miércoles, 21 de febrero de 2018

El imperio del I



Soderbergh eclipsa con su iPhone la competición de la Berlinale



Gemma Casadevall
Berlín, 21 feb (EFE).- El director estadounidense Steven Soderbergh eclipsó hoy con "Unsane", rodado con un iPhone y exhibida fuera de concurso, la jornada a competición de la Berlinale, integrada por un filme de humor negro iraní y una larga reflexión alemana sobre la pubertad.
"Unsane", un psico-thriller con Claire Foy atrapada en la red fraudulenta dinale que ha visto ya catorce de las 19 aspirantes al Oso, pero sigue esperando su gran película.
El siempre inquietante Soderbergh -Palma de Oro de Cannes con "Sex, Lies, and Videotape", en 1989, y el Óscar al mejor director por "Traffic", en 2000- ha sido visitante asiduo del festival, donde compitió en 2007 con "The Good German" y en 20e un seguro médico y también en las de un acosador, fue el plato fuerte del día, en una Berl13 con "Side effects".
Esta vez se presentó a exhibición, con una cinta basada donde Sawyer -el personaje de Foy- va de pánico en pánico desde el momento en que entra en una clínica en busca de una terapia liberadora, para verse sometida a la condición de ingresada entre locos.
La mente de Soberbergh idea para esa mujer empeñada en que ella no es como los otros paciente sucesivas trampas, físicas y psíquicas, hasta llegar a un psicópata -Joshua Leonard-, convertido en el "administrador" del cóctel ded fármacos destinados a neutralizar toda resistencia.
Pánico, tensión, terrores internos y externos, es el recorrido con el que el iPhone de Soderbergh persigue a Sawyer, a modo del Jack Nicholson de "One Flew Over the Cuckoo's Nest" (1973).
Fue la película del día, pese a que obviamente no estará en el palmarés de la 68 edición de la Berlinale, cuya séptima jornada decepcionó.
Irán es una filmografía potente en el festival berlinés, que en años sucesivos convirtió su gran pantalla en expresión del exilio al que Teherán somete a sus creadores críticos.
Esta vez acudió representando al cine iraní "Khook" ("Pig"), de Mani Haghighi, sobre las tribulaciones de un cineasta enfundado en camisetas de AC/DC y deprimido porque a él no le acosa el régimen.
Hasan, el personaje Masan Majuni, asiste con horror, primero, y humillación, después, a la serie de asesinatos de sus colegas, que aparecen decapitados en diversos lugares, mientras a él le ignoran los enemigos de la libertad de expresión.
Los asesinos no tienen criterio ni saben cuáles deberían ser sus "prioridades", se lamenta Hasan a su madre, quien trata de consolarle asegurándole que tarde o temprano le decapitarán.
"Es una película de mujeres fuertes porque, aunque en el exterior no se cea, Irán es un país de mujeres fuertes", defendió Haghighi ante el festival, donde en 2016 compitió con "A dragon arrives".
La Berlinale ha sido plataforma amiga para el cine "libre" iraní, con exponentes como el Oso de Oro obtenido en 2015 por "Taxi", el filme con el que Jafar Panahí burló su inhabilitación profesional convertido en taxista que filma lo que le cuentan sus pasajeros.
Cuatro años antes, su compatriota Asghar Farhadi se había llevado ya el oro con "Nader and Simin. A Separation", otra película de mujeres fuertes, como el filme de Haghighi.
"Khook" adopta perfiles de humor negro que recuerdan al español Alex de la Iglesia, pero sin la mordacidad continuada de éste.
No convenció en la Berlinale, como tampoco lo hizo "Mein Bruder heisst Robert und ist ein Idiot" -traducible por "Mi hermano se llama Robert y es un idiota"-, 174 minutos dirigidos por el alemán Philip Gröning en torno a dos gemelos, envuelto en diálogos de pubertad y campos de trigo, junto a una gasolinera perdida.
De la contemplación de las hormigas paseando entre las piernas de la chica, Elena, que se apuesta con su hermano a que tendrá sexo antes de su examen de reválida en filosofía, se pasa ya en el tramo final del filme a un delirio violento.
Las preguntas de los medios, esencialmente alemanes, al final de la proyección se dirigían esencialmente a la extensión de la película y a cómo piensan sus productores justificar ese derroche de medios, en una película de digestión más que difícil. EFE
gc/agf
(foto) (vídeo)



Los WCF de la Berlinale, una "fábrica de Osos" con olfato para América Latina


Gemma Casadevall
Berlín, 21 feb (EFE).- El World Cinema Fund (WCF), el programa de ayudas de la Berlinale, se ha consolidado como una fábrica de sueños o hasta de Osos para nuevos cineastas, en un festival con especial olfato para América Latina y con una notable nómina de aciertos.
"De entrar o no en el programa puede depender que un proyecto despegue y que, una vez materializado, la película no muera tras pasar por uno o dos festivales", apuntó a Efe Marcelo Martinessi, director de "Las Herederas", película paraguaya surgida de la cantera de los WCF y a competición en la presente Berlinale.
"La Berlinale ha sido durante años nuestra gran pantalla europea. Es un festival con sensibilidad hacia nuestro cine y un alto porcentaje de aciertos", añadió el productor uruguayo Fernando Epstein, implicado en el filme de Martinessi, primero de Paraguay que compite en la Berlinale.
"Las herederas" es una de las dos representantes latinoamericanas a concurso en la 68 edición del festival, recibida con elogios de la crítica y el público tras su estreno el pasado viernes, mientras que mañana se proyectará "Museo", del mexicano Alonso Ruizpalacios.
Antes de las ayudas de la Berlinale a "Las Herederas", su primer largometraje, Martinessi había acudido a Berlín como invitado del Talent Campus, un foro de intercambio para nuevos cineastas.
Con los WCF, fundados hace 13 años y dotados con una partida anual de 300.000 euros, se ha apoyado a 180 películas procedentes de América Latina, Asia y África -"los focos de interés regional o temático se van revisando año a año", explica el director del programa, el ítalo-alemán Vincenzo Bugno.
De esa cantera surgieron filmes y talentos con la peruana Claudia Llosa, quien en 2006 recibió una ayuda de 10.000 euros para su primera película, "Madeinusa", y luego alzó el Oso de Oro, en 2009, con "La teta asustada", asimismo impulsada desde el WCF.
Unos años antes, los éxitos del WCF se fueron a Argentina: en 2004, "El abrazo partido", de Daniel Burman, ganó el Gran Premio del Jurado y la plata para el actor Daniel Hendler, mientras que "El Custodio", de Rodrigo Moreno, obtuvo el Alfred Bauer; en 2005, "El otro", de Ariel Rotter, ganó el Gran Premio del Jurado y la plata al actor Julio Chávez.
"Estamos hablando de películas que no han nacido y muerto en éste u otro festival, sino que se estrenaron y distribuyeron en salas comerciales. Esto en esencial para nosotros", prosigue Epstein, quien lamenta que no todos los filmes apoyados por otros programas europeos similares tengan esa misma fortuna.
Al margen de los filmes incluidos en la competición, la presente Berlinale ofrece una larga lista de producciones apoyadas desde el WCF en sus secciones paralelas, como las argentinas "Teatro de guerra", de Lola Arias, "La cama", de Mónica Lairana, o la brasileña "O processo", de Maria Augusta Ramos.
El monto de las ayudas han oscilado entre los 15.000 euros (18.500 dólares) y los 100.000 (123.500 dólares) y siempre para proyectos de bajo presupuesto. La producción de "Las herederas" fue apoyada con 40.000 euros (49.400 dólares).
"La Berlinale es un festival abierto a lo recóndito", apunta Epstein, quien el pasado martes participó en las sesiones de debate del Instituto Iberoamericano de Berlín, en paralelo al festival, y que hoy estuvo con Martinessi en el "Día del WCF", centrado en el programa que dirige Bugno.
Con o sin apoyos del WCF, a lo largo de los diez días de festival, en la capital alemana se habrán proyectado casi 40 filmes procedentes de las cinematografías latinoamericanas, sea en la gran pantalla del Berlinale Palast, donde discurre la sección oficial o en salas paralelas.
Dos de ellas, "Las Herederas" y "Museo", aspiran a los Osos que entregará el próximo sábado el jurado internacional presidido por el director alemán Tom Tykwer.
Otras sueñan con un premio de los jurados independientes o los destinados a la sección Generation, como "Mochila de plomo", del argentino Darío Mascambroni, o "Unicornio", del brasileño Eduardo Nunes.
Todas ellas, como la mexicana "Los débiles", de Raúl Rico y Eduardo Giralt Brun, de la sección Forum, habrán logrado su estreno europeo. EFE
gc/ig

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