sábado, 19 de febrero de 2000

80 modestos minutos

Una pequeña maravilla de Claude Miller salva la recta final de la Berlinale

Por Gemma Casadevall 

Berlín, 19 feb (EFE).- La Berlinale cerró su sección oficial con una sorpresa, "La chambre des magiciennes" del francés Claude Miller, la última de las 21 películas a concurso, capaz de levantar el balance de un festival del que se decía no había estado a la altura de su 50 cumpleaños. 
El filme de Miller disipó la sensación de que la terna de candidatos sólidos a los premios de la Berlinale estaba ceñida a dos títulos, "Magnolia", del estadounidense Paul Thomas Anderson, y "Camino a casa", del chino Zhang Yimou. 
Frente a las pretenciosas películas que han pasado por este festival, el realizador francés se presentó como el "furgón de cola" de esta quincuagésima Berlinale con una cinta de 80 modestos, pero muy bien aprovechados minutos. 
"Sonaría a falsa modestia si dijera que la mía es una pequeña gran película", explicó Miller, recogiendo la definición que quedó en el aire tras la proyección de "La chambre des magiciennes". 
El esquema argumental es simple: una mujer perdida entre el estrés de un examen y su maltrecha relación sentimental con un hombre casado ingresa en un hospital aquejada de fuertes migrañas. 
Lo malo es que sus compañeras de habitación no son lo relajantes que ella desearía y que el masificado sistema hospitalario, en este caso francés, favorece la intromisión en la esfera privada ajena. 
Miller reconduce lo que, al principio, parece una claustrofóbica película de hospitales y paranoias hacia un sutil e inteligente retrato social, con buenas dosis de humor sumergido y un reparto de actores magistral. 
La película se apoya en Anne Brochet, en el papel principal, y en la veterana Annie Noel, dos "valores seguros" del cine francés, custodiadas por geniales secundarios, desde el médico -Yves Jacques- al enfermero -Jocelyn Siassia-. 
Con un par de pinceladas y centrándose en un único capítulo de una novela -"The blindfold", de Siri Hustvedt- Miller es capaz de poner en solfa el racismo de la civilizada Europa occidental o los egoísmos apenas controlados, que surgen en el espacio reducido de una habitación con tres camas. 
Miller sigue, aunque sin convertirlo en religión, las consignas de la corriente "Dogma": rodar cámara al hombro, sin escenas superfluas y con espacios y sonido original, entre otras características. 
"No es una película realista", indicó como repeliendo el término de cine social, cuando en realidad en la Berlinale se tenía la sensación de que con "La chambre de magiciennes" se entra en el cine de verdad. 
El último filme a competición alteró la quiniela de los "premiables" de la Berlinale, ya que, a medida que avanzaba la selección de películas a concurso, parecía que las opciones se habían quedado encalladas en Anderson y Zhang Yimou. 
A favor de la película estadounidense habla el hecho de que era una solución "de compromiso" en una lista de 21 filmes en la que ninguno ha hecho lanzar cohetes de satisfacción. 
La cinta del realizador chino se ganó el aplauso general, pero en su contra actúa, paradójicamente, el hecho de que fue el descubridor y esposo de la presidenta del jurado de este año, la actriz Gong Li. 
Al abrirse la Berlinale, se había corrido la voz de que, para celebrar el medio siglo de vida del festival, "convenía" repartir un galardón al país anfitrión, que este año envió a concurso a sus dos nombres más internacionales: Wim Wenders y Volker Schloendorff. 
Sin embargo, el primero decepcionó con "The Million Dollar Hotel" y el segundo cosechó malas críticas con su tibia historia sobre una ex terrorista de la RAF en la Alemania comunista, "Die Stille nach dem Schuss". 
El grueso de las grandes producciones estadounidenses no ha levantado pasiones y, mientras "The Talented Mr.Ripley", de Anthony Minghella, y "Man on the Moon", de Milos Forman, han tenido una aceptación digna pero nada más, "The Beach", de Danny Boyle, ha entrado en la categoría de definitivamente mala. 
Para "The Hurricane", de Norman Jewison, se cuenta con, quizás, un premio de interpretación para Denzel Washington, algo parecido a lo que ocurre con "Any Given Sunday", de Oliver Stone, protagonizada por Al Pacino. 
Otros firmes candidatos al premio al mejor actor son el francés Bernard Giraudeau, por "Gouttes d`eau sur pierres brulantes", o Tom Cruise por su secundario de lujo en "Magnolia". 
En cuanto a actrices se barajan los nombres de Julianne Moore, también por la película de Anderson, así como Zhang Ziyi por "Camino a casa", Bibiana Beglau por el filme de Shloendorff y el dúo de actrices de la pequeña joya de Claude Miller. EFE gc/rz/acm

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