martes, 12 de febrero de 2019

Pirañas, madres y abuelas


Saviano denuncia en Berlín la espiral de los clanes juveniles napolitanos

Gemma Casadevall

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Berlín, 12 feb (EFE).- El escritor italiano Roberto Saviano irrumpió en la Berlinale como guionista de "La paranza dei bambini", un vibrante retrato de un "piraña", un joven catapultado a liderar un clan y de imponer su ley en las angostas calles napolitanas. 
"Siempre hubo niños en los clanes. Ahora por primera vez tenemos clanes liderados por niños de 14 o 15 años", explicó Saviano al presentar el filme, acompañado de su director, Claudio Giovannesi, y varios de sus intérpretes, actores no profesionales napolitanos. 
Sus protagonistas son diez muchachos que de robarse un árbol de navidad en ciclomotor pasan al crimen adulto, en un entorno "en que la política no ofrece otra alternativa a los jóvenes que delinquir o emigrar", indicó el autor de "Gomorra" -novela adaptada tanto al cine como la televisión- y ahora de la novela que da título al filme. 
Giovannesi, director de dos episodios de la serie televisiva "Gomorra", imprime ritmo a una película interpretada por esos "rostros de las contradicciones de nuestro mundo dicho civilizado", prosiguió el guionista. 
Saviano se erigió en portavoz principal del filme, salpicado por las explicaciones de los muchachos que lo interpretan -"no todos los napolitanos somos como ellos. Algunos tenemos sueños y perspectivas", defendió Francesco Di Napoli, el líder del filme-. 
La realidad italiana del momento "no ayuda a resolver esas situaciones", explicó el escritor, quien aludió a su ministro del Interior, Matteo Salvini, como un político al que le gusta "vestirse de policía". 
Y de la custodia que lleva a raíz de las amenazas recibidas por "Gomorra", aseguró a preguntas de los periodistas que "no es un privilegio, sino un drama humano". 
Su filme es una de las aspirantes al Oso de un festival con dos Oros recientes para Italia: en 2012, al "Cesare deve morire" de Paolo y Vittorio Taviani, interpretado por presos de una cárcel romana, y en 2016, al desgarrador documental "Fuocoammare" ("Fuego en el marc"), de Gianfranco Rosi, sobre el drama de los refugiados que tratan de alcanzar Lampedusa. 
"La paranza bei bambini" también se sustenta en la denuncia, sobre personajes arrancados de la vida real, en este caso el alevín de piraña que de cobrar el impuesto del miedo al servicio de otros pasa al primer amor, la primera pistola y el primer muerto. 
El matón en pañales, que conoce mejor las prisas que el miedo, llevará a su chica a la ópera, como Richard Gere hizo con Julia Roberts. Pero como obviamente no se trata de un nuevo "Pretty woman" el discurrir del romance con esa niña con cuerpo de top-model será muy distinto. 
A las adolescencias robadas napolitanas siguió en la jornada de hoy de la Berlinale la historia del joven de buena familia crecido en una granja ecuestre sur de Francia y captado por el integrismo islámico bajo los ojos atónitos de su abuela -Catherine Deneuve-, una mujer que vivió en Argelia y que convive con el mundo musulmán moderado. 
"L'adieu à la nuit" es el título del filme, que acudía en la sección oficial, pero fuera de concurso, y que colocó a Deneuve de nuevo en un festival al que acude prácticamente cada año, a las órdenes además de un director asimismo de la casa, André Téchiné. 
La temática de su filme actuó de complemento de la aspirante a los Osos italiana: del líder camorrista napolitano que aprende el manejo de las armas por internet se pasa al francés converso vía skype, vía por el que se casará con la muchacha que le metió en la red. 
El segundo filme a competición de esta jornada, el alemán "Ich war zu Hause, aber..." -"I was at home, but"-, despidió con poca gloria la ronda de cine anfitrión a concurso -"Der goldene Handschuh", de Fatih Akin, y "System Crasher", de Nora Fingscheid. 
Dirigido por Angela Schanelec, representante del nuevo cine alemán como Fingscheid, el filme plantea la imposible reconstrucción de un núcleo familiar formado por la madre y dos hijos, incapaces de reencontrarse desde la muerte del padre, dos años atrás. 
Si los muchachos napolitanos de Giovanessi respiran realidad, a los berlineses de Schanalec les coloca su directora entre ensayos de un "Hamlet" escolar de formato ortopédico, con una madre que en lugar de empatía transmite dominio o hasta mal trato, sea a sus hijos o al pobre jubilado sin voz al que compra una vieja bicicleta de segunda mano. EFE 



(foto) (vídeo)

La abuela tolerante Deneuve y mamá Swinton, dos rostros fieles a la Berlinale




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Berlín, 12 feb (EFE).- La Berlinale se reencontró hoy con la actriz francesa Catherine Deneuve y con su colega escocesa Tilda Swinton, la primera en el papel de una tolerante abuela y la segunda como madre generosa, ambas fieles visitantes del festival alemán.
"El paso del tiempo me hizo tolerante. En mi película interpreto a una mujer inteligente, que trata de entender qué le pasó a su nieto", explicó Deneuve respecto a Muriel, su personaje en "L'adieu a la nuit", de André Techiné, proyectada en la sección oficial aunque fuera de concurso.
El conflicto entre esa mujer y su nieto, que mantienen una relación casi materno-filial desde que murió la madre de este, estalla al descubrir ella que el joven, además de haberse convertido al islam, ha sido reclutado por el integrismo islámico.
Todo ocurre en una idílica granja ecuestre del sur de Francia, que Muriel regenta con un socio musulmán, pero moderado, el primero que advierte de que Alex -Kacey Mottet Klein- está dispuesto a robarles para unirse a la yihad junto a su novia, igualmente radicalizada.
"Primero escucho, trato de entender. Luego actúo", explicó Deneuve, respecto a este filme, con el que regresó a un festival del que es presencia casi inexcusable, edición tras edición, esta vez dirigida por Téchiné, asimismo habitual de la casa.
Tolerante con casi todo, pero "no ante la intolerancia", se definió Deneuve, quien recomendó un "cambio de gobierno" a Polonia, al recordarle un periodista de ese país su rechazo a la inmigración musulmana por considerar que con ella pueden entrar terroristas.
La Berlinale tuvo así a Deneuve sobre su alfombra roja, la última con Dieter Kosslick como director del festival, cargo que dejará este año tras 18 años en ese puesto. 


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"Todo mi respeto y reconocimiento a Kosslick. Con él la Berlinale se ha convertido en una fiesta todos los inviernos", apuntó por su parte Swinton, presente este año en el festival con la película "The souvenir", dirigida Joanna Hogg.
"He visitado este festival muchas veces desde 1986, en todas sus secciones y desde múltiples facetas", enfatizó Swinton, quien ha dado muestras en Berlín de su versatilidad como cineasta, con películas a competición o fuera de ella, además de haber sido miembro de su jurado, en 2009.
"The souvenir", estrenada con éxito en el último festival de Sundance, se presentó en la sección Panorama, fuera de concurso, y dio ocasión de ver a la consagrada actriz junto a su hija de 21 de años, Honor Swinton-Byrne, la protagonista del filme.
"Casualmente somos madre e hija. Pero en la película interpretamos a una madre y a una hija que son  muy distintas a nosotras", apuntó Tilda.
Honor Swinton-Byrne interpreta a una estudiante de cine, en la Inglaterra de los 80, que se enamora del distinguido y maduro Anthony.
"Ha sido una experiencia muy interesante y personal", resumió Tilda Swinton, en relación a lo que ha sido para ella trabajar con su hija y a su papel de madre empática y generosa. EFE
gc/agf 

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