viernes, 6 de febrero de 2015

Rampling la clava, Binoche se salva

Y en eso llegó Charlotte


Rampling, una intrusa real en el mundo de aventureras ficticias

Gemma Casadevall



Berlín, 6 feb (EFE).- La actriz Charlotte Rampling aportó hoy a la Berlinale un retrato de mujer real con "45 Years", un filme que explora 45 años de vida conyugal y que actuó de contrapunto a sucesivas intrépidas aventureras mostradas en este festival. 
De las dunas africanas en que se mueve Nicole Kidman, en "Queen of the Desert" o los hielos árticos de Juliette Binoche en "Nobody Wants the Night", ambas convertidas en exploradoras de principios de 1900, Rampling pasó a las neblinas del presente en alguna provincia británica. 
"Mi película investiga en lo recóndito que puede persistir en una pareja de largo recorrido conyugal, que cree saberlo todo uno del otro, hasta que aparece un factor esencial del que nunca hablaron", explicó Andrew Haigh, director de "45 Years", uno de los 19 filmes a concurso. 
En ese contexto de neblinas se mueven Rampling y su esposo en el filme, Tom Courtenay, ambos presentes en Berlín junto al cineasta británico, nacido en 1973, que de alguna manera más bien parecía el hijo del dúo de veteranos actores que su director. 
Rampling es una esposa que cree "saber todo del otro, dominar el escenario", pero que de pronto se aterra al pensar que siempre hubo una presencia ajena y concluye que esa fue quien determinó las decisiones de ambos "incluida la de casarse". 
El detonante es una carta, donde se comunica al marido que fue hallado el cadáver de una mujer, su novia, fallecida en un accidente en los Alpes suizos 50 años atrás. 
Kate, la mujer que interpreta Rampling, pasa del papel de perfecta esposa, consagrada a preparar la fiesta de su 45 aniversario de boda, al de amargada mujer incapaz de creer en su larga relación conyugal. 
Desconfía y espía al marido, mientras este se pierde hurgando en el desván en busca de los recuerdos de ese amor de juventud. 
Ambos actores están impecables y dotados a partes iguales de la maligna ironía británica que convierte una frase soltada al aire en una proclamación. 
Rampling, sin embargo, brilló especialmente en esta jornada, tal vez porque su mujer real se sitúa en las antípodas de la Josephine Peary, la exploradora ártica que es Binoche en el filme de la española Isabel Coixet, o Gertrude Bell, su homóloga del desierto, a las órdenes del alemán Werner Herzog. 
Binoche deslumbró sobre la alfombra roja en la inauguración del festival, mientras que Kidman lo hizo hoy, en su segunda jornada, acompañada de James Franco, su perfecto amor en la película de Herzog y una de las presencias masculinas más esperadas en Berlín. 
La recepción de la crítica internacional, en los pases para la prensa, fue glacial para ambas películas, tachadas de poco creíbles -en el caso de Coixet- o superficiales -para la de Herzog-. 
El director del festival, Dieter Kosslick, había anunciado un desfile de mujeres poderosas e incluso programó a una directora -Coixet- para la inauguración, lo que no ocurría en Berlín desde que en 1995 abrió el festival "Das Versprechen", de Margarethe von Trotta. 
Kidman y Binoche dieron brillo a la alfombra roja en el arranque del festival, ambas espléndidas en sus respectivos papeles, pero si hablar de personajes femeninos poderosos implica hacerlo de mujeres reales, la triunfadora hoy fue Rampling. EFE 
gc/cr



Herzog dejó en la Berlinale su canto al desierto entonado por Kidman y Franco

Gemma Casadevall

Berlín, 6 feb (EFE).- El director alemán Werner Herzog dejó en la Berlinale un canto al desierto africano fílmicamente perfecto, con los estelares Nicole Kidman y James Franco sobre su alfombra roja, en una jornada cuyo héroe "en ausencia" fue el iraní Jafar Panahi. 
"Es un homenaje al desierto y los beduinos, a unos escenarios y seres demonizados por los conflictos actuales, pero que encierran una poética deslumbrante", afirmó Herzog sobre "Queen of the Desert", una superproducción rodada en inglés con la que el maestro del cine alemán concurre en esta Berlinale. 
El vehículo transmisor del tributo es Gertude Bell, la escritora y exploradora británica determinada a cabalgar sobre las dunas mientras su Imperio busca repartir África como un pastel entre las potencias colonizadoras, por supuesto sin contar con sus habitantes. 
"La química entre nosotros y el paisaje funcionó al instante. Contamos con el buen hacer del director. Pero también con la fuerza de la naturaleza. La nuestra y la del desierto", resumió Kidman, reina del film y también de esta jornada de la Berlinale. 
"Con Nicole es casi imposible que algo pueda salir mal o que la química no funcione", completó Franco, muy en su papel de galán. 
"The Queen of the Desert" recrea los tópicos de la pasión entre dos seres perfectos -Kidman y Franco-, que en lugar de apoderarse de la inmensidad de Oriente Medio aprenden su poética, mientras quienes les rodean se mueven en la cursilería colonial británica. 
Ella es una heroína que, sin su amado, entregará su corazón al desierto y su intelecto al estudio de los beduinos, para tropezarse con un Lawrence de Arabia interpretado por Robert Pattinson, un actor que no logra desprenderse de su imagen de vampiro disfrazado. 
Herzog muestra a una elite británica que, en tiempos del imperio otomano, ignora las reglas del juego y las diferencias entre drusos, suníes, alauitas o chiítas, por lo que quedará condenada a perder sus batallas en tierra ajena. 
Fue un paseo fílmico, con una Kidman cruzando el desierto en caravanas de camellos, con porte parecido al de Juliette Binoche atravesando los hielos árticos en su trineo en "Nobody Wants the Night", la película de Isabel Coixet que inauguró el festival. 
La alfombra roja tuvo así su desembarco de seres estelares en la segunda jornada de competición, donde además se celebró el último filme de Panahi, "Taxi", que rodó burlando la inhabilitación dictada por Teherán contra uno de sus directores críticos. 
"Soy un cineasta. No puedo hacer otra cosa que películas", afirmó Panahi en la declaración escrita que acompañó el estreno de "Taxi", como único pronunciamiento posible del director al que una vez más no se autorizó a salir de Irán. 
Panahi brilló en la pantalla como el taxista que interpreta en la película, diseñada como un falso "reality" con pasajeros que suben y bajan del vehículo, a modo de mosaico o retrato del Teherán de hoy. 
Es un amable taxista, pero también el cineasta prohibido cuya identidad algún pasajero "descubre" sin dificultad. Por su automóvil discurrirá todo aquel que le parece relevante para su retrato, incluida la abogada defensora de activistas y críticos al régimen. 
Un especial papel tiene la sobrina del director, una niña que también quiere hacer su cortometraje, pero acorde a las consignas manipuladoras de su maestra, con la regla de la autocensura. 
El filme pretende dejar en el aire si se trata de pasajeros reales o de actores, aunque a media película apenas nadie cree ya en la casualidad, puesto que deja de disimularse la existencia de un guión construido al milímetro para que todo encaje. 
"Taxi" recibió el aplauso de la Berlinale, tanto en lo fílmico como a modo de saludo solidario al héroe al que en 2010 Teherán condenó a 20 años de inhabilitación profesional. 
Ello no le impide estar presente puntualmente en un festival que le mima; en 2011 participó en la sección oficial con "Offside", mientras que en 2013 lo hizo con "Courtain Close", asimismo rodada burlando la prohibición, en ese momento aún más estricta que ahora. 
El tercer filme a competición, "45 Years", presentó a una Charlotte Rampling que pasa de ser la esposa perfecta y consagrada a preparar su 45 aniversario de su boda, a la mujer amargada que no perdona un amor nunca confesado de la remota juventud de su marido. 
El filme, dirigido por Andrew Haigh, es pura contención e ironía maligna británica, con una Rampling absolutamente impecable y, como siempre, bordando su papel. EFE 
gc/nl/cr 
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jueves, 5 de febrero de 2015


Juliette y poco más



El drama entre hielos con una espléndida Binoche abre la Berlinale

Gemma Casadevall

Berlín, 5 feb (EFE).- La espléndida Juliette Binoche inauguró hoy la alfombra roja de la Berlinale al frente de "Nobody Wants the Night", el hermoso y extremo drama entre hielos árticos dirigido por la española Isabel Coixet, que abrió la caza del Oso del festival. 
La 65 edición del festival berlinés se inició con una heroica Binoche en el piel de Josephine Peary, la esposa del descubridor del Polo Norte que en 1908 se lanzó tras los pasos de su marido para "sorprenderlo" en plena expedición. 




Las advertencias de los más experimentados colegas de su esposa, en contra de cruzar Groenlandia a punto de empezar la larga noche ártica no la detienen. No es una incauta, dio a luz a su hija en una expedición, pero intuye que será la última aventura del esposo, cuya gloria quiere compartir. 
Arranca así una aventura extrema y una relación inesperada con una mujer inuit -Rinko Kikuchi-, con la que comparte más de lo que desea o imaginó, por encima de que la situación de partida sea la hostilidad hacia un ser al que considera inferior. 
"En cuanto leí el guión de Miguel Barros supe que iba a hacer el filme, aunque no sabía exactamente cómo lo lograría. Es la historia del descubrimiento del Polo desde la perspectiva fascinante de alguien que no lo alcanzó, la esposa", afirmó Coixet. 
De blanco inmaculado, como las nieves entre las que discurre la película, Binoche explicó que el filme, tal como reza su título, muestra "que nadie quiere la noche, aunque en ocasiones debemos sumergirnos en ella para descubrir quiénes somos en realidad". 
La actriz se comportó como el ser real que es y reveló uno de los prodigios del filme: rodaron apenas unas semanas en Noruega, y el resto "fue simulación, hacer como que estábamos tiritando de frío, pese a encontrarnos en un plató de Tenerife, en junio". 
En la Berlinale es frase hecha afirmar del primer filme a concurso que con que él se abrió la caza del oso. En este caso la afirmación es incluso literal: la secuencia de arranque es una Binoche abatiendo su primer ejemplar polar con un fusil. 
La actriz francesa estará en todo momento espléndida, tanto en ese momento como acarreando su gramófono por el Ártico, compartiendo con la mujer inuit su cubertería de plata o empezando a perder pelo y uñas, puesto que los rigores árticos no respetan exquisiteces. 
Una película a la medida de la diva, que engulle con su mirada todo cuanto la rodea, sea Kikuchi -que repite con Coixet- o Gabriel Byrne, el explorador curtido en la nieve que acaba quedando atrás frente a la determinación de Josephine. 
Y un filme que permite a Coixet demostrar su dominio de la cámara, su enorme versatilidad o a alergia al anquilosamiento, como ya dejó claro a lo largo de sus sucesivas visitas al festival. 
La Berlinale aclamó a Binoche como la diva indiscutible para su primera alfombra roja y acogió a Coixet como a una amiga de la casa. 
Era la séptima visita de Coixet a ese festival, desde que en 1996 se estrenó con una sencilla historia de amor, "Cosas que nunca te dije", exhibida en la sección Panorama. 
Luego entró en competición, en 2003, con un canto a la vida, "My Life Without Me"; y repitió en la sección a concurso en 2008 con "Elegy"; en 2007 asistió como miembro del colectivo firmante del documental "Invisibles"; en 2009 integró su jurado internacional y en 2011 exhibió el documental "Escuchando al juez Garzón". 
Su última visita a la Berlinale, hasta hoy, fue en 2013, con "Ayer no termina nunca", una historia romántica en tiempos de crisis, que acudía fuera de concurso. 
Si es cierto que Coixet caza esta vez el Oso se verá tras el desfile de los 19 filmes a competición, entre los que repartirá sus premios el jurado presidido por el director estadounidense Darren Aronofsky ("Noah"). 
Secundan al cineasta como rostros más visibles del jurado la peruana Claudia Llosa -Oso de Oro en 2009 con "La teta asustada"; el actor alemán de raíces españolas Daniel Brühl y la actriz francesa Audrey Tautou, los rostros más visibles del jurado. 
Hasta el 14 de febrero en que entregarán sus Osos, este equipo habrá enjuiciado los filmes de cineastas consagrados -como Werner Herzog, Terrence Malick, Benoit Jacquot, Peter Greenaway, más los chilenos de Patricio Guzmán y Pablo Larraín-, y de neófitos como el guatemalteco Jayro Bustamante o la italiana Laura Bispuri. 
Todos ellos forman parte del restringido club de la sección a concurso, en un festival que incluye en sus distintos apartados 441 filmes y que aspira, como mínimo, a alcanzar el cómputo de entradas vendidas al público del año pasado: 325.000. EFE 
gc/cr

miércoles, 4 de febrero de 2015


Isabel+ Berlinale, again


Coixet inaugura la Berlinale con una aventurera Binoche

Gemma Casadevall



Berlín, 4 feb (EFE).- La actriz Juliette Binoche abrirá mañana el desfile de estrellas de la Berlinale con "Nobody Wants the Night", de la española Isabel Coixet, al que seguirán otros 18 aspirantes al Oso dirigidos, entre otros, por Peter Greenaway, Terrence Malick, Werner Herzog o los chilenos Patricio Guzmán y Pablo Larraín. 
La diva francesa y su historia "de amor y aventuras", en palabras del director del festival, Dieter Kosslick, será la primera de las grandes presencias que se espera en la Berlinale, que contará con Nicole Kidman, Robert Pattinson, James Franco, Charlotte Rampling, Cate Blanchett, Natalie Portman o Christian Bale. 
El filme de Coixet discurre entre impactantes paisajes nevados, alrededor de una intrépida Binoche que parte en busca de su esposo, el explorador del ártico Joseph Peary (Gabriel Byrne), y que desarrolla una atípica relación con una mujer inuit (Rinko Kikuchi). 
Se trata de la sexta película que presenta en la Berlinale Coixet, desde que en 1996 exhibió "Cosas que nunca te dije", mientras que Binoche es una de las actrices especialmente queridas por ese festival. 
La Berlinale llega a su 65 edición dispuesta a reeditar su vocación de festival en que conviven espectáculo y cine de alto voltaje, así como grandes nombres y debutantes. 
Kosslick ha destacado no solo la presencia de Greenaway o Malick, sino también la del guatemalteco Jayro Bustamante con "Ixcanul", el debut de Guatemala a concurso con un filme de corte indígena. 
Malick, Oso de Oro en 1999 con "The Thin Red Line", compite con "Knight of Cups", otro exponente de la cimbreante cámara del director, con Bale, Blanchett y Portman. 
De Herzog se espera con expectación "Queen of the Desert", con Kidman en la piel de otra mujer intrépida -esta vez, a través de las dunas del desierto-, acompañada de Franco y Pattinson. 
Entre las películas de contenido político estará "El botón de nácar", un documental con el Guzmán incide en la tragedia de los desaparecidos y la dictadura de Augusto Pinochet y que sigue a su celebrada "Nostalgia de la luz". 
Chile corrobora su buen momento cinematográfico y compite por partida doble a través de "El Club", el filme de Larraín, centrado en sacerdotes "perdidos" entre dilemas personales o judiciales y protagonizada por Roberto Farías, Antonia Zegers y Alfredo Castro. 
Greenaway aportará al festival otro filme con componente latinoamericano, a través de "Eisenstein in Guanajuato" y la recreación del rodaje de "¡Que viva México!" que el legendario maestro del cine soviético nunca llegó a completar. 
Por parte del país anfitrión lucharán por el Oso Sebastian Schipper y "Victoria" -con Laia Costa en el papel de una española en el barrio multiétnico berlinés de Kreuzberg-, así como Andreas Dresen, un habitual del festival que presenta "Als wir träumen". 
Otro viejo amigo a competición en Berlín será el iraní Jafar Panahi, ahora con "Taxi", para la que Kosslick espera poder contar en la presencia en la capital alemana de ese director, si las autoridades de Teherán lo permiten. 
El cine francés estará representado por "Journal d'une femme de chambre", de Benoit Jacquot e interpretada por la sensual Léa Seydou, mientras que por parte británica acude "45 Years", de Andrew Haigh, con Charlotte Rampling en el papel de una desgastada esposa. 
Asimismo a competición irán tres producciones asiáticas -la vietnamita "Cha và con và", la china "Yi bu zhi yao" y la japonesa "Ten no chasuke"-. 
Cierran la lista de aspirantes la rusa "Pod elecricheskimi oblakami", la italiana "Vergine giurata", la rumana "Aferim" y la polaca "Body". 
Entre estos títulos de cinematografías poderosas o recónditas, buscará su Oro el jurado presidido por el director estadounidense Darren Aronofsky y formado, entre otros, por la actriz francesa Audrey Tautou, la cineasta peruana Claudia Llosa -Oso de Oro en 2009 con "La teta asustada"-, y el actor alemán Daniel Brühl. 
Las películas a concurso son 19, pero en la Berlinale se verán cerca de 400 en sus distintas secciones, algunas con buenos aportes de estrellato sobre la alfombra roja 
Así, acude fuera de competición, "Cenicienta", de Keneth Branagh y con Cate Blanchett; "Mr. Holmes", de Bill Condon y protagonizada por Ian McKellen; y "Every Thing Wil Be Fine", interpretada por Franco y Charlotte Gainsbourg y dirigida por Wim Wenders, quien recibirá año el Oso de Oro de Honor de la Berlinale. EFE 
gc/nl/agf 
(foto) (vídeo)

martes, 27 de enero de 2015


Esperando a Coixet






Kidman, Franco, en una Berlinale con mucho acento hispano









Gemma Casadevall

Berlín, 27 ene (EFE).- La Berlinale desplegará su alfombra roja entre el 5 y el 15 de febrero para Juliette Binoche, Nicole Kidman, Robert Pattinson y James Franco, entre otros, en una edición con mucho acento hispano tanto entre los aspirantes al Oso, como en el resto de sus secciones y hasta en el jurado.
La película "Nobody Wants the Night", de la española Isabel Coixet, abrirá la lucha de los 19 aspirantes al Oso, entre los que se incluyen los chilenos Patricio Guzmán y Pablo Larraín, el guatemalteco Jayro Bustamante y nombres como Peter Greenaway, Terrence Malick, Werner Herzog y Benoit Jacquot.
Al filme de Coixet, una película "potente" de "mujeres fuertes", en palabras del director de la Berlinale, Dieter Kosslick, le corresponde inaugurar el festival y aportar el primer desembarco de estrellas, con Binoche al frente y Gabriel Byrne.
Malick, Oso de Oro en 1999 con "La delgada línea roja" ("The Thin Red Line"), traerá a Berlín "Knight of Cups", interpretado por Christian Bale, Cate Blanchett y Natalie Portman, mientras que Herzog compite con "Queen of the Desert", con Kidman, Franco y Pattinson.
Kosslick, que presentó hoy oficialmente el programa, se aseguró así buenas dosis de estrellato internacional, en combinación con lo que el director de la Berlinale califica de "cine de impacto", político y social.
En esa categoría destacó "El botón de nácar", un documental chileno-español-francés dirigido por Guzmán, que sigue a "Nostalgia de la luz" y que traza vínculos entre el exterminio de etnias australes, en la colonización, y "los capítulos más oscuros", en palabras de Kosslick, de la dictadura de Augusto Pinochet.
Su compatriota Larraín traza en "El Club" una historia de sacerdotes "perdidos" entre dilemas personales o judiciales.
Por su parte, Bustamante lleva a Guatemala por primera vez a competición con "Ixcanul", un filme que escarba en las raíces indígenas, uno de los ejes temáticos de una Berlinale cuyo ciclo "Native" -a exhibición- recorrerá a través de 18 filmes toda América Latina.
Completa el círculo de producciones con componente latinoamericana "Eisenstein in Guanajuato", rodado en México por Greenaway y asimismo uno de los títulos destacados por Kosslick.
Por si faltaban acentos en español, irá a competición "Victoria", del alemán Sebastian Schipper e interpretada por Laia Costa, como una española en el barrio multiétnico berlinés de Kreuzberg.
En el jurado se sentarán, junto al director estadounidense Darren Aronofsky y la actriz francesa Audrey Tautou, la cineasta peruana Claudia Llosa, Oso de Oro en 2009 con "La teta asustada" y en competición el año pasado con "Aloft", así como el actor alemán, de raíces españolas, Daniel Brühl.
El propio Kosslick admitió entre bromas, en un encuentro previo con medios extranjeros, que en la Berlinale de este año se hablará "casi más español que alemán", lo que le puede reportar alguna crítica doméstica, como le ocurre al técnico Pep Guardiola con su "españolizado" Bayern Múnich.
Alemania está en competición a través de "Victoria", con el filme de Herzog -en una producción estrictamente estadounidense-, y con Andreas Dresen, un habitual del festival que presentará "Als wir träumen".
De Irán, una de las cinematografías mimadas por la Berlinale, llegará Jafar Panahi, otro asiduo al festival, ahora con "Taxi", mientras Jacquot representará a Francia con "Journal d'une femme de chambre", con Léa Seydoux.
Por parte asiática acuden la japonesa "Ten no chasuke", de Sabu, así como la vietnamita "Cha va con va", de Phan Dang Di, y la china "Yi bu zhi yao", de Jiang Wen.
Otros filmes a concurso son "45 Years", de Andrew Haigh e interpretado por Charlotte Rampling; "Pod elecricheskimi oblakami" ("Under Electric Clouds", en su título en inglés), del ruso Alexey German; y "Vergine giurata", de la debutante italiana Laura Bispuri.
Cierran la lista de aspirantes a premio la rumana "Aferim", de Radu Jude, y la polaca "Body", de Malgorzata Szumowska.
Fuera de competición, pero en la sección oficial, se exhibirá "Cenicienta", de Keneth Branagh y con Cate Blanchett.
Asimismo se exhibirán "Mr. Holmes, de Bill Condon y protagonizada por Ian McKellen; "Every Thing Wil Be Fine", de Wim Wenders e interpretada por Franco y Gainsbourg y "Elser", del alemán Oliver Hirschbiegel ("El hundimiento") y centrado en el atentado fallido contra Adolf Hitler realizado por Georg Elser.
Wenders será homenajeado con el Oso de Oro de Honor del festival, que en total incluirá unos 400 filmes entre todas sus secciones. EFE
gc/nl/cat

Esperando a Patricio




Chile, Guatemala y México abanderan una Berlinale muy latinoamericana








Gemma Casadevall

Berlín, 27 ene (EFE).- Los chilenos Patricio Guzmán y Pablo Larraín, más el guatemalteco Jayro Bustamante, abanderan a América Latina en la sección a concurso de la Berlinale, que se celebrará del 5 al 15 de febrero y cuyo programa incluirá la mayor representación de cine hispano que se recuerda en ese festival.
"La Berlinale se ha puesto muy latinoamericana. De ahí proceden filmes de alto impacto, sea de cineastas de la región o de otros 'adoptados'", apuntó el director del festival, Dieter Kosslick, al presentar hoy su programa al completo y en alusión al "Eisenstein in Guanajuato", rodada por Peter Greenaway en México.
Unos cincuenta filmes, repartidos en las distintas secciones del festival, forman esa amplia representación latina en el festival de Berlín, en cuyo jurado internacional estará la cineasta peruana Claudia Llosa, Oso de Oro en 2009 con "La teta asustada" y presente en 2014 en competición con la superproducción "Aloft".
Entre los filmes de impacto político a concurso este año sitúa Kosslich "El botón de nácar", un "intenso documental" incluido entre los 19 aspirantes al Oso, en que el cineasta chileno vuelve sobre los pasos de su anterior cinta, la aclamada "Nostalgia de la luz".
Si ahí situó su cámara en el desierto de Atacama, para seguir los pasos de familiares de desaparecidos en la dictadura, ahora incide "en uno de los capítulos más terribles del régimen de Augusto Pinochet", dijo Kosslick, en referencia a quienes fueron arrojados al mar.
El filme traza hilos conductores entre los crímenes de la dictadura y el exterminio de etnias australes durante la colonización, "como si Pinochet hubiera perfeccionado un mismo instinto criminal", en palabras del director de la Berlinale.
Su compatriota Larraín estará también entre los candidatos a premio con "El Club", la historia de unos sacerdotes "perdidos" entre problemas judiciales, personales o mentales.
Son dos exponentes del buen cine chileno del momento, que acuden a la Berlinale tras el éxito de "Gloria", de Sebastián Lelio, Oso de Plata en 2013 a su actriz Paulina García.
"Por fin tenemos a Guatemala en competición", apuntaba Kosslick respecto al filme de Bustamante "Ixcanul", una película que además concurre al premio a la mejor ópera prima de la Berlinale.
A las tres aspirantes de cineastas latinoamericanos se une el filme de Greenaway, centrada en el larguísimo rodaje de "¡Que viva México!", la película que el legendario Eisenstein nunca llegó a completar.
Esta coproducción entre Holanda, Bélgica, México y Finlandia, que encabeza la representación de once filmes que presenta ese país en Berlín, entre ellos "600 millas", Gabriel Ripstein, que se exhibirá en la sección Panorama, la segunda del festival.
Muy profusa será también la presencia de América Latina entre los cortometrajes a concurso, donde estarán la argentinodanesa "The Mad Half Hour", de Leonardo Brzezicki, la brasileña "Mar de Fogo", de Joel Pizzini, y la chilena "San Cristóbal", de Omar Zúñiga Hidalgo.
El ciclo de cine "Native" se abocará exclusivamente a la región, con un total de 18 títulos, de los años 50 a la actualidad, con los que se quiere recrear "la aventura vital, artística y ancestral del cine indígena en América Latina", en palabras de la responsable de la sección, la neozelandesa Maryanne Redpath.
En Panorama, Argentina presentará "El incendio", de Juan Schnitman, y "Mariposa", de Marco Berger, mientras que Brasil estará ahí con "Que Horas Ela Volta?, de Anna Muylaert, "Sangue azul", de Lirio Ferreira, "Ausência", de Chico Teixeira.
En Forum se exhibirán la brasileña "Beira-Mar", de Filipe Matzembacher, la argentina "H.", de Rania Attieh, las chilenoargentinas "Mar", de Dominga Sotomayor, y "La mujer de barro", de Sergio Castro San Martín, así como la mexicana "La maldad", de Joshua Gil, y la colombiana "Violencia, de Jorge Forero.
El cine hispano estará asimismo representado en Generation, con filmes como el argentino "El Gurí", de Sergio Mazza, (Argentina) y el boliviano "Primavera", de Joaquín Tapia, entre otros.
Finalmente, en Cine Culinario, sección instituida por Kosslick hace diez años y "mimada" especialmente por el festival, presentará las peruanas "Buscando a Gastón", de Patricia Pérez, y "El sueño de Sonia", de Diego Sarmiento. EFE
gc/cat
(foto)

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