sábado, 11 de febrero de 2012

Acto de presencia

Berlinale, Jolie y Taviani

http://www.youtube.com/watch?v=hyVvOFfbBkw

Gemma Casadevall


Berlín, 11 feb (EFE).- La Berlinale tuvo hoy una jornada redonda, en la que los hermanos Paolo y Vittorio Taviani impactaron con "Cesare deve morire", un Shakespeare trasladado a la cárcel, mientras Angelina Jolie acaparaba flashes en su debut como directora.
Los Taviani, en la sección a competición, y Jolie, que exhibió "In The Land Of Blood And Honey", ofrecieron una de esas jornadas redondas para un festival, en cuanto a buen cine, por un lado, y estrellato, por el otro.
La presencia de Jolie en Berlín había sido "detectada" por los medios el miércoles, un día antes de abrirse el festival, y desde entonces su nombre estaba en titulares, fuera por las especulaciones sobre un nuevo embarazo -y de gemelos- o por motivos políticos, al ser recibida por el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle.
Finalmente este sábado apareció, deslumbrante como siempre, aunque con un toque de sencillez, para presentarse en su versión de cineasta comprometida, en su debut como directora al frente de una historia de amor imposible en plena guerra de los Balcanes.
La película refleja "una pequeña parte de lo que fue la guerra", apuntó Jolie, decidida a hablar ante la abarrotada sala de prensa solo del filme que la llevó a Berlín y no de su vida privada.
"Esto no es un documental, es una interpretación (de lo que fue el conflicto). Hay muchas historias diferentes que contar de esta guerra y muchas versiones diferentes", afirmó.
Su objetivo, aseguró, era "contar esta historia", la de las mujeres víctimas de abusos y violaciones en el contexto de un conflicto armado, porque, afirmó, se sabe muy poco de esta guerra.
La realizadora novel se defendió de las críticas relativas a una visión unilateral del conflicto y señaló que "claro que hubo mujeres violadas en todos los bandos".
"Todos hemos aprendido de todos y nos hemos hecho amigos. Ha sido un privilegio" trabajar con ellos, dijo Jolie al hablar de las personas implicadas en este proyecto, algunas de las cuales vivieron la guerra de los Balcanes en primera persona.
Jolie presentó así su debut como directora, en una película en la que ha invertido, además de financiación, mucho empeño y energía.
A la actriz se la recibió como una debutante de lujo, aunque la película del día, en términos cinematográficos, fue la de los Taviani, una de las 18 aspirantes al Oso.
Los Taviani recrean ahí el complot contra César, el emperador devenido en tirano, parcialmente en blanco y negro y escenificado por presos de una cárcel de alta seguridad romana.
"Shakespeare es para nosotros el padre, el hijo y el hermano. Un genio. Lo que dijo en vida sigue siendo vigente hoy", sentenció Paolo Taviani, a la pregunta de si la idea del complot para liquidar al tirano era trasladable a la Italia -y al mundo- de hoy.
Sobre el texto conocido -y frente a los recelos de quienes temían otra inmersión fallida del cine en Shakespeare-, los Taviani se ganaron al festival desde prácticamente el primer minuto de filme.
Los presos convertidos en actores -es decir, presidiarios reales, desde traficantes de droga a camorristas-, como parte de un proyecto de rehabilitación, triunfaron sin paliativos.
Desde el casting inicial -"Juan Bonetti, nacido en Buenos Aires, Argentina, el 16.09.1971", dice el primer preso, en versión llanto o iracundo, por imperativo del guion- la Berlinale adoró el filme.
Imposible no quedar cautivado por todos los presos-actores, de personalidad impagable y con un potencial escénico irresistible.
Compartieron jornada con los Taviani "Barbara", del alemán Christian Petzold, y "Dictado", del español Antonio Chavarrías.
El filme del realizador español acudía como una producción algo insólita en una sección oficial de un festival como el berlinés, por estar englobada en el género del "thriller psicológico".
Chavarrías dirige ahí con maestría a Mágica Pérez -la niña-, Juan Diego Botto y Bárbara Lennie, a través de un argumento propio del género.
Petzold -el primer representante del cine anfitrión de los tres previstos- concursó con "Barbara", apuntalada en la glacial Nina Hoss, tan habitual de la Berlinale como el mismo director.
Se trata de una película muy alemana, que transcurre en la extinta Alemania comunista, donde todo ciudadano era observado hasta su intimidad más profunda por la policía política, la Stasi.
Eran tiempos en que médicos y enfermeras fumaban en la cantina y en el laboratorio de cualquier hospital, porque esa especie de libertad individual no estaba prohibida, pero donde cualquier paso en falso podía llevarle a uno a un campo de socialización. EFE
gc-egw
(vídeo) (foto)

viernes, 10 de febrero de 2012

Berlinale, la francofonía, del Senegal a Binoche

Gemma Casadevall

Berlín, 10 feb (EFE).- El cine africano entró a competición en la Berlinale con "Aujourd'hui", un filme sin concesiones cuya dureza contrastó con la sonrisa de Juliette Binoche al frente de "Elles", una reflexión sobre prostitución y periodismo fuera de concurso que aportó la dosis de estrellato a este día gélido en Berlín.
Junto a "Aujourd'hui", de Alain Gomis, que retrata Senegal con la mirada de un hombre que se sabe en el último día de su vida, se proyectó este viernes en la sección a competición "À moi seule", del francés Frédéric Videau, una historia que trae a la memoria la experiencia que vivió Natascha Kampusch, la joven austríaca que pasó ocho años secuestrada por un técnico de comunicaciones.
Dos exponentes de cine en francés en las antípodas del "savoir vivre" que encarna Juliette Binoche en el papel de una periodista que investiga la vida de dos jóvenes prostitutas con las que comparte más, en lo profesional y lo doméstico, de lo que creía.
"Mi personaje es una mujer que se acerca con inseguridad, hasta con miedo, a un mundo del que no la separa el abismo que quisiera para poder mantener la premisa de la distancia requerida", dijo la actriz, presente en la Berlinale para promocionar la película.
Dirigido por Malgoska Szumowska y proyectado en la sección Panorama, "Elles" es un filme eminentemente femenino, poblado por jóvenes que se prostituyen para pagar sus estudios y cuyos clientes "podrían ser tu marido", sintetizó Binoche.
"No es un filme social sobre la prostitución, es una historia contada desde los ojos de una mujer, con las turbulencias e injerencias que ello implica", explico Szumowska, quien contó como protagonistas junto a Binoche con Anais Demoustier y Joanna Kulig.
La frescura de la piel joven de esas dos jóvenes es el contrapunto a los ojos, maduros y hermosos, de Binoche, quien de nuevo demuestra hasta qué punto es capaz de llenar la pantalla.
La película no estaba en el menú de aspirantes a Oso, pero aligeró la segunda jornada de una Berlinale que se presenta ardua, en lo que a la sección a concurso se refiere.
"Aujourd'hui" es la historia de un hombre que, por razones que el espectador ignora, sabe que morirá ese día, como asimismo saben todos sus familiares, amigos y vecinos.
Arranca el filme en una especie de "funeral en vida", donde unos jalean al protagonista como a un héroe y otros le piden entre llantos que "no se vaya", a lo que sigue el deambular del personaje -Saül Williams- por calles polvorientas, bazares africanos y un rascacielos de lujo, despidiéndose de todos y todo.
No se trata de saber por qué debe morir ni tampoco imaginar que ese final será evitable "in extremis", se trata de acompañarle en su paseo por el amor y la muerte, incluido el último juego con sus hijos de corta edad y el adiós a la esposa, tan enojada con su destino que, de entrada, ni quiere que la toque.
Una película que algunos reciben con agrado y que a otros les induce a pensar que la competición va a incluir un duro desfile por cinematografías de duras temáticas.
"À moi seule" es otro exponente, que se abre advirtiendo al espectador que no pretende seguir ningún caso real, pero que recuerda en cada plano el caso de Natascha Kampusch.
El filme huye de tintes dramáticos y plantea el secuestro de una joven por una válvula que activa una forma de convivencia conyugal. EFE
gc/jcb/me/cat

Berlinale, Rodrigo Pla y su maravillosa "Demora"

Gemma Casadevall

Berlín, 10 feb (EFE).- Latinoamérica tocó hoy la fibra de la Berlinale con "La demora", un filme uruguayo-mexicano dirigido por Rodrigo Plá que reflexiona sobre la vejez en tiempos de crisis, muy acorde con el ánimo de la Europa que descubre su propia precariedad.
El filme fue el primer representante del cine latinoamericano en la 62 edición de la Berlinale, proyectado en la sección Forum, fuera de competición, y con el cine a rebosar, no solo por el aforo de la sala, sino también por la carga emotiva y fílmica que desplegó.
El punto de arranque de "La demora" es la pregunta de qué hacer con el abuelo senil cuando ni se es suficientemente pobre como para que el Estado lo atienda ni se dispone de recursos para pagar a quien lo cuide.
"Contamos nuestra historia con personajes que no son ajenos a uno mismo. Seres desamparados, que están en la franja intermedia de la sociedad, no son en absoluto unos desaprensivos, pero que de pronto se quiebran y tienen un rasgo de locura", explicó a EFE el director.
Al borde de tal "accidente emocional" -como lo describe Plá- se encuentra la desbordada madre de tres hijos -interpretada por Roxana Blanco-, a los que saca adelante en solitario trabajando en lo que puede sin desatender al abuelo -Carlos Vallarino-.
Todos ellos representan a esa "franja intermedia" a la que alude el cineasta, nacido en Montevideo en 1968 y afincado entre su país y México. Una "población global, sobrepasada por la precariedad, que tanto puede estar en mi país como en cualquier lugar de Europa".
El filme nació de una nota de prensa, leída en México, con las cifras "puras y duras de viejos abandonados por sus familias", explicó Laura Santullo, esposa de Plá, además de su guionista y colaboradora en, hasta ahora, tres proyectos conjuntos.
"Quise ir más allá de la noticia, tratar de entender qué les mueve. Imaginarme a esas personas que abandonan a sus viejos, que tal vez son buena gente que adora a su papá, al que hasta ese día cuidaron con mimo, y tratar de situarme yo misma en ese papel", añadió Santullo.
El resultado son unos personajes "muy de Montevideo", dijo Plá, pero que también podrían en la Europa actual que de pronto descubre que la precariedad de su clase media "no es cosas de otras latitudes", añadió.
"La demora" llegó a la Berlinale aupada por el currículum de Plá -premio a la ópera prima en Venecia en 2007, con "La zona"-, quien ya estuvo en ese mismo festival en 2010, como integrante del colectivo de cineastas autores del filme "Revolución".
Fue un buen arranque para Latinoamericana en la Berlinale, un festival receptivo con estas cinematografías, que habitualmente han tenido uno o dos filmes a concurso, pero que esta vez están representados en la lucha por los Osos a través de "Meteora", del director griego nacido en Bogotá Spiros Stathoulopoulos.
La película de Plá acude como producción uruguayo-mexicano-francesa en el contingente de filmes latinos repartidos entre las secciones Panorama, Forum y Generation, además de los cortometrajes de la sección oficial.
A la proyección, hoy, de "La demora", seguirá mañana "Escuela normal", de la argentina Celina Murga, y el lunes "Salsipuedes", de su compatriota Mariano Luque.
Entre los cortometrajes incluidos en la sección oficial está "Loxoro", de la cineasta peruana Claudia Llosa, ganadora en 2009 del Oso de Oro con "La teta asustada". EFE
gc/agf

jueves, 9 de febrero de 2012

Berlinale, Mike Leigh y su revolucionario jurado

Gemma Casadevall

Berlín, 9 feb (EFE).- El jurado de la Berlinale, liderado por el director británico Mike Leigh, prometió un festival atento a "todas las revoluciones", de la francesa a las actuales, ante la apertura hoy del desfile de aspirantes a los Osos, con la franco-española "Les adieux a la reine" y Diane Kruger como María Antonieta.
"No queremos anticiparnos a lo que van a ver. Pero hay un gran potencial de temas que conmueven hoy al mundo", dijo Leigh, sobre la decisión del director de la Berlinale, Dieter Kosslick, de convertir en eje temático la primavera árabe y otras revoluciones pendientes.
Leigh compareció custodiado por sus compañeros de jurado: la actriz francesa Charlotte Gainsbourg y la alemana Barbara Sukowa, así como el estadounidense Jake Gyllenhaal, el director iraní Asghar Farhadi -Oso de Oro de 2011 con "Nader and Simin. A Separation"-, su colega francés François Ozon y el escritor argelino Boualem Sansal.
El trío de actores acapararon flashes, mientras Leigh, Farhadi y Sansal se repartían el cometido de hablar de cine y compromiso.
"La revolución francesa fue la 'madre' de todas las revoluciones. Nosotros, sus hijos, debemos preservar muy alto ese espíritu", dijo Sansal, ante el paso previo para los medios del filme de Kruger.
El escritor argelino dijo ser consciente de estar ahí, pese a no ser "hombre de cine", por la voluntad de Kosslick de poner lo que ocurre en el mundo árabe, un año después de la caída de Hosni Mubarak y otros dictadores, en el objetivo de la Berlinale.
"Les adieux à la reine", dirigida por Benoit Jacquot, inaugura el desfile de los 18 aspirantes al Oso, entre ellos "Cesare deve morire", de los italianos Paolo y Vittorio Taviani y "Dictado", del español Antonio Chavarrías.
La voluntad de Kosslick de hablar, y mucho, de las revoluciones pendientes se plasma tanto en la sección oficial como en el resto de los apartados del festival, en que se proyectarán unos 400 filmes.
Del África actual, con "Aujourd'hui", rodada en Senegal por Alain Gomis, se saltará al retrato de la Lisboa multiétnica de "Tabu", una producción luso-brasileña dirigida por Miguel Gomes.
Filipinas concursa con "Captive", de Brillante Mendoza y con Isabelle Huppert que interpreta a una turista secuestrada por un grupo musulmán, mientras que la canadiense "Rebelle", dirigida por Kim Nguyen, traslada la acción al Congo.
También entre los aspirantes está el grecocolombiano Spiros Stathoulopoulos, con "Meteora", centrado ese monasterio ortodoxo.
EEUU presenta un solo concursante, "Jayne Mansfield's Car", de Billy Bob Thornton, mientras que el cine anfitrión compite con tres: Christian Petzold, con "Barbara"; Matthias Glasner, con "Gnade" ("Mercy"), y Hans Christian Schmid, con "Was bleibt" ("Home For The Weekend").
Completan la selección europea la francesa "À moi seule", de Frederic Videau; la suizo-francesa "L'enfant d'en haut", de Ursula Meier; la danesa "A royal affair", de Nikolaj Arcel, y la húngara "Csak a szél" ("Just The Wind"), de Benedek Fliegauf.
Entre las presencias más esperadas, fuera de concurso, estarán las de Meryl Streep, que recibirá su Oso de Oro de Honor, y su colega Angelina Jolie, quien debuta como directora con "In The Land Of Blood And Honey", una historia de amor imposible serbiobosnia.
Javier Bardem acudirá con el documental "Hijos de las nubes. La última colonia", centrado en el conflicto del Sahara, mientras que Antonio Banderas lo hará con "Haywire", de Steven Soderbergh.
Otras estrellas ajenas a la competición pero esperadas en Berlín son Uma Thurman y Robert Pattinson, con "Bel Ami"; así como Juliette Binoche, al frente de "Elles", y Salma Hayek, con el equipo de Álex de la Iglesia y "La chispa de la vida". EFE
gc/jcb/car
(foto) (audio) (vídeo)

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