Deneuve y Depardieu, un maduro reencuentro entre dos enamorados
Berlín, 12 feb (EFE).- El maduro reencuentro
entre dos enamorados, Catherine Deneuve y Gerard Depardieu, en la cambiante
Tánger, protagonizó la jornada de la Berlinale, a la que la comedia germano-española "One Day
in Europe" llevó brisa futbolística de la mano del Deportivo de La Coruña y el
Galatasaray.
"Les temps qui changent", de André Techiné, reunió para el
Festival de Cine de Berlín a un Antoine -Depardieu- convencido de que tres
décadas de ausencia no apagan el primer amor y a una Cécile -Deneuve-
transtornada ante esa consideración.
El Tánger multiétnico, con cientos de africanos clavando la mirada al otro lado del estrecho -España-, es el escenario de ese reencuentro. "Tánger representa al mundo cambiante, esa zona sísmica, cultural y política, a las puertas del paraíso europeo", explicó Techiné.
El Tánger multiétnico, con cientos de africanos clavando la mirada al otro lado del estrecho -España-, es el escenario de ese reencuentro. "Tánger representa al mundo cambiante, esa zona sísmica, cultural y política, a las puertas del paraíso europeo", explicó Techiné.
En
esa zona sísmica aparece un día Antoine, con el encargo de construir un
consorcio mediático, alternativa del Islám moderado y tolerante a la cadena Al
Yazira. Un pretexto, en realidad, para reencontrar a una Cécile que daba ese
amor por enterrado.
"Las mujeres y los hombres entienden el amor de manera
distinta", sostuvo Deneuve, elegante y diva como siempre, pero sin ese rictus
despectivo con el que pasó en 2002 por la Berlinale, a bordo del "8 femmes", de Francois Ozon.
"Para la mujer, el amor es esencial en su vida, un permanente intento de
hacer congeniar la vida profesional y la sentimental. Para el hombre, el amor es
algo que está bien, si funciona, pero no es lo fundamental", prosiguió la actriz
francesa.
En "Les temps qui changent", el reparto se invierte. "Gerard es el
reflejo de una obsesión enfermiza", un personaje "casi femenino", mientras que
Cécile es una mujer glacial y de comportamiento hasta viril, en la que Deneuve
reconoce "hay buena parte de mí".
A Deneuve, mujer fuerte dentro y fuera del
film, le correspondió "pedir disculpas" en nombre de Depardieu por la ausencia
de éste -"por cuestiones de rodaje", dijo-, en la Berlinale.
"Opté por una cámara ligera, móvil, para reflejar los desórdenes de la vida, acercarme a la trayectoria de los personajes y captar sus rostros lo más cerca posible", afirmó Téchiné.
No exactamente
desordenada, pero sí algo deshilvanada aparece el conjunto de historias que se
tejen alrededor de esos dos personajes -el esposo, el hijo, la novia toxicómana
de éste y otros seres ambiguos- parte de ese entorno cambiante de un Tánger en
que convive el velo islámico con el cosmopolitismo europeo.
"Es un film
sobre el caos de la vida", razonó Téchiné, sobre el segundo film francés, del
total de cinco, que concurren a la presente Berlinale.
También multiétnico, como el Tánger de
Téchiné, es la Europa que recorre Hannes Stoehr en "One Day in Europe", un film
episódico enmarcado en el partido de cuartos de final entre el Galatasaray y el
Deportivo de La Coruña.
Moscú, Estambul, Santiago de Compostela y Berlín es
su escenario múltiple: el común denominador, la hinchada coruñesa -como el
iracundo Luis Tosar, que pide a gritos un televisor para ver el partido en la
comisaría moscovita donde acaba detenido-, sus homólogos turcos y gente de paso
por esas cuatro ciudades, en busca de su suerte.
A unos les roban, otros
tratan de estafar al seguro antirrobo y otros de ser más listos que el hambre. A
todos les esperará un cuerpo policial -el gallego Miguel de Lira, por parte
española- de acuerdo a los clichés del país respectivo.
Stoehr, quien en
2001 pasó por la Berlinale con un
imaginativo "Berlin is in Germany" sobre un germano-oriental a quien la caída
del Muro pilló en la cárcel, trajo con "One Day in Europe" una comedia
simpática, tal como ambicionaba la Berlinale a modo de aperitivo del Mundial 2006 del que
Alemania será anfitrión.
Completó la jornada a competición "Provincia
Meccanica", del italiano Stefano Mordini, una película que no arrancó un solo
aplauso en su presentación ante la Berlinale.
El film se centra en una pareja de
bienintencionados, pero caóticos padres, que dejan crecer a sus hijos en una
vivienda donde se apilan los platos por lavar y una iguana pasea por montañas de
ropa sucia, hasta que una asistenta social les quita a su hija. EFE gc/rz/ja
Miguel de Lira, un pícaro policía gallego en la Berlinale
Miguel de Lira, un pícaro policía gallego en la Berlinale
Berlín, 12 feb (EFE).- El actor español
Miguel de Lira, miembro del políglota equipo de la comedia "One Day in Europe",
se presentó en la Berlinale muy
metido en su papel, un pícaro policía de Santiago en Compostela y, además,
"falando en galego".
"Eu quero falar galego, pero también puedo hacerlo en
español o en mi inglés 'very bad'", dijo de Lira ante la prensa internacional,
en la presentación de esa comedia episódica y de ambiente futbolístico, dirigida
por el alemán Hannes Stoehr.
Luciendo una vistosa camiseta granate con el
anagrama "Ventos de Forsa 7" -"es de la cofradía de pescadores de mi pueblo,
Lira, en la Costa da Morte", explicó orgulloso a EFE, en un aparte-, Miguel de
Lira exhibió galleguismo y dio recetas sobre cómo debe funcionar Europa.
"Lo
que tenemos es una Unión Europea muy de Tratados, muy de Constitución, pero lo
que necesitamos es una Europa más humana, más del trato personal", afirmó.
A
esa visión de la Europa humanizada quiere contribuir el film de Stoehr, una
producción con participación de la Xunta de Galicia, en la que de Lira
interpreta a un pícaro policía.
Su misión es atender a un peregrino húngaro
al que le acaban de robar su cámara digital con más de 400 fotos de "su" camino
hasta Santiago. Pero, de acuerdo al cliché español, a la víctima le esperarán
buenas palabras, algún vino y un "vuelva usted mañana".
"Sí, sé que toco
todos los clichés, pero también los pongo en cuestión", explicó el director de
la película.
La flema española, los mafiosos rusos, un terrorífico policía
turco que recuerda las catacumbas de "Midnight Express" y la ortopedia mental
alemana son algunos tópicos que recorre el film, que arranca en Moscú y recorre
Estambul, Santiago y Berlín.
La película muestra una final imaginaria de la
Liga de Campeones entre el Deportivo de La Coruña y el Galatasaray de Estambul,
sobre los percances de gente de paso, víctimas de robos o estafadores
accidentales.
"Recurro al fútbol porque es el equivalente europeo al
'american way of life', nuestro recurrente común", dijo Stoehr. "Es una película
políglota, como lo es Europa, pero reflejo más la Europa de las regiones que la
de las naciones", prosiguió el director.
Ahí están, junto al gallego de
Lira, un turco hablando el suabo del sur de Alemania, una rusa con un dialecto
local y un marsellés en conflicto con el francés parisino.
Fiel a ese
multilingüismo, Stoehr se presentó con siete actores, cada uno en su idioma y
sembrando el caos en la traducción simultánea. "Tenemos que aprender a convivir
con esa realidad, porque así es la Europa en que nos movemos", dijo Stoehr,
quien además de alemán, inglés y algo de francés habla un correcto español
"funcional", aprendido "de cuando viví en Santiago".
En la ciudad gallega
conoció a de Lira, popular actor de la serie de televisión "Mareas vivas", y
también a Luis Tosar, que en el film ejerce de furibundo hincha del Depor,
detenido en una comisaría moscovita y pidiendo a gritos un televisor.
"Conocí a Luis siendo éste un desconocido. Cuando volví ahora a España a
preparar mi película, su nombre estaba en todas partes. Pero le llamé y aceptó
trabajar para mi", recordó Stoehr.
El director alemán, de 34 años, acudió a
la Berlinale como un conocido de
la casa, ya que en 2001 se llevó una cálida acogida por "Berlin is in Germany",
la historia de un germano-oriental a quien la caída del Muro de Berlín pilla en
la cárcel.
"One Day in Germany", primera de las tres películas alemanas a
concurso, fue recibida con simpatía, va de fútbol y la Berlinale se prepara para los Mundiales 2006, que
organiza Alemania.
De Lira, tal vez azorado, tal vez llevado por su orgullo
gallego, cometió un pequeño desliz futbolístico, al afirmar que Galicia tiene
"dos grandes equipos en primera división: El Deportivo de La Coruña y el Celta
de Vigo". "Son las cosas del directo", reconoció tras la conferencia de prensa,
al serle "recordado" que el equipo vigués está en segunda. EFE gc/jg
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