Spike Lee desembarca en la Berlinale con una nueva muestra de cine negro militante
Berlín, 12 feb (EFE).- "Bamboozled", el
último exponente de cine "negro militante" de Spike Lee, y "Joint security
area", sobre el conflicto intercoreano, dieron hoy el toque político a la Berlinale con dos perspectivas
opuestas sobre las posibilidades de superar -o no- las fronteras entre vecinos.
Ocho años después de pasear con éxito en Berlín su "Malcolm X" -Oso de Plata al actor Denzel Washington, en 1993-, Lee regresó con otra dosis de denuncia contra el racismo en Estados Unidos.
Su historia no gira esta vez en torno a un héroe de la comunidad negra, sino a un guionista de color necesitado de diseñar un producto capaz de disparar los índices de audiencia de una cadena de televisión.
Pero su intención sigue siendo la de entonces: mostrar la "opresión permanente de un pueblo, 400 años después de la abolición de la esclavitud", según palabras del director.
Con ese mensaje presentó Lee su "Bamboozled", una película rodada con técnica digital por razones de presupuesto, porque, según el director, no se encontró un productor dispuesto a arriesgar más dinero en el proyecto.
Los imperativos económicos no han estropeado el producto, sino todo lo contrario, ya que en el aire experimental y "barato" del filme está precisamente su mayor encanto.
Al máximo representante del cine afroamericano se le aguardaba en Berlín con escepticismo, ya que su película fue recibida en su país con críticas de exagerada y excesivamente brutal.
Esta fue también la impresión que dejó en Berlín, sobre todo por el baño de sangre en que acaba la idea del guionista de resucitar los antiguos shows de actores con el rostro embadurnado de negro, inmensos labios pintarrajeados "de rojo amapola" y bailando claqué en los campos de algodón para divertir a los blancos.
Lee se defendió de quienes le acusan de haber exagerado el tono y ser poco sutil -por no decir dogmático-, con una arriesgada comparación entre la situación de los negros y la persecución nazi.
"En mi país oigo a diario cientos de veces la palabra Holocausto y a nadie le parece excesivo. ¿Por qué debo justificar ahora que vuelva a tratar de la opresión de otros pueblos?", dijo Lee.
El realizador entró igualmente en terreno pantanoso al ser preguntado sobre uno de sus personajes, una relaciones públicas, de ascendencia judía, a la que se adjudica la misión de poner remedio a la indignación que causa el "show" entre los negros.
"No hay ninguna regla que obligue a presentar a un judío como un ser cien por cien perfecto", fue la respuesta de Lee, que a pesar de ello dio la sensación de antisemitismo mejor o peor disimulado.EFE
gc
No hay comentarios:
Publicar un comentario