miércoles, 16 de febrero de 2005

Lo esperpéntico y lo freak


Un Bill Murray submarino y un festín de porno y sandía

Gemma Casadevall 

Berlín, 16 feb (EFE).- La Berlinale vivió hoy una atípica jornada a concurso, con Bill Murray emulando a Jacques Cousteau, en "The Life Aquatic with Steve Zissou", y la chino-taiwanesa "Tian Bian yi Dou Yun", toda una experiencia cinematográfica con festín de porno y sandías. 
El "comandante" Murray y su tripulación -Anjelica Huston, Cate Blanchett, Willem Dafoe y Jeff Goldblum, entre otros- se colocaron el gorro de lana característico del uniforme Cousteau para surcar los mares a bordo de una comedia entre lo esperpéntico y lo "freak". 
El inefable Zissou -un ser pagado de sí mismo y ansioso de publicidad, ya que al fin y al cabo dirige una empresa- acaba de perder a su más fiel colaborador en las mandíbulas de un tiburón. 
Ello no le impide meter a su único hijo -cuya existencia acaba de conocer- en la consiguiente operación de castigo contra el escualo, en pos de la siguiente tragedia en la mar océana. 
"Cousteau fue mi héroe de juventud, como oceanógrafo y como personaje. Esta claro que me inspiro en él. Pero no quiero especular acerca de si le gustaría o no mi película. Supongo que no la reprobaría, puesto que le gustaba la notoriedad", explicó el director de la cinta, Wes Anderson. 
Notorio fue, asimismo, el paso por la Berlinale del film de Tsai Ming Liang, un cineasta al parecer obsesionado por el agua, que coloca a sus personajes al borde del paroxismo en medio de una pertinaz sequía en Taipei. 
Números musicales en el más puro estilo "kitsch", rodajes porno domésticos entre improvisadas duchas de agua mineral y, sobre todo, crustáceos y sandías convertidos en sucedáneo sexual, forman el universo del realizador. 
Pegajosos pasillos y cuerpos humanos inertes por falta de agua son el escenario y los protagonistas de una historia en formato videoclip, sólo que prolongado a casi dos horas de película, animadas por generosas exhibiciones de sexo y lustrosas sandías. 
Anderson, con su aspecto de niño prodigio en busca del reconocimiento de sus mayores, repitió con "The Life Aquatic with Steve Zissou" el esquema instituido tres años atrás en la Berlinale, con la excéntrica "The Royal Tenenbaums". Como en aquella ocasión, el film ofrece más pretensiones de comedia que auténtica diversión. 
"Reconozco mis reminiscencias fellinianas", afirmó el director, en relación con su escenografía de medusas-luciérnaga, sus caballitos de mar en trajes marineros y demás seres marinos -incluido, por supuesto, el tiburón- de su film. 
Le acompañaron en la presentación Huston, recibida por la Berlinale con aires de gran dama, y Blanchett, pero no el comandante Murray, una de las presencias anunciadas como estrella del festival. 
"No tengo estampado un sólo tatuaje en mi cuerpo", afirmó Huston, preguntada acerca de su grado de identificación con la temática del film. 
La tercera película a concurso, en medio de este paisaje de monstruos marinos y sexo entre sandías, fue "Les mots bleus", de Alain Corneau y con Sergi López de protagonista. 
El film cuenta la historia de una niña que no habla -Camille Gauthier-, porque su madre -Sylvie Testud- le ha inculcado el pánico a la palabra. Un maestro para sordomudos -por supuesto, López- resolverá los problemas de ambas. 
Corneau, en el pasado habitual del cine negro, aborda una historia de silencios y miradas sin pretensiones y desde la sencillez de medios, demasiado "normal" para una Berlinale que, a falta de ver las dos últimas jornadas a competición, no acaba de arrancar. 
Hasta ahora, sólo una película, la palestina "Paradise Now", ha causado auténtico impacto con su retrato de dos terroristas preparándose para un atentado suicida. El resto ha ido de la división de opiniones -como las francesas "Les temps qui changent" y "Le promeneur du Champ de Mars"- a la clara decepción. 
La atonía general de la sección a concurso ha relanzando la apreciación de los otros apartados del festival, como Panorama y el Forum, cuyas proyecciones están prácticamente siempre a rebosar, mientras en las taquillas de competición no agotan las localidades. 
EFE gc/rz/eg


Sergi López, un multitalento contra las barreras del silencio


Gemma Casadevall Berlín, 16 feb (EFE).- Sergi López debutó hoy en la sección a concurso de la Berlinale con "Les mots bleus", del francés Alain Corneau, película en la que el actor español se pone en la piel de un maestro de niños sordomudos que, además a enseñar a sus escolares a manejarse desde el silencio, rescata del aislamiento a una madre que teme a las palabras. 
"La posibilidad de transmitir, de comunicarse desde el silencio, con la mirada, con las manos, es uno de los grandes retos de un actor. La posibilidad de rodar esta película me atrajo desde el primer momento porque significaba exactamente esto", explicó a EFE López en un aparte de la Berlinale, tras el pase de prensa del film. 
"Los niños son máquinas. Seres sin complejos que te enseñan sus limitaciones", prosigue el actor, que en el film interpreta -"como siempre, por cosas del acento", explicó- a un maestro de origen catalán. 
"Les mots bleus" está rodada en una escuela francesa de niños sordomudos -"una cuestión que en Francia está aún por desarrollar, porque hay muy pocas"-, lo que brindó a López la experiencia de aprender sucintamente el lenguaje de los signos y, también, la posibilidad de ejercer en el cine como "multitalento". 
"Bueno, uno hace lo que puede", comentó, entre bromas, a la pregunta de qué se siente "solucionando" unos problemas de habla no "mecánicos o físicos", sino psicológicos, de una niña -interpretada por la pequeña Camille Gauthier-, y a la vez los de la madre de ésta -Sylvie Testud-, quien teje un mundo hermético con la pequeña desde la incomunicación verbal. 
"Es la historia de una madre atormentada por su propio pasado que, en realidad, no quiere compartir a su hija con nadie", contó el realizador del film. "Toda comunicación ajena es como una traición al mundo de las dos". 
López define "Les mots bleus" como una película algo "mágica", con puntos "oníricos", como la presencia de un curioso pájaro que canta canciones infantiles. 
"Uno siempre empieza una película pensando que será maravillosa, que será buenísima. Luego, a veces ocurre así, otras veces no, pero siempre se empiezan con la mejor intención", dijo el actor, explicando cuál es su filosofía a la hora de escoger películas. 
"Me considero un privilegiado, porque siempre me ofrecen buenos proyectos", prosiguió. Lamentablemente, en los últimos tres años ninguno de esos múltiples proyectos le ha llevado a rodar en España, "pero eso puede cambiar en cualquier momento; todo será que ahora me pase tres años sin rodar en Francia". 
"Debo ser un bicho raro, porque no vivo ni en Barcelona, ni en París ni en ningún otro sitio céntrico, sino en Vilanova (i la Geltrú, en la provincia de Barcelona), pero luego trabajo tanto en España como en Francia o Bélgica", cuenta. 
Su próxima película sí será en España, bajo la dirección de Guillermo del Toro -"un mexicano que está muy bien, un poco como una cabra"- y con el título provisional de "El laberinto del fauno". 
La diferencia entre rodar en Francia o no estriba, a su juicio, en que en España "el cine se trata como algo meramente comercial, en función del producto", mientras que el cine francés es mimado "como una especie de joya" por la administración. 
"Les mots bleus" es su primera experiencia en la sección a concurso de la Berlinale, aunque no exactamente su debut en ese festival -"estuve hace unos años, con 'Carícies', de Ventura Pons...", recuerda, respecto a la proyección de ese film del director catalán, que acudió fuera de concurso. 
"Mi sueño sería hacer algún día un film en francés en que no tuviera que explicarse en algún momento el por qué de mi acento... Ya sé que mi francés no es de Versalles, pero es sólo un sueño", dice López acerca de ese claro "toque catalán" que delata que el suyo no es un francés "superieur". 
Alguna que otra satisfacción le brinda esa denominación de origen, como la petición que le dirigió, en la conferencia de prensa tras la proyección, un periodista alemán, quien le pidió "un par de paraules en catalá, si us plau" ("un par de palabras en catalán, por favor"). 
"Qué curiosos son estos alemanes", comentó López, acerca de ese "si us plau" con marcado acento germano en la Berlinale. EFE gc/gsm/eg

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