Hong Sang-soo explora Berlín, en un festival de dominio numérico alemán
Gemma Casadevall
Berlín, 2 mar (EFE).- El director surcoreano Hong Sang-soo regresó de exploración por Berlín, un festival tradicionalmente "amigo" del cine asiático, pero cuya sección oficial aparece en esta edición 71, en formato virtual, bajo el dominio alemán."Introduction", una pieza de 66 minutos a la medida de los seguidores de Sang-soo, llevó a la Berlinale su siguiente ejercicio de minimalismo. Es la segunda vez consecutiva de este cineasta en la sección oficial, tras la plata lograda en 2020 con "The woman who ran".Tres abrazos, uno de ellos en Berlín, los otros en Seúl, son el componente más emotivo de la película. Rompen el esquema algo rígido, a ojos occidentales, de este retrato de lo cotidiano y la cortesía trivial planteado por Sang-Soo.La historia mínima se teje entre una enigmática actriz, dos madres cuyos hijos se desvían del destino previsto y un médico más ocupado en el cineasta que pasa por su consulta que en su chico, un muchacho enamorado camino a Berlín. En blanco y negro, sin más berlineses que los que asoman por alguna escena y entre coreanos propensos a beber demasiado, la película acudía a la Berlinale etiquetada como favorita.LA PUJA DEL ANFITRIÓNAlemania pondrá las cosas difíciles. Su representación no es solo numéricamente superior -cuatro directores del país anfitrión, del total de 15 filmes a concurso-; además, presenta unas cuantas sorpresas.El hispano-alemán Daniel Brühl debuta como director con "Nebenan", un film donde demuestra que ya no es el chico al que la Berlinale lanzó al mundo exterior, en 2003 con "Goodbye, Lenin". Ofrece una parodia de sí mismo, en el papel de un actor entre su Berlín y Hollywood.Es un tipo de éxito, que vive en un loft del barrio berlinés de la modernidad y al que el cliente del único bar no gentrificado de la zona le hunde, pieza a pieza, todo lo que profesional y privadamente parecía sólido. El cliente -Peter Kurth- es, en realidad, un vecino de los de "antes", en el antiguo sector comunista de Berlín. Alguien avezado en el espionaje de tiempos de la Stasi, facilitado por el afán de regalar datos personales a las redes o el celular.Su compatriota, la actriz y directora Maria Schrader, compite con "Ich bin dein Mesch" -"I'm your Man"-, también en clave de comedia y centrada en una científica del museo Pergamon que recibe por tres semanas al hombre perfecto. Un humanoide, diseñado de acuerdo a los algoritmos almacenados sobre sus apetencias, que le enerva en su perfección, pero que obviamente es un encanto.También por Alemania se presenta "Fabian", producida por la televisión pública ZDF, basada en el clásico de Erich Kästner y dirigida por Dominik Graf, habitual de la Berlinale. Un producto destinado a ser emitido por esa cadena en tres capítulos -ronda las tres horas-, con el puntal del actor Tom Schilling alternando burdeles y amor real, en la república de entreguerras de Weimar que derribó el ascenso al poder de Adolf Hitler.Más difícil de encajar, y más fascinante, es el "Herr Bachmann und seine Klasse" de Maria Speth. Un documental igualmente sobre las tres horas, acerca de la figura de un veterano maestro de provincias que sortea con empatía, guitarra eléctrica incluida, las dificultades de un alumnado formado por chicos y chicas con raíces migratorias diversas y, en algunos casos, precario dominio del alemán.Una clase como tantas otras de Alemania, donde un diez por ciento de la población es de origen extranjero. Y un maestro, el auténtico Herr Bachmann, que no da por perdido a ninguno de sus chicos.
ASOMÓ UN VELERO FRANCÉS, RECLUTADO EN CANNES
La Berlinale virtual no incluye pases de prensa, sino que abre el acceso desde plataformas digitales a los filmes a profesionales del sector y medios acreditados, que quedan sujetos a que se libere del embargo cada producción. Los cuatro alemanes se liberaron entre ayer y hoy, lo mismo que el rumano "Bad Luck Banging or Loony Porn", del provocador Radu Jude. Un filme muy esperado, que arranca de un video sexual casero entre una pareja que disfruta con lo que hace y que deriva en juicio sumarísimo a la protagonista, la maestra.
No sujeta a embargo alguno llegó "Albatros", primera concursante francesa, dirigida por Xavier Beauvois. Un director de la "factoría Cannes", el rival entre los festivales europeos de la Berlinale y en el que este cineasta obtuvo el Gran Premio del Jurado con "Des hommes et des Dieux".
Albatros es el nombre de la maqueta de un velero y remite a un abuelo náufrago. Entre la redención o el naufragio se moverá un policía de Normandía. Su rutina policial incluye suicidas que se lanzan al acantilado, borrachos a los que hay que arrancar de la barra del bar, así como granjeros atenazados por la burocracia europea.
El buen padre de familia, con planes de casarse tras años de convivencia, optará por salir mar adentro tras el acto desesperado de uno de esos ganaderos, amigo y vecino, que derriba su expediente policial y humano. Primer toque de aviso del cine francés, a la espera de la "Petite Maman" de Céline Sciamma, que se liberará mañana del embargo. EFE
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La Berlinale estrena "Tina", el legado de la incombustible Turner
Gemma Casadevall
Berlín, 2 mar (EFE).- La 71 edición de la Berlinale estrenó hoy "Tina", último capítulo en la larga confrontación de Tina Turner con su vida, desde su condición de mujer incombustible, pero al mismo tiempo vulnerable, víctima del maltratador Ike, su ex-esposo.
Rodado por Dan Lindsay y T.J. Martin, el filme, incluido en la sección Berlinale Special y fuera de concurso, responde al esquema clásico de todo documental sobre una estrella, aunque con cierto carácter de alegato contra la violencia de género.
Tina fue una explosiva e idolatrada tigresa, reina del soul, pero al mismo tiempo una mujer a merced de un esposo violento. 45 años después de su divorcio, se le sigue quebrando la voz cuando recuerda ese matrimonio torturante.
Ike Turner (1931-200) le dio apellido y fue su plataforma a la fama. A cambio, convirtió su vida privada en un infierno de violencia.
El documental repasa la larga secuencia de éxitos de la cantante, las cifras multimillonarias de ventas y los sucesivos golpes privados. Desde la infancia sumida en la pobreza de la niña que fue, llamada entonces Anna Maer Bullock, hasta el abandono de sus padres.
Los orígenes de su carrera musical están ligados a Ike, al que conoció en 1958. De ser una chica más en su grupo pasó a ser su figura dominante y la compañera del líder.
Nada es realmente nuevo en la historia de su vida. Su primera confesión sobre los maltratos de Ike apareció en los 80 en forma de un artículo publicado en la revista "People", se recuerda en el filme. En su momento le costó lo suyo decidirse a hablar de ello, explica Tina a cámara.
A esa primera confrontación con su existencia siguió una autobiografía ("Yo, Tina"), en 1986; luego una película ("Tina, Whats Love Got to Do with It"), en 1993. Y también un musical ("The Tina Turner Musical"), en 2018.
El documental ahora estrenado, en esa edición virtual del festival alemán, tiene algo de legado. Tina Turner vive retirada en Suiza desde hace años, junto a su esposo actual, el alemán Erwin Bach, productor del filme. Aparece relajada, apartada casi de la imagen de la mujer indomable que fue, sentada en una butaca de una elegante villa, en Zúrich.
Pero sus ojos siguen emocionando cuando habla de los dramas del pasado. No solo el matrimonio con Ike. También forman parte de su biografía los intentos de suicidio, el difícil camino para reencaminar su existencia tras su separación, o el lastre, y a la vez reclamo mediático, del apellido Turner que decidió conservar como parte de su nombre artístico.
Siempre según los cánones del género, el documental alterna imágenes de archivo de sus actuaciones más legendarias con material inédito y entrevistas. Ahí están también las aportaciones de algunos colegas y compañeros del pasado, como Angela Basset y Oprah Winfrey, así como del esposo con el que comparte su existencia en madurez, junto a un lago suizo.
CAINE, FOSTER, PFEIFFER, OTROS ROSTROS EE.UU. DEL SPECIAL
Entre los 15 aspirantes al Oso de la sección a competición de la Berlinale no hay ningún representante estadounidense. La industria del cine está a la expectativa, nadie se aventura a promociones presenciales europeas ni tampoco hay invitaciones formales a intentarlo, por parte del festival alemán, dadas las incertidumbres actuales y las restricciones de viajes.
No está claro tampoco como será el segmento presencial de la Berlinale. La parte virtual termina el próximo viernes; la dirección del festival ha programado lo que se denomina evento de verano, del 9 al 20 de junio, donde deben proyectarse ya ante el público las 166 películas de sus distintas secciones, además de las incluidas en la competición oficial. Los ganadores de los Osos se conocerán este viernes, pero se entregarán en junio.
En la sección Special son varios los nombres de peso procedentes de EEUU con películas anunciadas como estreno internacional o europeo. Se verá así a Michael Caine protagonizando "Best Sellers", una película dirigida por Lina Roessler, centrada en un veterano autor que sigue creando con su vieja máquina de escribir.
También se ha incluido en esa sección "The Mauritanian", la película del escocés Kevin MacDonald que le ha dado ya un Globo de Oro a Jodie Foster por su papel de abogada de un presunto terrorista de Guantánamo. Michelle Pfeiffer, por su parte, será una viuda al borde de la bancarrota en "French Exit", de Azazel Jacobs.
Todos ellos forman parte del programa virtual. Que lleguen a presentarse en Berlín, en el evento de junio, en algún otro tipo de formato o que su presencia se limite al catálogo -obviamente, también digital- es algo ahora mismo no pronosticable. EFE
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