por Gemma Casadevall Berlín, 5 feb (EFE).- El Festival de Berlín,
la
Berlinale, entra en una nueva
etapa en su 52 edición, en la que asume sus riendas el director Dieter Kosslick
con el desafío de regresar al cine de contenido sin renunciar al espectáculo,
con "A beautiful mind" entre los focos de atención, aunque se proyecte fuera de
concurso.
"Heaven", del alemán Tom Tykwer, abrirá mañana el desfile de las
23 películas a concurso, como claro exponente de uno de los propósitos
"confesos" de Kosslick: dar protagonismo a la nueva generación de talentos.
Los doce días de vida de la
Berlinale brindarán la oportunidad de debutar en un
escaparate internacional a Ramón Salazar, con "Piedras" -única producción
española a competición- o al australiano Ivan Sen, con "Beneath Clouds".
Estarán en reñida competencia con grandes nombres, como Bertrand Tavernier o
Costa Gavras, con cine de alto voltaje político: el primero, con "Laissez
passez", un film sobre resistencia y colaboracionismo en la Francia ocupada, y
el segundo con "Amen", sobre las relaciones entre la Iglesia y el Tercer Reich.
También como cine de contenido vienen etiquetadas "Bloody Sunday", de Paul
Greengrass, sobre la brutal carga británica de 1972 en Irlanda del Norte, o
"Baader", de Christopher Roth, sobre el fundador de la banda terrorista RAF,
Andreas Baader.
Marc Foster presentará "Monster`s ball", un film sobre un
verdugo que se enamora de la mujer de uno de sus ejecutados, con el racismo
latente en el sur de EEUU como telón de fondo.
Kosslick parece decidido a
romper con la tónica de su predecesor, Moritz de Hadeln, que en sus más de dos
décadas en el cargo centró sus esfuerzos en traerse al gélido Berlín algo del
"glamour" de su rival, Cannes, generalmente con escaso éxito.
La 52
Berlinale tiene asegurada su porción
de divismo, gracias en primera línea a Francois Ozon, quien concentra en "8
femmes" a varias generaciones de hermosuras galas, como Catherine Deneuve, Fanny
Ardant, Danielle Darrieux e Isabelle Huppert, a las órdenes de un musical sólo
para mujeres con asesina dentro.
El sueco Lasse Hallstroem aportará rostros
"made in USA" en "The shipping news", con Kevin Spacey, Julianne Moore y Judi
Dench, quien además comparte con Kate Winslet el papel protagonista de "Iris",
de Richard Eyre, sobre la escritora Iris Murdoch.
El resto de presencias
estadounidenses a concurso corresponderá a "The royal Tennenbaums", de Wes
Anderson, con Gene Hackman, Anjelica Huston y Ben Stiller, así como "Bridget",
de Amos Kollek, con Anna Thomson, que a pesar de transcurrir en Nueva York lleva
sello franco-japonés.
Sólo tres producciones estadounidenses -las de
Hallstroem, Anderson y Forster-, entre el total de 23 filmes a competición,
parece poco para librar a la
Berlinale del reproche de provincianismo contra el que
luchó de Hadeln.
Kosslick ha apostado claramente por lo europeo, sin temor a
que se le tache incluso de doméstico por la inusual inclusión de hasta cuatro
alemanes en pos de los Osos -"Halbe Treppe" y "Der Felsen", además de las
citadas "Heaven" y "Baader"-.
Pero el nuevo director tiene garantizada la
expectación con "A beautiful mind", de Ron Howard, que se deslizará por la
Berlinale fuera de concurso, pero
cuya proyección en la capital alemana tendrá lugar pocos días después de las
designaciones a los Oscar.
Igualmente "glamourosa" se presenta la sesión de
homenaje a Robert Altman, de quien se proyecta fuera de competición "Gosford
Park", con Kristin Scott-Thomas y Emily Watson.
Altman será, junto con
Claudia Cardinale, uno de los homenajeados de esta 52
Berlinale, que tendrá también un lugar emotivo para
Zhang Yimou, que presentará "Happy Times" -"Xingfu Shiguang"-. El debut del
español Salazar devolverá a la
Berlinale la presencia de Angela Molina -presidenta del
jurado del festival en 1999-, a quien se espera acompañen algunas compañeras de
rodaje, como Antonia San Juan y Najwa Nimri.
"Piedras" irá custodiada por
otras producciones españolas, fuera de competición, en las secciones Panorama y
Forum.
Ahí estarán el documental "Los niños de Rusia", de Jaime Camino; "En
la ciudad sin límites", de Antonio Hernández; la hispano-argentina "Todas las
azafatas van al cielo", de Daniel Burman, o la hispano-mexicana-alemana
"Francisca", de Eva López.
El realizador catalán Ventura Pons acude, por
quinto año consecutivo, a la sección Panorama de la
Berlinale con "Food of love", rodada en inglés y basada
en una novela de David Leavitt. EFE gc/gsm/pq
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