viernes, 16 de febrero de 2018

Una sonrisa de oro y un debut



Pattinson distrae en la Berlinale con irónico western de torpezas masculinas


Gemma Casadevall
Berlín, 16 feb (EFE).- El actor Robert Pattinson divirtió hoy en la Berlinale con "Damsel", un irónico western sobre torpezas masculinas, en una jornada a competición en que Paraguay emocionó con una historia de feminismo emancipador, inclusive de mujeres que se liberan del dominio de otras mujeres.
Los hermanos David y Nathan Zellner y la sonrisa de Pattinson planearon por el festival con el retrato de un "softie" enamorado que cruza el rudo oeste creyendo ir al rescate de una novia que no quiere ser salvada ni menos aún escuchar sus sosas baladas de amor.
"Vive en su fantasía. En la vida real es mucho más complicado, eso del amor", respondió Pattinson, sin decidirse a "confesar" si él mismo está o no enamorado, y acompañado en la presentación a los medios de su indómita Penélope del filme, Mia Wasikowska.
La Penélope de Wasikowska engulle a Pattinson, un personaje diseñado para el actor británico, que mantiene la sonrisa de vampiro de sus inicios, ahora aplicada al enamorado que atraviesa páramos acariciando un dulce pony de regalo a su novia y acompañado de un predicador tan torpe como él.
"No estoy traumatizado por 'Crespúculo". Me divertí", respondió Pattinson, a una pregunta sobre su pasado como vampiro y si algún día volverá a él, puesto que sigue identificándosele con esa figura.
La de los Zellner es la cuarta película con la que Pattinson se presenta en la Berlinale -la última, en 2015, con "Life"- y la pregunta del vampiro le acompañó en todas esas visitas, por encima de los intentos del actor de concentrarse en el presente.
"Estar reducidas al silencio es de las cosas más terribles que han tenido que sufrir las mujeres", afirmó, respecto al tema dominante en el festival -los abusos sexuales en el cine-, para añadir, a caballo entre su personaje y ese duro tema, que "cuando una mujer dice no, es que no".
El #MeToo, su pasado vampírico o su próximo filme, con Claire Denis -"una de mis realizadoras preferidas", dijo- dominaron la presentación de "Damsel", un filme que quiere ser un anti-western en la línea de otros hermanos -Ethan y Joel Coen-, aunque sin su vigor.
Los Zellner llegaron a festival con el sello de cineastas surgidos de la factoría de Sundance, aunque la Berlinale presume de haberlos descubierto a tiempo, ya que en 2014 presentaron ahí "Kumiko", en la sección Forum, fuera de concurso.
El resultado no acabó de convencer, pero su presencia a competición estaba destinada a alegrar la alfombra roja del día.
Completó la jornada a concurso "Las herederas", la primera película con la que Paraguay compite en la Berlinale, dirigida por el asimismo neófito Marcelo Martinessi e interpretada por un elenco de mujeres fuertes -Ana Brun, Ana Ivanova y Margarita Irún-.
La suya es la historia de una emancipación, la de Chela, quien tras años formando pareja con otra mujer, Chiquita, descubre que hay vida más allá de los muros de su casa venida abajo, lo mismo que su compañera descubrirá que en la cárcel se respira aire más libre.
"Es una película de encierros, en un país que en realidad es una gran prisión", afirmó Martinessi, cuya película respira feminismo militante y también denuncia de la situación social y política de un Paraguay, según el realizador, "prisionero del inmovilismo".
Chela dejará de ser la mujer madura que no sale de casa sin la otra para subsistir como taxista oficiosa de un inefable grupo de señoronas jugadoras de la canasta o de Angy, la atractiva hija de una de ellas, nueva fuente del deseo.
La homosexualidad, la ruina de dos mujeres de clase alta que venden pieza a pieza lo que heredaron y la "violencia silenciosa" de las sociedades cerradas son los temas del filme.
"Es un camino de sutilezas, donde la mujer está obligada a callar por mujer, por sola o porque se le pasó la edad", apuntó Ivanova -la Angy del filme- mientras Ana Brun se emocionaba hasta las lágrimas y confesaba que su Chela es "muy parecida" a su propia vida.
A ritmo de bolero, "Las herederas" recorre la sociedad clasista e inmovilista de Chela, algo menos señorona que otras de las mujeres a las que transporta en el viejo Mercedes, el vehículo de su propia emancipación.
"Paraguay es un país bastante invisible en el cine. Espero que esta película sea su disparadero", apuntó Martinessi, cuya película es una coproducción con participación múltiple -Uruguay, Brasil, Francia, Noruega y Alemania, además de Paraguay-, con aporte también de las ayudas de la Berlinale a las cinematografías periféricas. EFE
gc/cr
https://www.youtube.com/watch?v=oMOxn2PrUZY&t=5s
"Las Herederas", un doble debut paraguayo de cine emancipador en la Berlinale

Gemma Casadevall
Berlín, 16 feb (EFE).- "Las herederas", del debutante Marcelo Martinessi y primera película de Paraguay a competición en la historia de la Berlinale, imprimió hoy en ese festival internacional de cine el sello de un filme emancipador, interpretado por mujeres fuertes y dispuestas a romper silencios.
"Es una historia de encierros, en un país cuya sociedad quiere ser la misma que hace 50 años. Es como una gran prisión, donde en la cárcel verdadera se puede respirar más libertad que en casa", explicó Martinesse, tras el pase previo para los medios del festival berlinés.
Entre la denuncia política y la de la doble opresión que puede sufrir una pareja de lesbianas -por mujeres y por homosexuales-, "Las Herederas" sacudió la segunda jornada de la Berlinale, donde Martinessi compartió la sección a competición con "Damsel", un western interpretado por la superestrella Robert Pattinson.
La historia que refleja Martinessi es la de una emancipación, la de una mujer llamada Chela -Ana Brun- quien tras años formando pareja con Chiquita -Margarita Irún-, descubre que hay vida más allá de los muros de su casa venida abajo, lo mismo que su compañera descubrirá que en la cárcel se respira aire más libre.
Discurre en un Paraguay "prisionero del inmovilismo", en palabras del realizador; un país "en deuda con la mujer", agregó una de sus actrices, Ana Ivanova, donde se condena a esta a vivir "bajo una violencia invisible del silencio", en una sociedad "militarizada por el hombre".
Frases como puños, las de Ivanova, quien en el filme interpreta a la joven y atractiva hija de una de las "señoronas" de las que Chela se convierte en taxista oficiosa para transportarlas a su partida semanal de canasta.
Mientras Ivanova -Angy, en el filme- expresaba así su denuncia del inmovilismo, Ana Brun lo trasladaba al sentimiento y las lágrimas, al recordar sobre el papel que interprera: "muy parecido a lo que sido mi propia vida".
Chela dejará de ser la mujer madura que no sale de casa sin su dominante compañera para colocarse al volante de un viejo Mercedes y ponerse al servicio de inefables señors como su vecina Pituca o la sensual Angy.
La homosexualidad, la ruina de dos mujeres obligadas a vender pieza a pieza todo lo que heredaron, desde la cubertería de plata a la mesa sobre la que comen, y la "violencia silenciosa" de las sociedades cerradas son los temas del filme.
"Es un camino duro hecho de sutilezas, donde la mujer está obligada a callar por mujer, por sola o porque se le pasó la edad", siguió Inanova, junto a la emocionada Brun y la tercera y combativa compañera de rodaje, Irún, quien recordó que el Parlamento de su país acababa de rechazar una Ley de Género.
A ritmo de bolero recorre "Las herederas" la sociedad clasista e inmovilista de Chela, finalmente algo menos "señorona" que otras de las mujeres a las que transporta en el viejo coche, el vehículo que acabará marcado su emancipación.
"Paraguay es un país bastante invisible en el cine. Espero que esta película sea su disparadero", apuntó Martinessi, cuya película es una coproducción con participación múltiple -Uruguay, Brasil, Francia, Noruega y Alemania, además de Paraguay-, con aporte también del programa de ayudas de la Berlinale a las cinematografías periféricas.
Su película fue la primera representante procedente de América Latina en la competición de la 68 edición de la Berlinale, cuya sección oficial incluye 19 aspirantes al Oso de festival, que repartirá el próximo día 24 el jurado internacional presidido por el director alemán Tom Tykwer.
La otra representante latinoamericana a concurso es "Museo", dirigida por el mexicano Alonso Ruizpalacios e interpretada por su compatriota Gael García Bernal.
Será la segunda vez que ese cineasta visita la Berlinale, donde en 2014 presentó su debut como director, "Güeros", ganadora en esa edición del premio a la mejor ópera prima. EFE
gc/cr
(foto)

No hay comentarios:

Publicar un comentario