sábado, 11 de febrero de 2017
Recuperando seres célebres
El Giacometti de Rush aportó veteranía a una Berlinale abocada al cine social
Gemma Casadevall
Berlín, 11 feb (EFE).- El filme "Final Portrait", con Geoffrey Rush en el papel de un Alberto Giacometti senil y brillante, aportó hoy veteranía a una Berlinale cuya sección a concurso reflejó la vocación del festival de brindar su pantalla al cine social.
Rush, homenajeado por el festival berlinés con una Cámara de Oro al conjunto de su carrera, hizo una exhibición de maestría, como puntal de un filme hecho a su medida e incluido en la sección oficial, aunque fuera de concurso.
"Preparó durante dos años su personaje. El resultado en una combinación entre el trabajo previo y un dejarse llevar, con fuertes dosis de humor, algo que Geoffrey comparte con Giacometti", explicó el estadounidense Stanley Tucci, director de la película, en la presentación a los medios que siguen el festival.
Giacometti, el creador de sublimes y esqueléticas esculturas, se ciñe en el filme al cien por cien el tópico del ególatra, déspota y viejo verde que se supone fueron casi todos los genios en su vejez, sobre todo los más mimados y cotizados en el mercado del arte.
Es un nihilista algo colérico, que se eterniza pintando el retrato del crítico estadounidense James Lord (Armie Hammer), quien día a día debe retrasar el regreso a su país para sentarse en una destartalada silla y posar.
Todo ocurre en el París de 1964, entre el taller del artista, los cafés y restaurantes que Giacometti frecuentó o sus prostíbulos, entre las rabietas de su escuálida esposa, Annette (Sylvie Testud), y su consentida amante, Caroline (Clémence Poésy), su obsesión y elixir de vida.
El filme de Tucci -"The Impostors"- no compite, pero estaba predeterminado para eclipsar a las concursantes del día, la franco-senegalesa "Félicité" y la austríaca "Wilde Maus".
La primera, dirigida por Alain Gomis, discurre entre calles, bares y camas de hospital de Kinshasa y muestra una África indolente y desesperanzada, pero en la que emerge como un milagro una precaria orquesta y coro, en medio del caos y la basura omnipresente.
"En nuestro mundo, no solo en África, necesitamos urgentemente esperanza. Mi película muestra a personas que luchan en defensa de su dignidad", explicó el realizador franco-senegalés, quien ya compitió en ese festival en 2012 con "Aujourd'hui".
La lucha por la dignidad la encarna una mujer acostumbrada a no doblegarse y a la que la cámara acompaña mientras implora o exige a golpes a vecinos, patronos, parientes o exmarido el dinero que precisa para pagar la operación de su hijo adolescente.
Es una carrera contra reloj para Félicité, la cantante de un bar poblado por congoleños borrachos que manosean a las camareras, uno de los cuales demostrará que la felicidad puede consistir en lograr que un viejo frigorífico vuelva a funcionar.
Completó la jornada a concurso "Wilde Maus" ("Wild Mouse"), la película del austríaco Josef Hader que, si algo logró en el pase previo para los medios, fue ganarse la empatía de la Berlinale.
Su historia gira en torno a una situación que probablemente muchos temen entre la prensa especializada que sigue el festival: un crítico de prestigio -en ese caso, musical- al que despiden de la noche a la mañana porque sus columnas sesudas no son rentables.
En una Viena donde los informativos hablan a diario del drama colectivo de los refugiados o el terrorismo yihadista, al crítico no se le ocurre explicar su revés doméstico a su mujer, psicóloga, sino tratar de destrozar la vida y enseres del jefe que le despidió.
Hader va rellenando su historia con episodios y personajes muy de esa Europa bienintencionada que se ha acostumbrado a convivir con grandes tragedias colectivas y se enreda en dilemas bobos, como el vegano que exaspera a su pareja y se plantea dejar de consumir también ingredientes de Israel por los asentamientos palestinos.
El factor empatía funcionó y probablemente más de uno esperó al desenlace, ante la expectativa de que el filme resuelva la incógnita de qué hacer si el destino del protagonista acaba alcanzándole o si tratar de vengarse sobre el jefe tiene o no alguna perspectiva de éxito. EFE
gc/emm
(foto) (vídeo)
La seductora Chavela y el utópico Marx en una Berlinale muy biográfica
Gemma Casadevall
Berlín, 11 feb (EFE).- La seducción de Chavela Vargas y la utopía del joven Karl Marx son dos de las apuestas biográficas incluidas en la Berlinale, un festival que en su 67 edición abunda en perfiles de seres que marcaron el camino a la revolución, en lo individual o en lo colectivo.
El documental "Chavela", de las estadounidenses Catherine Gund y Daresha Kyi, tuvo su estreno en la sección Panorama Documento y es un retrato apasionado de esta cantante mexicana, nacida en Costa Rica, que rompió moldes y escandalizó a la sociedad de su época.
"Le jeune Karl Marx", incluido la sección Berlinale-Special, es pura película de ficción, basada en lo biográfico, dirigida por el haitiano Raoul Peck, un cineasta habitual del festival, en esta ocasión incidiendo en el pensador que luchó por transformar el mundo.
La personalidad arrebatadora de Chavela es el centro del universo del documental de las cineastas estadounidenses, mientras que el personaje del joven Marx, interpretado por August Diehl, comparte protagonismo con su amigo Friedrich Engels -Stefan Konarkse-, dos jóvenes alemanes deambulantes entre París, Bruselas y Londres.
El dúo de directoras aprovechó el estreno en Berlín para llamar la atención sobre el "momento difícil" que vive México, en alusión al muro fronterizo que piensa construir el presidente estadounidense Donald Trump, lo que les dio la primera ovación de la sala.
Las críticas a la política migratoria de la Casa Blanca se han convertido en constantes en esta Berlinale, un festival que presume de político y donde hay una abultada presencia de filmes mexicanos en sus diferentes secciones.
El siguiente gran aplauso vino al término del filme, que recorre en 90 minutos la biografía de Chavela Vargas a través en una larga entrevista con la artista, en alternancia con testimonios de varias de las mujeres que la amaron, la asesoraron o simplemente la admiraron.
La entrevista con Vargas fue grabada hace más de 25 años, cuando tenía ya 71 y había dejado definitivamente los escenarios, tras varios amagos de retirada, sea en medio de maremotos sentimentales o por los estragos causados por su adicción al tequila.
Incluye escenas de algunas de sus actuaciones más míticas, sea en Acapulco, el Carnagie Hall o Madrid, así como testimonios de quienes la veneraron o amaron, como el director español Pedro Almodóvar, que incorporó la voz de Chavela a algunas de sus películas.
Recopilar todo ese material, desde la entrevista a las sucesivas declaraciones, llevó décadas y finalmente se estrenó ahora en el festival, cinco años después de la muerte de Vargas, con 93 años.
El estreno sirvió para recuperar aspectos de la cantante que fuera de América Latina o de España tal vez no se conocen tan bien, como su carácter indómito, su homosexualidad y el magnetismo que la hizo irresistible para cualquier mujer a la que quiso conquistar, de la artista Frida Kahlo a la estrella Ava Gardner.
El retrato de la legendaria Chavela se inscribe en el conjunto de filmes en personajes reales, como el joven Marx, el artista suizo Albeto Giacometti -"Final Portrait", fuera de concurso- o, ya en la lucha por los Osos, "Django", centrada en la figura del jazz Django Reinhardt, y "Beuys", el documental sobre Joseph Beuys.
El haitiano Peck retrata a los dos padres del comunismo, Marx y Engels, como seres muy de carne y hueso, en lucha consigo mismos y con su época, decididos a cambiar el mundo, como una utopía internacionalista en la que, según destacó el propio director de la Berlinale, Dieter Kosslick, "nadie cree ya". EFE
gc/fpa
El Giacometti de Rush aportó veteranía a una Berlinale abocada al cine social
Gemma Casadevall
Berlín, 11 feb (EFE).- El filme "Final Portrait", con Geoffrey Rush en el papel de un Alberto Giacometti senil y brillante, aportó hoy veteranía a una Berlinale cuya sección a concurso reflejó la vocación del festival de brindar su pantalla al cine social.
Rush, homenajeado por el festival berlinés con una Cámara de Oro al conjunto de su carrera, hizo una exhibición de maestría, como puntal de un filme hecho a su medida e incluido en la sección oficial, aunque fuera de concurso.
"Preparó durante dos años su personaje. El resultado en una combinación entre el trabajo previo y un dejarse llevar, con fuertes dosis de humor, algo que Geoffrey comparte con Giacometti", explicó el estadounidense Stanley Tucci, director de la película, en la presentación a los medios que siguen el festival.
Giacometti, el creador de sublimes y esqueléticas esculturas, se ciñe en el filme al cien por cien el tópico del ególatra, déspota y viejo verde que se supone fueron casi todos los genios en su vejez, sobre todo los más mimados y cotizados en el mercado del arte.
Es un nihilista algo colérico, que se eterniza pintando el retrato del crítico estadounidense James Lord (Armie Hammer), quien día a día debe retrasar el regreso a su país para sentarse en una destartalada silla y posar.
Todo ocurre en el París de 1964, entre el taller del artista, los cafés y restaurantes que Giacometti frecuentó o sus prostíbulos, entre las rabietas de su escuálida esposa, Annette (Sylvie Testud), y su consentida amante, Caroline (Clémence Poésy), su obsesión y elixir de vida.
El filme de Tucci -"The Impostors"- no compite, pero estaba predeterminado para eclipsar a las concursantes del día, la franco-senegalesa "Félicité" y la austríaca "Wilde Maus".
La primera, dirigida por Alain Gomis, discurre entre calles, bares y camas de hospital de Kinshasa y muestra una África indolente y desesperanzada, pero en la que emerge como un milagro una precaria orquesta y coro, en medio del caos y la basura omnipresente.
"En nuestro mundo, no solo en África, necesitamos urgentemente esperanza. Mi película muestra a personas que luchan en defensa de su dignidad", explicó el realizador franco-senegalés, quien ya compitió en ese festival en 2012 con "Aujourd'hui".
La lucha por la dignidad la encarna una mujer acostumbrada a no doblegarse y a la que la cámara acompaña mientras implora o exige a golpes a vecinos, patronos, parientes o exmarido el dinero que precisa para pagar la operación de su hijo adolescente.
Es una carrera contra reloj para Félicité, la cantante de un bar poblado por congoleños borrachos que manosean a las camareras, uno de los cuales demostrará que la felicidad puede consistir en lograr que un viejo frigorífico vuelva a funcionar.
Completó la jornada a concurso "Wilde Maus" ("Wild Mouse"), la película del austríaco Josef Hader que, si algo logró en el pase previo para los medios, fue ganarse la empatía de la Berlinale.
Su historia gira en torno a una situación que probablemente muchos temen entre la prensa especializada que sigue el festival: un crítico de prestigio -en ese caso, musical- al que despiden de la noche a la mañana porque sus columnas sesudas no son rentables.
En una Viena donde los informativos hablan a diario del drama colectivo de los refugiados o el terrorismo yihadista, al crítico no se le ocurre explicar su revés doméstico a su mujer, psicóloga, sino tratar de destrozar la vida y enseres del jefe que le despidió.
Hader va rellenando su historia con episodios y personajes muy de esa Europa bienintencionada que se ha acostumbrado a convivir con grandes tragedias colectivas y se enreda en dilemas bobos, como el vegano que exaspera a su pareja y se plantea dejar de consumir también ingredientes de Israel por los asentamientos palestinos.
El factor empatía funcionó y probablemente más de uno esperó al desenlace, ante la expectativa de que el filme resuelva la incógnita de qué hacer si el destino del protagonista acaba alcanzándole o si tratar de vengarse sobre el jefe tiene o no alguna perspectiva de éxito. EFE
gc/emm
(foto) (vídeo)
La seductora Chavela y el utópico Marx en una Berlinale muy biográfica
Gemma Casadevall
Berlín, 11 feb (EFE).- La seducción de Chavela Vargas y la utopía del joven Karl Marx son dos de las apuestas biográficas incluidas en la Berlinale, un festival que en su 67 edición abunda en perfiles de seres que marcaron el camino a la revolución, en lo individual o en lo colectivo.
El documental "Chavela", de las estadounidenses Catherine Gund y Daresha Kyi, tuvo su estreno en la sección Panorama Documento y es un retrato apasionado de esta cantante mexicana, nacida en Costa Rica, que rompió moldes y escandalizó a la sociedad de su época.
"Le jeune Karl Marx", incluido la sección Berlinale-Special, es pura película de ficción, basada en lo biográfico, dirigida por el haitiano Raoul Peck, un cineasta habitual del festival, en esta ocasión incidiendo en el pensador que luchó por transformar el mundo.
La personalidad arrebatadora de Chavela es el centro del universo del documental de las cineastas estadounidenses, mientras que el personaje del joven Marx, interpretado por August Diehl, comparte protagonismo con su amigo Friedrich Engels -Stefan Konarkse-, dos jóvenes alemanes deambulantes entre París, Bruselas y Londres.
El dúo de directoras aprovechó el estreno en Berlín para llamar la atención sobre el "momento difícil" que vive México, en alusión al muro fronterizo que piensa construir el presidente estadounidense Donald Trump, lo que les dio la primera ovación de la sala.
Las críticas a la política migratoria de la Casa Blanca se han convertido en constantes en esta Berlinale, un festival que presume de político y donde hay una abultada presencia de filmes mexicanos en sus diferentes secciones.
El siguiente gran aplauso vino al término del filme, que recorre en 90 minutos la biografía de Chavela Vargas a través en una larga entrevista con la artista, en alternancia con testimonios de varias de las mujeres que la amaron, la asesoraron o simplemente la admiraron.
La entrevista con Vargas fue grabada hace más de 25 años, cuando tenía ya 71 y había dejado definitivamente los escenarios, tras varios amagos de retirada, sea en medio de maremotos sentimentales o por los estragos causados por su adicción al tequila.
Incluye escenas de algunas de sus actuaciones más míticas, sea en Acapulco, el Carnagie Hall o Madrid, así como testimonios de quienes la veneraron o amaron, como el director español Pedro Almodóvar, que incorporó la voz de Chavela a algunas de sus películas.
Recopilar todo ese material, desde la entrevista a las sucesivas declaraciones, llevó décadas y finalmente se estrenó ahora en el festival, cinco años después de la muerte de Vargas, con 93 años.
El estreno sirvió para recuperar aspectos de la cantante que fuera de América Latina o de España tal vez no se conocen tan bien, como su carácter indómito, su homosexualidad y el magnetismo que la hizo irresistible para cualquier mujer a la que quiso conquistar, de la artista Frida Kahlo a la estrella Ava Gardner.
El retrato de la legendaria Chavela se inscribe en el conjunto de filmes en personajes reales, como el joven Marx, el artista suizo Albeto Giacometti -"Final Portrait", fuera de concurso- o, ya en la lucha por los Osos, "Django", centrada en la figura del jazz Django Reinhardt, y "Beuys", el documental sobre Joseph Beuys.
El haitiano Peck retrata a los dos padres del comunismo, Marx y Engels, como seres muy de carne y hueso, en lucha consigo mismos y con su época, decididos a cambiar el mundo, como una utopía internacionalista en la que, según destacó el propio director de la Berlinale, Dieter Kosslick, "nadie cree ya". EFE
gc/fpa
viernes, 10 de febrero de 2017
Vino Richard, pero no McGregor
Gere plasma la escisión fraticida del "American way of life"
Gemma Casadevall
Berlín, 9 feb (EFE).- El actor estadounidense Richard Gere convirtió hoy el estreno de "The Dinner" en la Berlinale en un alegato contra el presidente de EE.UU., Donald Trump, a partir de una película centrada en la locura y las escisiones fratricidas del "american way of life".
"Aparentemente somos enfermos mentales. Pero comparado con nuestro presidente actual lo nuestro es un dolor pasajero", ironizó Steve Coogan, compañero de reparto y hermano de Gere en el filme, incluido en la sección a concurso del festival alemán.
"Con seguridad yo no estaría en esa comida", le siguió la broma Gere, a la pregunta de un periodista sobre qué le diría al presidente de su país en caso de coincidir con él en una cena a cuatro, como la que plantea el film.
Ya más en serio, y transportado a su labor como activista pro derechos humanos -el día anterior había abordado la situación del Tíbet en una reunión con la canciller Angela Merkel-, Gere se permitió un alegato "anti-Trump", al que imputó "haber elevado el mensaje de odio" en su país a "lo más alto".
"Trump vincula el término refugiado y terrorista. Y eso hace que ahora muchos estadounidenses crean que es lo mismo", sostuvo el actor ante la Berlinale, donde las críticas al presidente de EE.UU. se han convertido en la constante de cada conferencia de prensa.
"The Dinner", basada en el best-seller de Hermann Koch, plantea una locura que viene de antes que la que ahora representa -para muchos estadounidenses- Trump y que para el director del filme, Over Moverman, remite al "pecado original" de la guerra civil.
"América no ha superado esa guerra fratricida", explicó el realizador, quien con "The Dinner" regresó a la competición de la Berlinale, tras ganar haber ganado en 2009 con "The Messenger" el Oso de Plata al mejor guión.
"The Dinner" muestra a esos dos hermanos, Gere y Coogan, y sus respectivas esposas, Laura Linney y Rebecca Hall, tratando de lavar un pecado que no es propio, si no de sus hijos, aunque de alguna manera sí originaron los egocentrismos de cada uno.
La cita es en un restaurante más que exclusivo, al que el invita el poderoso senador que interpreta Gere, tal vez menos pragmático e hipócrita de lo que su neurótico, colérico y definitivamente racista hermano da por hecho.
El trasfondo es el crimen cometido conjuntamente por el hijo primogénito de cada uno de los dos contra una indigente que duerme en un cajero automático.
A diferencia de sus padres, los dos adolescentes sí se divierten juntos. El resultado, sin embargo, es casi peor que la división de los adultos, a lo que se suma el cisma existente entre los dos muchachos blancos y el hermano adoptivo de uno de ellos, negro.
"Hay un dilema tal vez legítimo, como es el ansia por proteger a los hijos pensando que la mejor manera es esconder lo ocurrido. Pero esconder los problemas, como vemos, no es el mejor camino para superarlos", indicó el director.
La producción estadounidense dominó la jornada a competición, donde además se presento una sencilla y minuciosa historia de amor entre dos seres anquilosados que comparten -literalmente- sus sueños por encima de la realidad del matadero donde ambos trabajan.
"Testrol és lélekröl" -"On Body and Soul"-, dirigida por la húngara Ildiko Enyedi, era el primero de los tres títulos procedentes del este de Europa seleccionados para la lucha por los Osos y fue recibida con calidez.
El filme gira en torno a la controladora de calidad de las reses que se abren en canal y dejar desangrar ante los ojos del espectador, una joven robótica de piel cristalina que rehuye todo contacto humano.
La casualidad de una investigación policial hará que descubra que, noche a noche, tiene exactamente el mismo sueño que uno de sus jefes, cada uno desde su perspectiva: el hermoso ciervo y su hembra.
Fue un buen contrapunto a "The Dinner", exponentes de formas muy distintas de entender la interpretación: la húngara, basándose en diálogos muy escuetos; la estadounidense, con ese punto de sobreinterpretación que suele acompañar los grandes dramas del "american way of life". EFE
gc/agf
(foto) (vídeo)
"Trainspotting", una secuela en lucha contra la mera nostalgia
Gemma Casadevall
Berlín, 10 feb (EFE).- El director Danny Boyle presentó hoy en la Berlinale su "T2 Trainspotting", una secuela del icónico filme rodado veinte años atrás, que huye de la mera nostalgia para retomar el hilo de la búsqueda del sentido de la vida encarnado por el personaje de Ewan McGregor.
"La nostalgia tiene sus peligros. Hay que mantenerla bajo control o acabas viéndote como un turista de tu propia juventud", explicó el cineasta británico en la presentación de su filme, recibido como uno de los platos fuertes del programa, pese a ir fuera de concurso.
El cineasta acudió acompañado por Ewen Bremner y Johnny Lee Miller, dos de sus actores de entonces y de ahora, además de Anjela Nedjalkova, la chica de la película y prácticamente la única nueva incorporación al conjunto.
Boyle defendió que su película puede verse "independientemente de la anterior", ya que lo que se establece entre ambas es una "conversación" y en que obviamente se juega la carta de la complicidad.
Fuera de la reincidente pregunta de hasta dónde es mera nostalgia y hasta dónde hay novedad, "T2 Trainspotting" retoma los personajes que sobrevivieron a las sobredosis de heroína de su antecesora.
Arranca en Amsterdam para trasladarse casi de inmediato a un Edimburgo que, como el cuarteto de entonces, también ha cambiado -"ahora es una ciudad más dinámica", explicó Boyle-.
Se trata a partir de ahí de aclarar si Renton -McGregor- realmente se convirtió en un cabeza de familia como quería o si dilapidó los 16.000 libras que robó al resto en más droga; qué hizo Spud -Bremmer- con las 4.000 libras de "consolación" que le dejó el prófugo o en qué quedó la malignidad de Begbie -Robert Carlyle-.
Acompañaron a Boyle hasta Berlín varios de sus actores, pero no McGregor, el actor al que el "Trainspotting" original catapultó en mayor medida a la fama.
Paradójicamente, él fue en los años pasados una presencia habitual en el festival berlinés, principalmente defendiendo películas en lucha por los Osos -el año pasado, "Miles Ahead", dirigida e interpretada por Don Cheadle, o en 2010 con la premiada "The Ghost Writer" ("El escritor"), de Roman Polanski-.
Nostálgica o no, "T2 Trainspotting", demuestra que veinte años no pasan sin más, tampoco en el cine.
En dos décadas se habrá perdido elasticidad y ritmo, intensidad y capacidad para reponerse a la mala vida.
"No somos tan jóvenes. No tenemos la energía de entonces. Pero Danny sabe como administrar la que nos queda. Es un maestro de la economía energética", explicó Bremner.
El personaje de Spud apenas ha cambiado, su rostro sigue siendo el puro reflejo de un cerebro quemado por las drogas que era ya 20 años después, por mucho que su amigo Renton trate de rehabilitarle con el deporte y el agua mineral.
McGregor, por su parte, no es el chico de sonrisa irresistible, sino un señor inevitablemente atractivo, que acaba remitiendo al personaje que fue cuando regresa a la habitación de adolescente donde sus padres le arrancaban, a golpe de terapia en seco, de la adicción a la heroína. EFE
gc/agf
(foto) (vídeo)
Gere plasma la escisión fraticida del "American way of life"
Gemma Casadevall
Berlín, 9 feb (EFE).- El actor estadounidense Richard Gere convirtió hoy el estreno de "The Dinner" en la Berlinale en un alegato contra el presidente de EE.UU., Donald Trump, a partir de una película centrada en la locura y las escisiones fratricidas del "american way of life".
"Aparentemente somos enfermos mentales. Pero comparado con nuestro presidente actual lo nuestro es un dolor pasajero", ironizó Steve Coogan, compañero de reparto y hermano de Gere en el filme, incluido en la sección a concurso del festival alemán.
"Con seguridad yo no estaría en esa comida", le siguió la broma Gere, a la pregunta de un periodista sobre qué le diría al presidente de su país en caso de coincidir con él en una cena a cuatro, como la que plantea el film.
Ya más en serio, y transportado a su labor como activista pro derechos humanos -el día anterior había abordado la situación del Tíbet en una reunión con la canciller Angela Merkel-, Gere se permitió un alegato "anti-Trump", al que imputó "haber elevado el mensaje de odio" en su país a "lo más alto".
"Trump vincula el término refugiado y terrorista. Y eso hace que ahora muchos estadounidenses crean que es lo mismo", sostuvo el actor ante la Berlinale, donde las críticas al presidente de EE.UU. se han convertido en la constante de cada conferencia de prensa.
"The Dinner", basada en el best-seller de Hermann Koch, plantea una locura que viene de antes que la que ahora representa -para muchos estadounidenses- Trump y que para el director del filme, Over Moverman, remite al "pecado original" de la guerra civil.
"América no ha superado esa guerra fratricida", explicó el realizador, quien con "The Dinner" regresó a la competición de la Berlinale, tras ganar haber ganado en 2009 con "The Messenger" el Oso de Plata al mejor guión.
"The Dinner" muestra a esos dos hermanos, Gere y Coogan, y sus respectivas esposas, Laura Linney y Rebecca Hall, tratando de lavar un pecado que no es propio, si no de sus hijos, aunque de alguna manera sí originaron los egocentrismos de cada uno.
La cita es en un restaurante más que exclusivo, al que el invita el poderoso senador que interpreta Gere, tal vez menos pragmático e hipócrita de lo que su neurótico, colérico y definitivamente racista hermano da por hecho.
El trasfondo es el crimen cometido conjuntamente por el hijo primogénito de cada uno de los dos contra una indigente que duerme en un cajero automático.
A diferencia de sus padres, los dos adolescentes sí se divierten juntos. El resultado, sin embargo, es casi peor que la división de los adultos, a lo que se suma el cisma existente entre los dos muchachos blancos y el hermano adoptivo de uno de ellos, negro.
"Hay un dilema tal vez legítimo, como es el ansia por proteger a los hijos pensando que la mejor manera es esconder lo ocurrido. Pero esconder los problemas, como vemos, no es el mejor camino para superarlos", indicó el director.
La producción estadounidense dominó la jornada a competición, donde además se presento una sencilla y minuciosa historia de amor entre dos seres anquilosados que comparten -literalmente- sus sueños por encima de la realidad del matadero donde ambos trabajan.
"Testrol és lélekröl" -"On Body and Soul"-, dirigida por la húngara Ildiko Enyedi, era el primero de los tres títulos procedentes del este de Europa seleccionados para la lucha por los Osos y fue recibida con calidez.
El filme gira en torno a la controladora de calidad de las reses que se abren en canal y dejar desangrar ante los ojos del espectador, una joven robótica de piel cristalina que rehuye todo contacto humano.
La casualidad de una investigación policial hará que descubra que, noche a noche, tiene exactamente el mismo sueño que uno de sus jefes, cada uno desde su perspectiva: el hermoso ciervo y su hembra.
Fue un buen contrapunto a "The Dinner", exponentes de formas muy distintas de entender la interpretación: la húngara, basándose en diálogos muy escuetos; la estadounidense, con ese punto de sobreinterpretación que suele acompañar los grandes dramas del "american way of life". EFE
gc/agf
(foto) (vídeo)
"Trainspotting", una secuela en lucha contra la mera nostalgia
Gemma Casadevall
Berlín, 10 feb (EFE).- El director Danny Boyle presentó hoy en la Berlinale su "T2 Trainspotting", una secuela del icónico filme rodado veinte años atrás, que huye de la mera nostalgia para retomar el hilo de la búsqueda del sentido de la vida encarnado por el personaje de Ewan McGregor.
"La nostalgia tiene sus peligros. Hay que mantenerla bajo control o acabas viéndote como un turista de tu propia juventud", explicó el cineasta británico en la presentación de su filme, recibido como uno de los platos fuertes del programa, pese a ir fuera de concurso.
El cineasta acudió acompañado por Ewen Bremner y Johnny Lee Miller, dos de sus actores de entonces y de ahora, además de Anjela Nedjalkova, la chica de la película y prácticamente la única nueva incorporación al conjunto.
Boyle defendió que su película puede verse "independientemente de la anterior", ya que lo que se establece entre ambas es una "conversación" y en que obviamente se juega la carta de la complicidad.
Fuera de la reincidente pregunta de hasta dónde es mera nostalgia y hasta dónde hay novedad, "T2 Trainspotting" retoma los personajes que sobrevivieron a las sobredosis de heroína de su antecesora.
Arranca en Amsterdam para trasladarse casi de inmediato a un Edimburgo que, como el cuarteto de entonces, también ha cambiado -"ahora es una ciudad más dinámica", explicó Boyle-.
Se trata a partir de ahí de aclarar si Renton -McGregor- realmente se convirtió en un cabeza de familia como quería o si dilapidó los 16.000 libras que robó al resto en más droga; qué hizo Spud -Bremmer- con las 4.000 libras de "consolación" que le dejó el prófugo o en qué quedó la malignidad de Begbie -Robert Carlyle-.
Acompañaron a Boyle hasta Berlín varios de sus actores, pero no McGregor, el actor al que el "Trainspotting" original catapultó en mayor medida a la fama.
Paradójicamente, él fue en los años pasados una presencia habitual en el festival berlinés, principalmente defendiendo películas en lucha por los Osos -el año pasado, "Miles Ahead", dirigida e interpretada por Don Cheadle, o en 2010 con la premiada "The Ghost Writer" ("El escritor"), de Roman Polanski-.
Nostálgica o no, "T2 Trainspotting", demuestra que veinte años no pasan sin más, tampoco en el cine.
En dos décadas se habrá perdido elasticidad y ritmo, intensidad y capacidad para reponerse a la mala vida.
"No somos tan jóvenes. No tenemos la energía de entonces. Pero Danny sabe como administrar la que nos queda. Es un maestro de la economía energética", explicó Bremner.
El personaje de Spud apenas ha cambiado, su rostro sigue siendo el puro reflejo de un cerebro quemado por las drogas que era ya 20 años después, por mucho que su amigo Renton trate de rehabilitarle con el deporte y el agua mineral.
McGregor, por su parte, no es el chico de sonrisa irresistible, sino un señor inevitablemente atractivo, que acaba remitiendo al personaje que fue cuando regresa a la habitación de adolescente donde sus padres le arrancaban, a golpe de terapia en seco, de la adicción a la heroína. EFE
gc/agf
(foto) (vídeo)
jueves, 9 de febrero de 2017
Un arranque flojo y un lindo jurado
Verhoeven y Luna, un comprometido jurado
Gemma Casadevall
Berlín, 9 feb (EFE).- El cineasta holandés Paul Verhoeven y el actor mexicano Diego Luna se presentaron hoy como un jurado comprometido para la Berlinale, el festival cuyo desfile de aspirantes al Oso abre este jueves "Django", el debut del francés Etienne Comar.
"Esperamos encontrar aquí diversidad, coraje, filmes que levanten controversia y sobre los que podamos discutir intensamente", apuntó Verhoeven, presidente del jurado, quien rechaza sentirse "amenazado" por las nuevas tecnologías o las series de televisión.
"No venimos a dar mensajes, sino a atender a los mensajes que el cine nos aporte a nosotros, como jurado", apuntó Luna, recibido como una "voz de México", en un momento en que éstas son "más necesarias que nunca", a juicio del festival, en alusión a la política migratoria del presidente estadounidense Donald Trump.
Tanto el holandés Verhoeven como el mexicano Luna había advertido que no pretendían, como jurado, lanzar "mensajes políticos preconcebidos", sino atender a la calidad de las aspirantes.
A título personal, Luna sí comentó que pensaba "aprender" en Berlín de la experiencia de sus ciudadanos en derribar barreras, en alusión a la división que partió la ciudad, en tiempos de la guerra fría, y el muro fronterizo que pretende construir Trump.
Verhoeven, quien acude a Berlín arropado en el éxito de su último filme, "Elle", ganador de un Globo de Oro, explicó que buena parte de todo se debe a su actriz, Isabelle Huppert, a quien "suplicamos de rodillas" hasta lograr que asumiera su papel protagonista.
Para algunos en la capital, el cineasta holandés sigue siendo el artífice del legendario cruce de piernas de Sharon Stone en "Basic Instinct" y, por tanto, un amante del alto riesgo escénico.
A Luna se le recuerda en la Berlinale por la exhibición en 2014 de su filme-homenaje al activista mexicano-estadounidense César Chávez, centrada en la lucha por mejorar las condiciones de vida de los inmigrantes empleados por los terratenientes californianos.
Junto a ambos forman parte del jurado la actriz alemana Julia Jentsch, uno de los rostros del cine anfitrión habitual de ese festival -como "Sophie Scholl" en 2005 y "24 Wochen", el año pasado- y su colega estadounidense Maggie Gyllenhaal -"The Dark Knight".
Completan el equipo el artista islandés Olafur Eliasson, uno de los nombres más cotizados del arte actual, el aclamado director chino Wang Quan'an y la productora tunecina Dora Bouchoucha Fourati.
Entre hoy y el sábado 18, en que entregarán sus Osos, al equipo le corresponderá buscar a su favorito entre las 18 aspirantes.
La selección incluye producciones profusas en grandes estrellas, como la estadounidense "The Dinner", interpretada por Richard Gere y Laura Linney, y "The Party", con Bruno Ganz y Kristin Scott Thomas.
También habrá dos aspirantes latinoamericanas: la brasileña "Joaquim", de Marcelo Gomes, un duro retrato de la guerra contra el poder colonial portugués, así como "Una mujer fantástica", del chileno Sebastián Lelio.
Con expectación se espera al finlandés Aki Kaurismäki y su "Toivon tuolla puolen" ("The Other Side of Hope"), sobre el núcleo formado por un refugiado, una camarera, un cocinero y un viajante.
El este de Europa compite con varios pesos pesados: la polaco-checa "Pokot", de Agnieszka Holland; la rumana "Ana, mon amour", de Calin Peter Netzer, y la húngara "Teströl és lélekröl" ("On Body and Soul"), de Ildiko Enyedi.
El cine anfitrión lo hace con Volker Schlöndorff y "Return to Montauk"; el documental "Beuys", de Andres Veiel, y "Helle Nächte" (Bright Nights), de Thomas Arslan-, mientras que Austria presenta "Wilde Maus" ("Wild Mouse"), de Josef Hader.
Francia está en competición con una coproducción senegalesa filmada en el Congo, "Félicité", de Alain Gomis; y Portugal lo hace con "Colo", de Teresa Villaverde.
Representando al cine asiático están la coreana "Bamui haebyun-eoseo honja" ("On the Beach at Night Alone") del aclamado Hong Sangsoo; la película de animación china "Hao ji le", de Liu Jian; y "Mr. Long", de Sabu. EFE
gc/ig
(foto)
"Django" y el genocidio gitano abre una reflexiva Berlinale
Berlín, 9 feb (EFE).- La Berlinale abrió hoy el desfile de los aspirantes al Oso al son del swing de Django Reinhardt y centrado en el genocidio gitano durante el nazismo, a modo de reflexión sobre el destino de otros nómadas o refugiados del mundo presente.
"Django", dirigida por el debutante Etienne Comar y alrededor del genial guitarrista de jazz, fue la arriesgada apuesta para el arranque de un festival etiquetado de político, que en su 67ª edición renunció a colocar grandes nombres sobre su alfombra roja inaugural.
"Reinhardt representa la vitalidad contagiosa del jazz y la capacidad de abstraerse del músico", explicó Comar sobre un personaje que trata de evadirse de la monstruosidad y acaba componiendo un "Réquiem" al genocidio olvidado de los gitanos.
Reinhardt -Reda Kateb- es ese músico genial que toca en el París ocupado, ante oficiales nazis que pierden la rigidez a ritmo de jazz, mientras en los bosques de las Ardenas otros gitanos mueren a balazos o son deportados a campos de concentración.
Bebedor, mujeriego, caprichoso y también algo cobarde, ignora los rumores de la persecución contra los suyos y hasta parece dispuesto a doblegarse a la censura nazi sobre la "música de negros y monos" para actuar ante Josef Goebbels o incluso Adolf Hitler.
Una alianza entre su rubia amante y su esposa gitana -Cécile de France y Beate Palya- le convencerá de que los noticieros manipulados de Hitler dejaron de tener gracia y de que llegó el momento de huir.
En la frontera con Suiza convivirá con gitanos nómadas, a orillas de un lago que semeja el Mediterráneo de hoy, ya que puede ser la puerta al exilio o el cementerio del fugitivo que no tenga el dinero suficiente para asegurarse una travesía segura.
"Hay muchas correspondencias entre el destino de los acosados por el nazismo y el de los refugiados de hoy", admitió el realizador, a la pregunta de qué supone estrenar un filme que habla de la Alemania nazi, desde la capital de un país que desde 2015 se ha convertido en lugar de acogida de más un millón de refugiados
Hay mucha reflexión también sobre un genocidio casi olvidado -el del medio millón de gitanos muertos por los nazis- y alrededor de una etnia aún acosada en el llamado mundo civilizado actual.
"Django" abrió la ronda de los 18 aspirantes al Oso, entre los cuales decidirá el jurado presidido por el cineasta holandés Paul Verhoeven y con el actor mexicano Diego Luna entre sus miembros.
"No venimos a dar mensajes, sino a atender a los mensajes que el cine nos aporte a nosotros", apuntó Luna en su presentación con el resto del jurado.
En sentido parecido se pronunció el holandés Verhoeven, quien afirmó que no acude al festival sujeto a "juicios políticos", sino en busca de calidad fílmica entre una selección de cintas en la que aspira a encontrar cine "valiente" y "abierto a la controversia".
Les acompañan en el jurado la actriz alemana Julia Jentsch y su colega estadounidense Maggie Gyllenhaal -"The Dark Knight", así como el artista islandés Olafur Eliasson, el aclamado director chino Wang Quan'an y la productora tunecina Dora Bouchoucha Fourati.
La sección a concurso incluye un par de cintas profusas en grandes estrellas, como la estadounidense "The Dinner", interpretada por Richard Gere y Laura Linney, y "The Party", con Bruno Ganz y Kristin Scott Thomas.
También hay dos aspirantes latinoamericanas: la brasileña "Joaquim", de Marcelo Gomes, sobre la guerra contra el poder colonial portugués; y "Una mujer fantástica", del chileno Sebastián Lelio, centrado en una persona transgénero.
Con expectación se espera al finlandés Aki Kaurismäki y su "Toivon tuolla puolen" ("The Other Side of Hope"), sobre el núcleo formado por un refugiado, una camarera, un cocinero y un viajante.
Del este de Europa llegan la polaco-checa "Pokot", de Agnieszka Holland; la rumana "Ana, mon amour", de Calin Peter Netzer; y la húngara "Teströl és lélekröl" ("On Body and Soul").
El cine anfitrión está representando por Volker Schlöndorff y "Return to Montauk"; el documental "Beuys", de Andres Veiel; y "Helle Nächte" ("Bright Nights"), de Thomas Arslan; mientras que Austria presenta "Wilde Maus" ("Wild Mouse"), de Josef Hader.
Francia está en competición también con "Félicité", de Alain Gomis; y Portugal concursa con "Colo", de Teresa Villaverde.
De Asia, cine mimado en Berlín, acuden la coreana "Bamui haebyun-eoseo honja" ("On the Beach at Night Alone"), de Hong Sangsoo; el filme de animación "Hao ji le"; y "Mr. Long", de Sabu. EFE
gc/nl/cmm
(foto) (vídeo)
Verhoeven y Luna, un comprometido jurado
Gemma Casadevall
Berlín, 9 feb (EFE).- El cineasta holandés Paul Verhoeven y el actor mexicano Diego Luna se presentaron hoy como un jurado comprometido para la Berlinale, el festival cuyo desfile de aspirantes al Oso abre este jueves "Django", el debut del francés Etienne Comar.
"Esperamos encontrar aquí diversidad, coraje, filmes que levanten controversia y sobre los que podamos discutir intensamente", apuntó Verhoeven, presidente del jurado, quien rechaza sentirse "amenazado" por las nuevas tecnologías o las series de televisión.
"No venimos a dar mensajes, sino a atender a los mensajes que el cine nos aporte a nosotros, como jurado", apuntó Luna, recibido como una "voz de México", en un momento en que éstas son "más necesarias que nunca", a juicio del festival, en alusión a la política migratoria del presidente estadounidense Donald Trump.
Tanto el holandés Verhoeven como el mexicano Luna había advertido que no pretendían, como jurado, lanzar "mensajes políticos preconcebidos", sino atender a la calidad de las aspirantes.
A título personal, Luna sí comentó que pensaba "aprender" en Berlín de la experiencia de sus ciudadanos en derribar barreras, en alusión a la división que partió la ciudad, en tiempos de la guerra fría, y el muro fronterizo que pretende construir Trump.
Verhoeven, quien acude a Berlín arropado en el éxito de su último filme, "Elle", ganador de un Globo de Oro, explicó que buena parte de todo se debe a su actriz, Isabelle Huppert, a quien "suplicamos de rodillas" hasta lograr que asumiera su papel protagonista.
Para algunos en la capital, el cineasta holandés sigue siendo el artífice del legendario cruce de piernas de Sharon Stone en "Basic Instinct" y, por tanto, un amante del alto riesgo escénico.
A Luna se le recuerda en la Berlinale por la exhibición en 2014 de su filme-homenaje al activista mexicano-estadounidense César Chávez, centrada en la lucha por mejorar las condiciones de vida de los inmigrantes empleados por los terratenientes californianos.
Junto a ambos forman parte del jurado la actriz alemana Julia Jentsch, uno de los rostros del cine anfitrión habitual de ese festival -como "Sophie Scholl" en 2005 y "24 Wochen", el año pasado- y su colega estadounidense Maggie Gyllenhaal -"The Dark Knight".
Completan el equipo el artista islandés Olafur Eliasson, uno de los nombres más cotizados del arte actual, el aclamado director chino Wang Quan'an y la productora tunecina Dora Bouchoucha Fourati.
Entre hoy y el sábado 18, en que entregarán sus Osos, al equipo le corresponderá buscar a su favorito entre las 18 aspirantes.
La selección incluye producciones profusas en grandes estrellas, como la estadounidense "The Dinner", interpretada por Richard Gere y Laura Linney, y "The Party", con Bruno Ganz y Kristin Scott Thomas.
También habrá dos aspirantes latinoamericanas: la brasileña "Joaquim", de Marcelo Gomes, un duro retrato de la guerra contra el poder colonial portugués, así como "Una mujer fantástica", del chileno Sebastián Lelio.
Con expectación se espera al finlandés Aki Kaurismäki y su "Toivon tuolla puolen" ("The Other Side of Hope"), sobre el núcleo formado por un refugiado, una camarera, un cocinero y un viajante.
El este de Europa compite con varios pesos pesados: la polaco-checa "Pokot", de Agnieszka Holland; la rumana "Ana, mon amour", de Calin Peter Netzer, y la húngara "Teströl és lélekröl" ("On Body and Soul"), de Ildiko Enyedi.
El cine anfitrión lo hace con Volker Schlöndorff y "Return to Montauk"; el documental "Beuys", de Andres Veiel, y "Helle Nächte" (Bright Nights), de Thomas Arslan-, mientras que Austria presenta "Wilde Maus" ("Wild Mouse"), de Josef Hader.
Francia está en competición con una coproducción senegalesa filmada en el Congo, "Félicité", de Alain Gomis; y Portugal lo hace con "Colo", de Teresa Villaverde.
Representando al cine asiático están la coreana "Bamui haebyun-eoseo honja" ("On the Beach at Night Alone") del aclamado Hong Sangsoo; la película de animación china "Hao ji le", de Liu Jian; y "Mr. Long", de Sabu. EFE
gc/ig
(foto)
"Django" y el genocidio gitano abre una reflexiva Berlinale
Berlín, 9 feb (EFE).- La Berlinale abrió hoy el desfile de los aspirantes al Oso al son del swing de Django Reinhardt y centrado en el genocidio gitano durante el nazismo, a modo de reflexión sobre el destino de otros nómadas o refugiados del mundo presente.
"Django", dirigida por el debutante Etienne Comar y alrededor del genial guitarrista de jazz, fue la arriesgada apuesta para el arranque de un festival etiquetado de político, que en su 67ª edición renunció a colocar grandes nombres sobre su alfombra roja inaugural.
"Reinhardt representa la vitalidad contagiosa del jazz y la capacidad de abstraerse del músico", explicó Comar sobre un personaje que trata de evadirse de la monstruosidad y acaba componiendo un "Réquiem" al genocidio olvidado de los gitanos.
Reinhardt -Reda Kateb- es ese músico genial que toca en el París ocupado, ante oficiales nazis que pierden la rigidez a ritmo de jazz, mientras en los bosques de las Ardenas otros gitanos mueren a balazos o son deportados a campos de concentración.
Bebedor, mujeriego, caprichoso y también algo cobarde, ignora los rumores de la persecución contra los suyos y hasta parece dispuesto a doblegarse a la censura nazi sobre la "música de negros y monos" para actuar ante Josef Goebbels o incluso Adolf Hitler.
Una alianza entre su rubia amante y su esposa gitana -Cécile de France y Beate Palya- le convencerá de que los noticieros manipulados de Hitler dejaron de tener gracia y de que llegó el momento de huir.
En la frontera con Suiza convivirá con gitanos nómadas, a orillas de un lago que semeja el Mediterráneo de hoy, ya que puede ser la puerta al exilio o el cementerio del fugitivo que no tenga el dinero suficiente para asegurarse una travesía segura.
"Hay muchas correspondencias entre el destino de los acosados por el nazismo y el de los refugiados de hoy", admitió el realizador, a la pregunta de qué supone estrenar un filme que habla de la Alemania nazi, desde la capital de un país que desde 2015 se ha convertido en lugar de acogida de más un millón de refugiados
Hay mucha reflexión también sobre un genocidio casi olvidado -el del medio millón de gitanos muertos por los nazis- y alrededor de una etnia aún acosada en el llamado mundo civilizado actual.
"Django" abrió la ronda de los 18 aspirantes al Oso, entre los cuales decidirá el jurado presidido por el cineasta holandés Paul Verhoeven y con el actor mexicano Diego Luna entre sus miembros.
"No venimos a dar mensajes, sino a atender a los mensajes que el cine nos aporte a nosotros", apuntó Luna en su presentación con el resto del jurado.
En sentido parecido se pronunció el holandés Verhoeven, quien afirmó que no acude al festival sujeto a "juicios políticos", sino en busca de calidad fílmica entre una selección de cintas en la que aspira a encontrar cine "valiente" y "abierto a la controversia".
Les acompañan en el jurado la actriz alemana Julia Jentsch y su colega estadounidense Maggie Gyllenhaal -"The Dark Knight", así como el artista islandés Olafur Eliasson, el aclamado director chino Wang Quan'an y la productora tunecina Dora Bouchoucha Fourati.
La sección a concurso incluye un par de cintas profusas en grandes estrellas, como la estadounidense "The Dinner", interpretada por Richard Gere y Laura Linney, y "The Party", con Bruno Ganz y Kristin Scott Thomas.
También hay dos aspirantes latinoamericanas: la brasileña "Joaquim", de Marcelo Gomes, sobre la guerra contra el poder colonial portugués; y "Una mujer fantástica", del chileno Sebastián Lelio, centrado en una persona transgénero.
Con expectación se espera al finlandés Aki Kaurismäki y su "Toivon tuolla puolen" ("The Other Side of Hope"), sobre el núcleo formado por un refugiado, una camarera, un cocinero y un viajante.
Del este de Europa llegan la polaco-checa "Pokot", de Agnieszka Holland; la rumana "Ana, mon amour", de Calin Peter Netzer; y la húngara "Teströl és lélekröl" ("On Body and Soul").
El cine anfitrión está representando por Volker Schlöndorff y "Return to Montauk"; el documental "Beuys", de Andres Veiel; y "Helle Nächte" ("Bright Nights"), de Thomas Arslan; mientras que Austria presenta "Wilde Maus" ("Wild Mouse"), de Josef Hader.
Francia está en competición también con "Félicité", de Alain Gomis; y Portugal concursa con "Colo", de Teresa Villaverde.
De Asia, cine mimado en Berlín, acuden la coreana "Bamui haebyun-eoseo honja" ("On the Beach at Night Alone"), de Hong Sangsoo; el filme de animación "Hao ji le"; y "Mr. Long", de Sabu. EFE
gc/nl/cmm
(foto) (vídeo)
miércoles, 8 de febrero de 2017
Bendito sea el berlinés, que sí va al cine
"Djiango" abre una Berlinale orientada al estrellato y al ciudadano
Gemma Casadevall
Berlín, 8 feb (EFE).- La Berlinale abre mañana su 67 edición con "Django", el primero de los 18 aspirantes al Oso del festival, que en sus diez días de vida combinará las presencias estelares sobre su alfombra roja con la vocación de certamen abierto al ciudadano.
Inaugurar un festival internacional con un director debutante, el francés Etienne Comar, y con una película centrada en el Holocausto a través de la figura del músico de jazz gitano Django Reinhardt, no encaja con el concepto de apertura entre tempestades de flashes de sus equivalentes europeos.
"No es una película lúgubre, sino llena de vida, como la música de Django", defendía estos días previos al festival su director, Dieter Kosslick, con quince años en el cargo y dispuesto a seguir ofreciendo dosis equilibradas de estrellas y cine comprometido.
El aporte de presencias estelares se deberá principalmente a películas que acuden a Berlín fuera de competición y que harán desfilar sobre la alfombra roja a Catherine Deneuve, Penélope Cruz, Hugh Jackman, Ethan Hawke o Robert Pattinson.
Entre quienes sí acuden a la capital alemana defendiendo películas a concurso estarán Richard Gere y Laura Linney, al frente de la estadounidense "The Dinner", así como Bruno Ganz y Kristin Scott Thomas, con "The Party", de la británica Sally Potter.
Kosslick quiere que su festival sea exponente del mundo convulso de hoy y el origen de ciertos conflictos aún presentes, para lo que se propone combinar ambas perspectivas -la histórica y la actual-.
A lo primero se consagra una de las aspirantes latinoamericanas al Oso, la brasileña "Joaquim", de Marcelo Gomes, un duro retrato de la guerra de independencia contra el poder colonial portugués.
Exponente de las convulsiones de hoy es el filme del finlandés Aki Kaurismäki "Toivon tuolla puolen" ("The Other Side of Hope"), una película con dinámica "familiar" alrededor del núcleo que forman un refugiado, una camarera, un cocinero y un viajante.
Otro latinoamericano, el chileno Sebastián Lelio, plasmará los conflictos de las personas transgénero en "Una mujer fantástica", película con la que regresa a la Berlinale tras el éxito obtenido en 2013 con "Gloria" -Oso de Plata a la actriz Paulina García-.
Hay un claro dominio del este europeo a competición, con pesos pesados como la polaco-checa "Pokot", de Agnieszka Holland; la rumana "Ana, mon amour", de Calin Peter Netzer, y la húngara "Teströl és lélekröl" ("On Body and Soul"), de Ildiko Enyedi.
Por parte del cine anfitrión compite Volker Schlöndorff, con "Return to Montauk"; el documental "Beuys", de Andres Veiel, y "Helle Nächte" (Bright Nights), de Thomas Arslan-, mientras que Austria presenta "Wilde Maus" ("Wild Mouse"), de Josef Hader.
Francia compite con una coproducción senegalesa filmada en el Congo, "Félicité", de Alain Gomis; y Portugal lo hace con "Colo", de Teresa Villaverde.
De acuerdo a la tradición de la Berlinale, habrá una notable presencia asiática, con la coreana "Bamui haebyun-eoseo honja" ("On the Beach at Night Alone") del aclamado Hong Sangsoo; la película de animación china "Hao ji le", de Liu Jian; y "Mr. Long", de Sabu.
El encargado de repartir los Osos será el jurado presidido por el cineasta holandés Paul Verhoeven, con el actor mexicano Diego Luna, el artista islandés Olafur Eliasson y la actriz alemana Julia Jentsch entre sus miembros.
Fuera de la lucha por el Oso se proyectará en Berlín "La reina de España", de Fernando Trueba, que devolverá a la capital alemana a Penélope Cruz, presente en otras ediciones con filmes a concurso.
También procedente de España se exhibirá con carácter de estreno internacional "El bar", una muestra del explosivo humor de Álex de la Iglesia.
Tampoco en lucha por el Oso, pero anunciadas como platos fuertes, estará "Logan", con Hugh Jackman interpretando a su mutante de los "X-men", así como "T2 Trainspotting", con Ewan McGregor al frente de esa secuela, veinte años después del original.
La diva francesa Deneuve regresará a Berlín con "Sage femme", mientras que procedente de India llegará "Viceroy's House"", de Gurinder Chadhe, sobre la guerra contra el poder colonial británico.
Otra película a exhibición especialmente destacada es la cubano-española "Últimos días en La Habana", dirigida por Fernando Pérez y en la sección Special.
En total se pondrán a disposición del público 330.000 entradas, para los 400 filmes repartidos en sus distintas secciones, a precios que van de los 4 euros (4,3 dólares) -para el cine infantil- a los 14 (15) -para la competición- y la oportunidad de adquirir localidades "último minuto", a la puerta del cine. EFE
gc/agf
(foto)
"Djiango" abre una Berlinale orientada al estrellato y al ciudadano
Gemma Casadevall
Berlín, 8 feb (EFE).- La Berlinale abre mañana su 67 edición con "Django", el primero de los 18 aspirantes al Oso del festival, que en sus diez días de vida combinará las presencias estelares sobre su alfombra roja con la vocación de certamen abierto al ciudadano.
Inaugurar un festival internacional con un director debutante, el francés Etienne Comar, y con una película centrada en el Holocausto a través de la figura del músico de jazz gitano Django Reinhardt, no encaja con el concepto de apertura entre tempestades de flashes de sus equivalentes europeos.
"No es una película lúgubre, sino llena de vida, como la música de Django", defendía estos días previos al festival su director, Dieter Kosslick, con quince años en el cargo y dispuesto a seguir ofreciendo dosis equilibradas de estrellas y cine comprometido.
El aporte de presencias estelares se deberá principalmente a películas que acuden a Berlín fuera de competición y que harán desfilar sobre la alfombra roja a Catherine Deneuve, Penélope Cruz, Hugh Jackman, Ethan Hawke o Robert Pattinson.
Entre quienes sí acuden a la capital alemana defendiendo películas a concurso estarán Richard Gere y Laura Linney, al frente de la estadounidense "The Dinner", así como Bruno Ganz y Kristin Scott Thomas, con "The Party", de la británica Sally Potter.
Kosslick quiere que su festival sea exponente del mundo convulso de hoy y el origen de ciertos conflictos aún presentes, para lo que se propone combinar ambas perspectivas -la histórica y la actual-.
A lo primero se consagra una de las aspirantes latinoamericanas al Oso, la brasileña "Joaquim", de Marcelo Gomes, un duro retrato de la guerra de independencia contra el poder colonial portugués.
Exponente de las convulsiones de hoy es el filme del finlandés Aki Kaurismäki "Toivon tuolla puolen" ("The Other Side of Hope"), una película con dinámica "familiar" alrededor del núcleo que forman un refugiado, una camarera, un cocinero y un viajante.
Otro latinoamericano, el chileno Sebastián Lelio, plasmará los conflictos de las personas transgénero en "Una mujer fantástica", película con la que regresa a la Berlinale tras el éxito obtenido en 2013 con "Gloria" -Oso de Plata a la actriz Paulina García-.
Hay un claro dominio del este europeo a competición, con pesos pesados como la polaco-checa "Pokot", de Agnieszka Holland; la rumana "Ana, mon amour", de Calin Peter Netzer, y la húngara "Teströl és lélekröl" ("On Body and Soul"), de Ildiko Enyedi.
Por parte del cine anfitrión compite Volker Schlöndorff, con "Return to Montauk"; el documental "Beuys", de Andres Veiel, y "Helle Nächte" (Bright Nights), de Thomas Arslan-, mientras que Austria presenta "Wilde Maus" ("Wild Mouse"), de Josef Hader.
Francia compite con una coproducción senegalesa filmada en el Congo, "Félicité", de Alain Gomis; y Portugal lo hace con "Colo", de Teresa Villaverde.
De acuerdo a la tradición de la Berlinale, habrá una notable presencia asiática, con la coreana "Bamui haebyun-eoseo honja" ("On the Beach at Night Alone") del aclamado Hong Sangsoo; la película de animación china "Hao ji le", de Liu Jian; y "Mr. Long", de Sabu.
El encargado de repartir los Osos será el jurado presidido por el cineasta holandés Paul Verhoeven, con el actor mexicano Diego Luna, el artista islandés Olafur Eliasson y la actriz alemana Julia Jentsch entre sus miembros.
Fuera de la lucha por el Oso se proyectará en Berlín "La reina de España", de Fernando Trueba, que devolverá a la capital alemana a Penélope Cruz, presente en otras ediciones con filmes a concurso.
También procedente de España se exhibirá con carácter de estreno internacional "El bar", una muestra del explosivo humor de Álex de la Iglesia.
Tampoco en lucha por el Oso, pero anunciadas como platos fuertes, estará "Logan", con Hugh Jackman interpretando a su mutante de los "X-men", así como "T2 Trainspotting", con Ewan McGregor al frente de esa secuela, veinte años después del original.
La diva francesa Deneuve regresará a Berlín con "Sage femme", mientras que procedente de India llegará "Viceroy's House"", de Gurinder Chadhe, sobre la guerra contra el poder colonial británico.
Otra película a exhibición especialmente destacada es la cubano-española "Últimos días en La Habana", dirigida por Fernando Pérez y en la sección Special.
En total se pondrán a disposición del público 330.000 entradas, para los 400 filmes repartidos en sus distintas secciones, a precios que van de los 4 euros (4,3 dólares) -para el cine infantil- a los 14 (15) -para la competición- y la oportunidad de adquirir localidades "último minuto", a la puerta del cine. EFE
gc/agf
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martes, 31 de enero de 2017
Ánimo con la 67 edición
Gere, Cruz, Jackman y Deneuve anirán una Berlinale reflejo del mundo convulso
Gemma Casadevall
Berlín, 31 ene (EFE).- La Berlinale aspira a renovar su vocación de ofrecer estrellato y compromiso, con actores como Richard Gere, Catherine Deneuve, Penélope Cruz, Hugh Jackman y Ewan McGregor sobre su alfombra roja y una lista de aspirantes al Oso, con temas que van de la colonización en América Latina al mundo convulso actual.
"Vivimos el derrumbe de dos grandes utopías, el capitalismo, en el que ya nadie cree, y el comunismo, en el que se dejó de creer hace mucho", resumió el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, ante la presentación hoy del programa al completo esta 67 edición del Festival Internacional de Cine de Berlín.
Será una Berlinale "reflexiva" y también "entretenida", prometió, con unos 400 filmes en sus distintas secciones y una selección de 18 títulos a concurso, entre los que repartirán los premios oficiales el jurado presidido por el director holandés Paul Verhoeven y con el actor mexicano Diego Luna entre sus miembros.
Entre las concursantes estará la estadounidense "The dinner", basada en el "best seller" de Herman Koch y dirigida por Oren Moverman, con Richard Gere, Laura Linney y Steve Coogan, así como la británica "The party," de Sally Potter, apuntalada en Bruno Ganz y Kristin Scott Thomas.
América Latina competirá con "Una mujer fantástica", una coproducción chileno-alemana-española dirigida por Sebastián Lelio, quien regresa a Berlín tras el éxito alcanzado en 2013 con "Gloria" -Oso de Plata a la actriz Paulina García-.
También de Latinoamérica concurre la brasileña "Joaquim", de Marcelo Gomes, un duro retrato de la colonización portuguesa.
La lucha por el Oso la inaugurará el próximo día 9 la película "Django", ópera prima del francés Etienne Comar, centrada en la figura del jazz Django Reinhardt, víctima de la persecución nazi por su origen gitano y un exponente de cine "reflexivo, pero no lúgubre", según Kosslick.
El finlandés Aki Kaurismäki competirá con "Toivon tuolla puolen" ("The Other Side of Hope"), una película "familiar", mientras que por parte alemana concursan Volker Schlöndorff, con "Return to Montauk", el documental "Beuys", de Andres Veiel, y "Helle Nächte" (Bright Nights), de Thomas Arslan.
Habrá mucho cine del este de Europa: la húngara "Teströl és lélekröl" ("On Body and Soul"), de Ildiko Enyedi; la polaco-checa "Pokot", de Agnieszka Holland; y la rumana "Ana, mon amour", de Calin Peter Netzer.
Y, de acuerdo a lo habitual, una notable proporción de producciones asiáticas: la coreana "Bamui haebyun-eoseo honja" ("On the Beach at Night Alone") de Hong Sangsoo; la película de animación china "Hao ji le", de Liu Jian; y "Mr. Long", de Sabu (Japón, Alemania, Hong Kong, China, Taiwan).
Completan la lista de aspirantes la franco-senegalesa "Félicité", de Alain Gomis; la portuguesa "Colo", de Teresa Villaverde, y la austríaca "Wilde Maus" ("Wild Mouse"), de Josef Hader.
Ya fuera de concurso, animarán la alfombra roja Penélope Cruz, al frente de "La Reina de España", de Fernando Trueba, en la sección Special, mientras que Alex de la Iglesia estrenará "El Bar", una muestra del "explosivo humor español", en palabras de Kosslick.
Con expectación se esperan dos películas que tampoco luchan por los Osos: "Logan", con Hugh Jackman interpretando de nuevo al personaje de los "X-men", así como "T2 Trainspotting", de Danny Boyle, con Ewan McGregor liderando la secuela del filme de culto, veinte años después del original.
Y Catherine Deneuve cumplirá con su casi obligada visita anual al festival berlinés con "Sage femme" fuera de concurso y dirigida por Martin Provost.
De acuerdo a lo habitual, Kosslick declinó dar pistas sobre sus teóricos favoritos, en lo que a la competición se refiere.
Sí recomendó efusivamente tanto la película de Álex de la Iglesia -"una metáfora de la España actual en la que no se aburre uno ni un minuto", dijo-, así como otra película incluida en la sección oficial, pero fuera de concurso: "Viceroy's House"", de Gurinder Chadhe, sobre la guerra de la independencia de la India contar el poder colonial británico.
Otra película a exhibición especialmente "querida" por el director del festival es la cubano-española "Últimos días en La Habana", dirigida por Fernando Pérez y en la sección Special. EFE
gc-egw/jac
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Gere, Cruz, Jackman y Deneuve anirán una Berlinale reflejo del mundo convulso
Gemma Casadevall
Berlín, 31 ene (EFE).- La Berlinale aspira a renovar su vocación de ofrecer estrellato y compromiso, con actores como Richard Gere, Catherine Deneuve, Penélope Cruz, Hugh Jackman y Ewan McGregor sobre su alfombra roja y una lista de aspirantes al Oso, con temas que van de la colonización en América Latina al mundo convulso actual.
"Vivimos el derrumbe de dos grandes utopías, el capitalismo, en el que ya nadie cree, y el comunismo, en el que se dejó de creer hace mucho", resumió el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, ante la presentación hoy del programa al completo esta 67 edición del Festival Internacional de Cine de Berlín.
Será una Berlinale "reflexiva" y también "entretenida", prometió, con unos 400 filmes en sus distintas secciones y una selección de 18 títulos a concurso, entre los que repartirán los premios oficiales el jurado presidido por el director holandés Paul Verhoeven y con el actor mexicano Diego Luna entre sus miembros.
Entre las concursantes estará la estadounidense "The dinner", basada en el "best seller" de Herman Koch y dirigida por Oren Moverman, con Richard Gere, Laura Linney y Steve Coogan, así como la británica "The party," de Sally Potter, apuntalada en Bruno Ganz y Kristin Scott Thomas.
América Latina competirá con "Una mujer fantástica", una coproducción chileno-alemana-española dirigida por Sebastián Lelio, quien regresa a Berlín tras el éxito alcanzado en 2013 con "Gloria" -Oso de Plata a la actriz Paulina García-.
También de Latinoamérica concurre la brasileña "Joaquim", de Marcelo Gomes, un duro retrato de la colonización portuguesa.
La lucha por el Oso la inaugurará el próximo día 9 la película "Django", ópera prima del francés Etienne Comar, centrada en la figura del jazz Django Reinhardt, víctima de la persecución nazi por su origen gitano y un exponente de cine "reflexivo, pero no lúgubre", según Kosslick.
El finlandés Aki Kaurismäki competirá con "Toivon tuolla puolen" ("The Other Side of Hope"), una película "familiar", mientras que por parte alemana concursan Volker Schlöndorff, con "Return to Montauk", el documental "Beuys", de Andres Veiel, y "Helle Nächte" (Bright Nights), de Thomas Arslan.
Habrá mucho cine del este de Europa: la húngara "Teströl és lélekröl" ("On Body and Soul"), de Ildiko Enyedi; la polaco-checa "Pokot", de Agnieszka Holland; y la rumana "Ana, mon amour", de Calin Peter Netzer.
Y, de acuerdo a lo habitual, una notable proporción de producciones asiáticas: la coreana "Bamui haebyun-eoseo honja" ("On the Beach at Night Alone") de Hong Sangsoo; la película de animación china "Hao ji le", de Liu Jian; y "Mr. Long", de Sabu (Japón, Alemania, Hong Kong, China, Taiwan).
Completan la lista de aspirantes la franco-senegalesa "Félicité", de Alain Gomis; la portuguesa "Colo", de Teresa Villaverde, y la austríaca "Wilde Maus" ("Wild Mouse"), de Josef Hader.
Ya fuera de concurso, animarán la alfombra roja Penélope Cruz, al frente de "La Reina de España", de Fernando Trueba, en la sección Special, mientras que Alex de la Iglesia estrenará "El Bar", una muestra del "explosivo humor español", en palabras de Kosslick.
Con expectación se esperan dos películas que tampoco luchan por los Osos: "Logan", con Hugh Jackman interpretando de nuevo al personaje de los "X-men", así como "T2 Trainspotting", de Danny Boyle, con Ewan McGregor liderando la secuela del filme de culto, veinte años después del original.
Y Catherine Deneuve cumplirá con su casi obligada visita anual al festival berlinés con "Sage femme" fuera de concurso y dirigida por Martin Provost.
De acuerdo a lo habitual, Kosslick declinó dar pistas sobre sus teóricos favoritos, en lo que a la competición se refiere.
Sí recomendó efusivamente tanto la película de Álex de la Iglesia -"una metáfora de la España actual en la que no se aburre uno ni un minuto", dijo-, así como otra película incluida en la sección oficial, pero fuera de concurso: "Viceroy's House"", de Gurinder Chadhe, sobre la guerra de la independencia de la India contar el poder colonial británico.
Otra película a exhibición especialmente "querida" por el director del festival es la cubano-española "Últimos días en La Habana", dirigida por Fernando Pérez y en la sección Special. EFE
gc-egw/jac
(foto)
Dieter es la estrella
Gere, Cruz, Jackman y Deneuve animarán Berlinale espejo del mundo convulso
Gemma Casadevall
Berlín, 31 ene (EFE).- La Berlinale aspira a renovar su vocación de ofrecer estrellato y compromiso, con actores como Richard Gere, Catherine Deneuve, Penélope Cruz, Hugh Jackman y Ewan McGregor sobre su alfombra roja y una lista de aspirantes al Oso, con temas que van de la colonización en América Latina al mundo convulso actual.
"Vivimos el derrumbe de dos grandes utopías, el capitalismo, en el que ya nadie cree, y el comunismo, en el que se dejó de creer hace mucho", resumió el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, ante la presentación hoy del programa al completo esta 67 edición del Festival Internacional de Cine de Berlín.
Será una Berlinale "reflexiva" y también "entretenida", prometió, con unos 400 filmes en sus distintas secciones y una selección de 18 títulos a concurso, entre los que repartirán los premios oficiales el jurado presidido por el director holandés Paul Verhoeven y con el actor mexicano Diego Luna entre sus miembros.
Entre las concursantes estará la estadounidense "The dinner", basada en el "best seller" de Herman Koch y dirigida por Oren Moverman, con Richard Gere, Laura Linney y Steve Coogan, así como la británica "The party," de Sally Potter, apuntalada en Bruno Ganz y Kristin Scott Thomas.
América Latina competirá con "Una mujer fantástica", una coproducción chileno-alemana-española dirigida por Sebastián Lelio, quien regresa a Berlín tras el éxito alcanzado en 2013 con "Gloria" -Oso de Plata a la actriz Paulina García-.
También de Latinoamérica concurre la brasileña "Joaquim", de Marcelo Gomes, un duro retrato de la colonización portuguesa.
La lucha por el Oso la inaugurará el próximo día 9 la película "Django", ópera prima del francés Etienne Comar, centrada en la figura del jazz Django Reinhardt, víctima de la persecución nazi por su origen gitano y un exponente de cine "reflexivo, pero no lúgubre", según Kosslick.
El finlandés Aki Kaurismäki competirá con "Toivon tuolla puolen" ("The Other Side of Hope"), una película "familiar", mientras que por parte alemana concursan Volker Schlöndorff, con "Return to Montauk", el documental "Beuys", de Andres Veiel, y "Helle Nächte" (Bright Nights), de Thomas Arslan.
Habrá mucho cine del este de Europa: la húngara "Teströl és lélekröl" ("On Body and Soul"), de Ildiko Enyedi; la polaco-checa "Pokot", de Agnieszka Holland; y la rumana "Ana, mon amour", de Calin Peter Netzer.
Y, de acuerdo a lo habitual, una notable proporción de producciones asiáticas: la coreana "Bamui haebyun-eoseo honja" ("On the Beach at Night Alone") de Hong Sangsoo; la película de animación china "Hao ji le", de Liu Jian; y "Mr. Long", de Sabu (Japón, Alemania, Hong Kong, China, Taiwan).
Completan la lista de aspirantes la franco-senegalesa "Félicité", de Alain Gomis; la portuguesa "Colo", de Teresa Villaverde, y la austríaca "Wilde Maus" ("Wild Mouse"), de Josef Hader.
Ya fuera de concurso, animarán la alfombra roja Penélope Cruz, al frente de "La Reina de España", de Fernando Trueba, en la sección Special, mientras que Alex de la Iglesia estrenará "El Bar", una muestra del "explosivo humor español", en palabras de Kosslick.
Con expectación se esperan dos películas que tampoco luchan por los Osos: "Logan", con Hugh Jackman interpretando de nuevo al personaje de los "X-men", así como "T2 Trainspotting", de Danny Boyle, con Ewan McGregor liderando la secuela del filme de culto, veinte años después del original.
Y Catherine Deneuve cumplirá con su casi obligada visita anual al festival berlinés con "Sage femme" fuera de concurso y dirigida por Martin Provost.
De acuerdo a lo habitual, Kosslick declinó dar pistas sobre sus teóricos favoritos, en lo que a la competición se refiere.
Sí recomendó efusivamente tanto la película de Álex de la Iglesia -"una metáfora de la España actual en la que no se aburre uno ni un minuto", dijo-, así como otra película incluida en la sección oficial, pero fuera de concurso: "Viceroy's House"", de Gurinder Chadhe, sobre la guerra de la independencia de la India contar el poder colonial británico.
Otra película a exhibición especialmente "querida" por el director del festival es la cubano-española "Últimos días en La Habana", dirigida por Fernando Pérez y en la sección Special. EFE
gc-egw/jac
Gere, Cruz, Jackman y Deneuve animarán Berlinale espejo del mundo convulso
Gemma Casadevall
Berlín, 31 ene (EFE).- La Berlinale aspira a renovar su vocación de ofrecer estrellato y compromiso, con actores como Richard Gere, Catherine Deneuve, Penélope Cruz, Hugh Jackman y Ewan McGregor sobre su alfombra roja y una lista de aspirantes al Oso, con temas que van de la colonización en América Latina al mundo convulso actual.
"Vivimos el derrumbe de dos grandes utopías, el capitalismo, en el que ya nadie cree, y el comunismo, en el que se dejó de creer hace mucho", resumió el director de la Berlinale, Dieter Kosslick, ante la presentación hoy del programa al completo esta 67 edición del Festival Internacional de Cine de Berlín.
Será una Berlinale "reflexiva" y también "entretenida", prometió, con unos 400 filmes en sus distintas secciones y una selección de 18 títulos a concurso, entre los que repartirán los premios oficiales el jurado presidido por el director holandés Paul Verhoeven y con el actor mexicano Diego Luna entre sus miembros.
Entre las concursantes estará la estadounidense "The dinner", basada en el "best seller" de Herman Koch y dirigida por Oren Moverman, con Richard Gere, Laura Linney y Steve Coogan, así como la británica "The party," de Sally Potter, apuntalada en Bruno Ganz y Kristin Scott Thomas.
América Latina competirá con "Una mujer fantástica", una coproducción chileno-alemana-española dirigida por Sebastián Lelio, quien regresa a Berlín tras el éxito alcanzado en 2013 con "Gloria" -Oso de Plata a la actriz Paulina García-.
También de Latinoamérica concurre la brasileña "Joaquim", de Marcelo Gomes, un duro retrato de la colonización portuguesa.
La lucha por el Oso la inaugurará el próximo día 9 la película "Django", ópera prima del francés Etienne Comar, centrada en la figura del jazz Django Reinhardt, víctima de la persecución nazi por su origen gitano y un exponente de cine "reflexivo, pero no lúgubre", según Kosslick.
El finlandés Aki Kaurismäki competirá con "Toivon tuolla puolen" ("The Other Side of Hope"), una película "familiar", mientras que por parte alemana concursan Volker Schlöndorff, con "Return to Montauk", el documental "Beuys", de Andres Veiel, y "Helle Nächte" (Bright Nights), de Thomas Arslan.
Habrá mucho cine del este de Europa: la húngara "Teströl és lélekröl" ("On Body and Soul"), de Ildiko Enyedi; la polaco-checa "Pokot", de Agnieszka Holland; y la rumana "Ana, mon amour", de Calin Peter Netzer.
Y, de acuerdo a lo habitual, una notable proporción de producciones asiáticas: la coreana "Bamui haebyun-eoseo honja" ("On the Beach at Night Alone") de Hong Sangsoo; la película de animación china "Hao ji le", de Liu Jian; y "Mr. Long", de Sabu (Japón, Alemania, Hong Kong, China, Taiwan).
Completan la lista de aspirantes la franco-senegalesa "Félicité", de Alain Gomis; la portuguesa "Colo", de Teresa Villaverde, y la austríaca "Wilde Maus" ("Wild Mouse"), de Josef Hader.
Ya fuera de concurso, animarán la alfombra roja Penélope Cruz, al frente de "La Reina de España", de Fernando Trueba, en la sección Special, mientras que Alex de la Iglesia estrenará "El Bar", una muestra del "explosivo humor español", en palabras de Kosslick.
Con expectación se esperan dos películas que tampoco luchan por los Osos: "Logan", con Hugh Jackman interpretando de nuevo al personaje de los "X-men", así como "T2 Trainspotting", de Danny Boyle, con Ewan McGregor liderando la secuela del filme de culto, veinte años después del original.
Y Catherine Deneuve cumplirá con su casi obligada visita anual al festival berlinés con "Sage femme" fuera de concurso y dirigida por Martin Provost.
De acuerdo a lo habitual, Kosslick declinó dar pistas sobre sus teóricos favoritos, en lo que a la competición se refiere.
Sí recomendó efusivamente tanto la película de Álex de la Iglesia -"una metáfora de la España actual en la que no se aburre uno ni un minuto", dijo-, así como otra película incluida en la sección oficial, pero fuera de concurso: "Viceroy's House"", de Gurinder Chadhe, sobre la guerra de la independencia de la India contar el poder colonial británico.
Otra película a exhibición especialmente "querida" por el director del festival es la cubano-española "Últimos días en La Habana", dirigida por Fernando Pérez y en la sección Special. EFE
gc-egw/jac
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