, cines, óperas o pequeñas salas de conciertos-. No hay excepciones para una cita internacional como la Berlinale, el último gran festival europeo que pudo celebrarse con normalidad en 2020, semanas antes de los cierres por la covid.
El propósito declarado de esta Berlinale es "dar un claro mensaje de impulso al sector", según Mariette Rissenbeek, co-directora del festival desde el año pasado junto al italiano Carlo Chatrian. Al formato virtual, del 1 al 5 de marzo y restringido al sector del cine y los medios, seguirá en junio una edición abierta al público, acorde a la señal de identidad de la Berlinale como "festival popular".
En la lucha por los Osos dominará el cine francés y el alemán. Competirán por Francia "Albatros", de Xavier Beauvois, junto a "Petite Maman", de Celine Scianma, y la co-producción con Líbano "Memory Box", de Joana Hadjithomas y Khalil Joreige.
El alemán Dominik Graf -otro conocido de ese festival- compite con "Fabian", basada en un clásico de la literatura alemana de Erich Kästner. Dos compatriotas suyas, Maria Schrader y Maria Speth, lo harán con "Ich bin dein Mensch" y "Herr Bachmann und seine Klasse", respectivamente.
El cine iraní, ganador en 2020 del Oso de Oro con "There is no evil", de Mohammad Rasoulof, vuelve a concurso con "Ballad of a white cow", una co-producción con Francia dirigida por Behtash Sanaeeha y Maryam Moghaddam y rodada parcialmente en Berlín.
El cine japonés estará representado por "Wheel of fortune", de Ryusuke Hamaguchi, mientras que Rumanía lo hará con "Bad luck banging or loony porn", de Radu Jude.
Completan la selección la germano-georgiana "What do we see when we look at the sky?", de Alexandre Koberidze, la húngara "Forest", de Bence Fliegauf, y la húngaro-letona "Natural light", de Dénes Nagy.

SEIS OSOS DE ORO BUSCARÁN SUCESOR

Nada en esta Berlinale será lo habitual. Tampoco el jurado encargado de repartir los premios, equipo que en esta edición no tendrá un presidente, sino que estará compuesto por seis directores que ya salieron de Berlín con su Oso.
Junto a Rasoulof -Oro en 2020 con "There is no evil"-, integrarán el equipo el israelí Navad Lapid -Oro 2019 con "Synonyme"-, la rumana Adina Pintilie -en 2018, con "Touch me not"-, la húngara Indikó Enyedi -en 2017, con "Body and soul"-, el italiano Gianfranco Rosi -"Fire at sea", 2016- y la bosnia Jamila Zbanic -en 2006, con "Grbavica"-. Darán su veredicto tras los cinco días de virtualidad de marzo, mientras que la entrega de los premios será en junio.

BAJO EL SIGNO DE LA PANDEMIA

La fórmula híbrida entre el festival virtual y el popular es una solución de compromiso ante la situación creada por la pandemia. En diciembre se anunció ya que el festival se aplazaba de febrero a marzo. Con la entrada en 2021, cuando Alemania acumulaba sucesivos picos de contagios, se optó por esa doble versión.
Justo ayer, la canciller Angela Merkel y los poderes regionales acordaron prolongar hasta el 7 de marzo las restricciones de la vida pública. Desde noviembre está cerrada la restauración, el ocio y la cultura, a lo que se sumó en diciembre los comercios no esenciales.
La prórroga se decidió tras semanas de descenso continuado de la incidencia de contagios -del pico de 197 casos semanales por 100.000 habitantes registrado el 22 de diciembre se pasó a 64,7 positivos-.
Sin embargo, las autoridades y los expertos temen una propagación de las nuevas mutaciones, más agresivas, que según Merkel podrían acabar siendo las dominantes en la pandemia. EFE
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