La Berlinale se rinde a Spielberg, el Oso de Honor perfecto
Gemma Casadevall
Berlín, 21 feb (Efe).- La Berlinale se rindió hoy sin condiciones a Steven Spielberg, el Oso de Oro de Honor de la presente edición del festival, quien acudió a la capital alemana derrochando una mezcla de inteligencia, humanidad y sencillez poco habituales en el cine.
"Algo debo haber hecho bien en la vida si estoy aquí, ante ustedes, recibiendo el premio al conjunto de mi carrera de uno de los mejores festivales de cine del mundo", respondió Spielberg, ante una sala de prensa abarrotada, a la pregunta de cómo se sentía en ese preciso momento.
El director estadounidense hizo algo más que cumplir con el deber de mostrarse agradecido. Accedió a responder a "algunas preguntas más", transcurrido el tiempo previsto para su rueda de prensa y cuando el moderador -Rainer Rother, responsable de la Retrospectiva del festival- había dado por cerrado el turno.
"Jaws" -"Tiburón", 1975- fue la película "físicamente más ambiciosa" de su carrera, explicó, requerido a nombrar los títulos más destacados de su filmografía. "Schindler's List" -"La lista de Schindler", 1993-, en cambio, fue la película "emocionalmente" más exigente, añadió.
"The Fabelmans" -2022-, su último filme, con siete nominaciones a los Oscar y que se proyectará en la gala especial donde recibirá el Oso de Honor, se ha convertido en una especie de "experiencia emocional", afirmó, en alusión a sus ingredientes autobiográficos.
Es una película concebida bajo las restricciones impuestas por la pandemia y "bajo el impacto del miedo a la covid", explicó.
En ese periodo pasó mucho tiempo en su casa con su esposa y sus hijos. Ahí se cuestionó sobre si había algún tipo de película "que no hubiera hecho aún" y para el cual "probablemente no tenga ya tiempo de hacer en otro momento".
Empezó así a trabajar en un guión basado en la historia de sus padres y su hermana, una familia judía, en los Estados Unidos de los años 50 y 60.
Circunstancias como ésta -"o como el hecho de estar recibiendo un premio al conjunto de una carrera", dijo- hacen que se "reflexione" sobre la propia existencia y se vuelva la mirada hacia cuestiones personales y familiares.
El Oso de Oro de Honor a Spielberg (1946, Ohio) se inscribe en una filmografía con más de 100 títulos o series. Ha ganado tres Oscar -entre un total de 19 nominaciones a los premios de la Academia de Hollywood- y es uno de los cineastas más versátiles o completos de la historia del cine.
La retrospectiva programada en la 73 edición de la Berlinale incluye, junto a los mencionados "Tiburón", "La lista de Schindler" y "The Fabelmanns", títulos como "Bridge of Spies" -"El puente de los espías", 2015- rodado parcialmente en escenarios originales de Berlín para intercambios de prisioneros en la Guerra Fría.
También se proyectó "E.T., el extraterrestre" (1982) y "Múnich" (2005), centrada en la toma de rehenes del equipo israelí por el comando palestino Septiembre Negro, durante los JJOO de 1972. El secuestro terminó en un baño de sangre, con nueve rehenes y un policía muerto, además de cinco de los ocho terroristas, en medio de un desastroso operativo policial que sigue avergonzando a Alemania.
Spielberg declinó pronunciarse acerca de cuáles son los grandes hitos en su carrera -"no esperen prodigios: les diré que cada una de mis películas es como un hijo y no puedo elegir", dijo-.
Si declaró, en cambio, que probablemente lo más importante que ha llevado a cabo es la creación de la Shoa Fundation, surgida a raíz de "La lista de Schindler" y destinada a recordar a los millones de víctimas del Holocausto nazi.
"Una película, como la de Schindler, ocupa un espacio relativamente corto de atención. La Shoa Fundation es un proyecto de largo recorrido", afirmó.
La institución le hizo acreedor de una distinción no directamente relacionada con alguna de sus películas: la Cruz del Mérito de la República Federal de Alemania (RFA), la máxima distinción institucional del país, que recibió en 1998. EFE
gc/ad
Alemania añade a Edipo en una Berlinale volcada en dilemas familiares
Gemma Casadevall
Berlín, 21 feb (Efe).- El cine alemán incorporó el mito de Edipo a una Berlinale muy volcada en los dilemas familiares, a través de "Music", una película con formato de tragedia griega dirigida por Angela Schanelec y que discurre entre el Mediterráneo y las calles berlinesas vecinas a la sede del festival.La música que reproduce un magnetófono a cassette con piezas de Monteverdi, Bach y Pergolesi ocupa más espacio sonoro en el filme de Schanelec que los escasísimos diálogos entre sus personajes: el joven que mata al hombre que le acorralada en un acantilado griego; la carcelera que le cura sus malheridos pies o el matrimonio que crió al recién nacido abandonado entre las rocas.
La directora alemana, Oso de Plata en 2019 con "Ich war zuhause, aber" -"I was at home, but"-, regresó a la competición con una de esas películas que previsiblemente una parte de la crítica calificará de obra maestra y sus detractores considerarán soporífera.
Su nuevo Edipo es Jon -interpretado por Aliocha Schneider- y la carcelera que será su esposa se llama Iro -Agathe Bonitzer-. Son figuras hieráticas, herméticas, que se mueven en dirección a la tragedia ya escrita y conocida, entre pedregales griegos y una escapada al Berlín actual.
Compartía la jornada a competición con "Le grand Chariot", dirigida por el francés Philippe Garrel y exponente de un cine en que lo familiar va más allá de lo argumental: el veterano realizador francés convierte en intérpretes de su filme a tres hijos suyos, Louis, Esther y Lena.
La película con la que aspira al Oro funciona como una especie de empresa familiar, alrededor de un teatro de marionetas dirigido por el patriarca de la casa que, exhausto, pasa las riendas a los sucesores poco antes de morir.
El amor al oficio no siempre es hereditario, es una de las conclusiones a que aboca Garrel. Tampoco lo son el éxito o el fracaso artístico, en una película emparentada con la vieja escuela francesa de las relaciones triangulares, donde los relevos de pareja se suceden sin mayores dramas.
El director artístico de la Berlinale, Carlo Chatrian, había advertido de que el anuncio del filme de Schanelec puede llamar a engaño. La imagen elegida es un viejo coche destartalado al sol con cuatro personas dentro-, que de alguna recuerda al de "Alcarrás", el Oso de Oro de 2022 dirigido por Carla Simón.
Efectivamente, es un mero efecto óptico. Del dinamismo de la familia de melocotoneros de Lleida (España) que dio a la directora española el máximo premio se pasa a la tragedia griega sin palabras.
Es una de las múltiples versiones de dilemas o tramas familiares que domina en la selección de las películas a concurso de esta 73 edición de la Berlinale, de cuyo jurado internacional forma parte Simón, junto a su presidenta, la actriz estadounidense Kristen Stewart.
El cine mexicano está entre los favoritos. La película "Totem", de Lila Avilés, conmovió al festival con la historia del hombre joven que agoniza y al que su familia prepara una fiesta de cumpleaños, con todos los seres queridos, hermanos, amigos, antiguos colegas, su pareja y la hija de ambos, Sol.
La mirada de esa niña emocionó, en un film sencillo y caracterizado por el dinamismo que la directora mexicana imprime a un guión complejo, donde cada uno de sus personajes se definirá en un par de trazos.
Mañana se presentará oficialmente "20.000 especies de abeja", asimismo aspirante al Oso de Oro de este festival y dirigido también por una mujer, la española Estíbaliz Urresola.
Naime Senties, la niña de "Totem", es de edad y mirada parecida a Sofia Otero, la de "20.000 especies de abeja". Ambas crecen bajo el amor y la protección de sus padres, en un entorno familiar bien estructurado y entre adultos concentrados en transmitirles lo mejor.
La Sol mexicana debe afrontar la despedida del padre amoroso, pero que apenas podrá sostenerse en pie. La Lucía de Urresola los problemas de haber crecido como Aitor, pero que lleva tiempo sintiendo que es y siente como una muchacha. EFE
gc/fpa
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