Gemma Casadevall
Berlín, 13 feb (EFE).- El espíritu de Rainer
Werner Fassbinder volvió a la Berlinale de la mano del director francés Francois Ozon,
que presentó hoy su película "Gouttes d`eau sur pierres brulantes" ("Gotas de
agua sobre piedras calientes"), basada en una obra de teatro del director
alemán.
Los grandes temas de Fassbinder, como la homosexualidad y el
despotismo en pareja, actuaron de carta de presentación para la primera
incursión del cine francés en la sección oficial de esta cincuenta edición del
Festival.
"Quería abordarlo a partir de una experiencia autobiográfica, pero
me di cuenta de que eso me hubiera impedido guardar la distancia necesaria. Así
que recurrí a Fassbinder", explicó Ozon a la prensa, tras la proyección de su
película.
El film está basado en la pieza del mismo título, escrita por el
director y dramaturgo alemán a los 19 años, y arranca de la seducción de un
jovencito por parte de un hombre entrado en los cincuenta, para expandirse luego
a un entramado de relaciones bisexuales de a dos, de a tres o de a cuatro.
"Es una historia de dependencias múltiples en un mundo cerrado, con un toque
esperpéntico, que hace reír a partir del momento en que uno realmente entra en
la historia", explicó Ozon.
El director, representante de la nueva
generación de cineastas galos, dijo que la opción por una obra primeriza se
debió a que en esa época Fassbinder incidía más en el aspecto melodramático de
la vida.
Proyectada como segunda producción a concurso de esa quinta jornada
de Festival, tras "The Talented Mr. Ripley", de Anthony Minghella, "Gouttes
d`eau sur pierres burlantes" consiguió efectivamente hacer saltar alguna
carcajada y ovaciones de complicidad, transcurrida más o menos media película.
Para ello, fue necesario que el espectador entrase en juego y comprendiese
lo que se esconde tras el melodrama, interpretado por cuatro únicos intérpretes:
Bernard Giraudeau, Malick Zifi, Ludivine Sagner y Anna Thomson.
Tras la
apariencia de drama filmado, subyace un humor que por momentos recuerda al del
español Pedro Almodóvar y queda finalmente en evidencia en un breve número
musical con los cuatro personajes bailando al son de una "samba" en el mejor
estilo "kitch".
A Fassbinder le habría gustado, pensaba más de uno al
término de la proyección para la prensa, quizás interpretando que en la
selección de ese film había algo de homenaje a uno de los nombres más añorados
del cine germano.
El cineasta y dramaturgo alemán mantuvo una relaciones
difíciles con la Berlinale, que
primero no se atrevió a premiar su obra y, cuando lo hizo, no dio en el blanco.
El realizador alemán se quedó a las puertas de conseguir el Oso de Oro del
Festival en 1974, con "Fontane Effi Briest", y luego en 1979, con "El matrimonio
de María Braun".
Entre ambas experiencias, Fassbinder afrontó asimismo el
papel de "hombre escándalo" en 1977, cuando la comunidad judía alemana protestó
contra su inclusión como jurado del Festival por el presunto contenido
antisemita de una de sus obras teatrales, "La basura, la ciudad y la muerte".
Tuvo que esperar hasta 1982, plenamente consolidado internacionalmente, para
recibir el gran premio del Festival, pero paradójicamente éste le llegó con una
película considerada menor, "La ansiedad de Veronika Voss".
La "reaparición"
del genio de Fassbinder en el Festival revivió algunos viejos prejuicios y puso
a los intérpretes masculinos ante la necesidad de responder a preguntas tan
socorridas como si les resultó difícil besarse entre sí.
"Ahora vivimos
juntos...", bromeó Giraudeau respecto a su amante en la película, el joven actor
Zidi, y precisar que besa muy bien.
"No soy homosexual, aunque he
interpretado muchos papeles en mi vida de ese tipo", añadió sin perder los
nervios el mismo Giraudeau, uno de los actores más reputados de Francia, que en
ese film borda literalmente el papel del tiránico amante maduro.
"Gouttes
d`eau sur pierres brulantes" era el estreno en la sección oficial de la
competición de la vecina cinematografía francesa, que este año está representada
por otros dos filmes más entre el total de 21 a concurso: "Love me", de Laetitia
Masson, y "La chambre des magiciennes", de Claude Miller. EFE gc/cv/mf/cbm
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