Berlín, 6 feb (EFE).- La vibrante "Chicago",
de Rob Marshall, cargó de energía y reminiscencias de "Cabaret" la apertura de
la Berlinale, con un desembarco
de estrellas liderado por Richard Gere, Catherine Zeta-Jones y Reneé Zellweger,
decididos a mostrar por qué su film encabeza la carrera hacia los Oscar.
Marshall y sus actores desataron el primer chaparrón de flashes con su irrupción inaugural en la 53 edición del Festival de Cine de Berlín, luciendo encantos y presentándose como un equipo compacto, capaz de llevar a buen puerto un musical redondo en la mejor tradición de Hollywood.
Marshall y sus actores desataron el primer chaparrón de flashes con su irrupción inaugural en la 53 edición del Festival de Cine de Berlín, luciendo encantos y presentándose como un equipo compacto, capaz de llevar a buen puerto un musical redondo en la mejor tradición de Hollywood.
"Chicago", un tributo
a Bob Fosse que pasa de "All That Jazz" (1979) a "Cabaret" (1972), abrió la Berlinale a título de exhibición,
con el áurea de sus tres Globos de Oro ya recogidos y el ánimo expectante ante
las candidaturas de los Oscar, que se sabrán el próximo día 11.
La historia
de dos presas que convierten su cárcel en campo de batalla por el estrellato,
alimentadas por un abogado tanto o más hermoso y ávido de notoriedad, dejó
felices a los amantes del musical y neutralizó los reparos de los menos adictos
al género.
Un guión brillante, plagado de ocurrentes diálogos, y la eficiente exhibición de piernas y talento consiguió el prodigio. Zeta-Jones y Zellweger, implacables rivales en el film, derrocharon "juego limpio" ante la prensa -"no competimos en absoluto, ¿verdad que no, cariño?", preguntó la espléndida Catherine a su compañera, quien por supuesto corroboró esa versión Gere galanteó con ambas -"lo que más me gusta es trabajar con mujeres con talento", dijo- y Marshall se deshizo en elogios sobre el tesón aplicado por todos ellos para cantar y bailar como profesionales, a pesar de partir de la condición de debutantes.
"Si hubiéramos seguido una semana más, hubiéramos
sido capaces de aparecer en un auténtico musical, sobre el escenario", sentenció
el director, flanqueado por sus tres actores principales, acompañados por John
C. Reilly, intérprete del calzonazos esposo de la asesina Zellweger.
Los
actores pusieron tanto empeño en hablar del espíritu de equipo creado por
Marshall -Gere afirmó que había sido el mejor de "mi larga experiencia en este
negocio"- que finalmente parecía que la cosa iba en serio y no se trataba de
repetir el ritual de los halagos, tópico de esa profesión.
Marshall, con más
currículum como coreógrafo que como director, tiene que haberse empleado
efectivamente a fondo hasta lograr esa sincronía entre diálogos brillantes,
números musicales perfectos y rápidos juegos de cámara de que hace alarde su
"Chicago".
Al director corresponde el mérito de conjugar, sin que nadie
quede eclipsado, a un Gere convenciendo a ritmo de claqué de que la justicia es
un circo, a Zeta-Jones con su grandiosa exhibición de ojos y piernas y a
Zellweger, que sabe sacar máximo partido de su clara inferioridad física
respecto a la actriz galesa.
La producción hollywoodiense convirtió la
inauguración del Festival en una exhibición de cine-espectáculo en su sentido
más puro, con claras alusiones a "Cabaret", pese a las distancias entre la
película basada en la novela de Christopher Isherwood y el "Chicago" concebido
como un musical.
El público del Festival no tuvo que esforzarse demasiado
para dar con los paralelismos entre el mítico musical escenificado sobre el
Berlín nazi -incluido el número de la silla- y el Chicago donde quien más quien
menos parece haber asesinado a un esposo o un amante.
Tras la exhibición de
piernas -por parte de ellas- y amago de striptease -por parte de Gere-, la Berlinale entrará el viernes en la
fase más propia de todo Festival: la competitiva.
"In This World", de
Michael Winterbottom, abrirá el fuego entre las veintidós concursantes de este
año -entre ellas, "My Life Without Me", de la española Isabel Coixet- con la
fuga de dos afganos en dirección a Londres, en formato de documental ficticio.
Le seguirán, esa misma jornada, Alan Parker, con "The Life of David Gale",
con la pena de muerte como trasfondo, y el maestro Zhang Yimou, con su debut en
el cine de artes marciales, "Ying Xiong", traducida en su versión internacional
inglesa como "Hero".
EFE gc/dm/egn
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