domingo, 13 de febrero de 2005

Y una Carmen escondida


Heroínas de la resistencia contra Hitler y el "American way of life2

Gemma Casadevall 

Berlín, 13 feb (EFE).- La Berlinale brindó hoy tres retratos de mujer: el de Sophie Scholl, mártir de la resistencia alemana contra Hitler, el de la hermosa Scarlett Johansson inmersa en una intacta familia estadounidense y el de una "Carmen" sudafricana, que canta en xhosa y traslada Sevilla a un suburbio de Ciudad del Cabo. 
Alemania trajo al Festival la mirada limpia y valiente de una estudiante que, junto a sus compañeros de la organización La Rosa Blanca, plantó cara al nazismo. "Sophie Scholl. Die letzten Tage", dirigida por Marc Rothemund, reproduce los últimas días, juicio ante un tribunal nazi y ejecución de esa mujer de 21 años. 
EEUU aportó, en "In Good Company" de Paul Weitz, otra mirada diáfana: la de Johannsson en el papel de hija de un modélico padre de familia llamado Dennis Qaid, convertido en "suegro accidental" de un muchachuelo arribista -Topher Grace-, que encima le ha arrebatado su sillón de director en un consorcio. 
Y, finalmente, el sol africano irrumpió en la Berlinale de la mano de una arriesgada y exótica "Carmen" -"U-carmen eKhayelitsha", del británico Mark Dormford-May-. 
"Rindo homenaje a los miembros de La Rosa Blanca y resto de resistencia, exponente del coraje cívico frente a los millones de alemanes que simplemente levantaron el brazo y miraron hacia otro lado para no ver el horror nazi", dijo Rothemund. 
Encarna a la estudiante Judi Jentsch, un rostro popular del cine alemán, que en el film de Rothemund trata de reflejar la convicción y el miedo de una muchacha que se sabe abocada -como su hermano, Hans- a la ejecución, pero que no puede abdicar de su convicción. 
Frente a "Der Untergang", la película sobre los últimos días de Hitler en que Bruno Ganz lleva a cabo una reproducción mimética del monstruo encerrado en el búnker, Rothemund opta por dar un rostro a la frágil, pero bienintencionada resistencia estudiantil. 
"Por favor, no la vean como una nueva mirada al pasado", dijo el director, en alusión a la actual ola de películas alemanas sobre el nazismo. "Es una apuesta para el presente. Me sentiría feliz con que un solo neonazi, como los que hoy desfilan por Dresde, cambiase de opinión tras ver mi film", añadió el director. 
El pase de "Sophie Scholl" coincidió con el 60 aniversario de los bombardeos sobre Dresde, ciudad devastada por la aviación británica y estadounidense. Unos 5.000 neonazis desfilaron hoy desafiantes por esa ciudad en recuerdo de lo que califican de "genocidio aliado". 
En las antípodas de esa luchadora está la Scarlett Johansson de "In good company". A la deliciosa Alex, su personaje en el film de Weitz, la vida le sonríe y su familia es una especie de biotopo armónico y protector donde nada malo la acecha. 
Sin embargo, encontrará tiempo -y un ascensor- para enamorarse de quien no debe: el yuppi que aterriza en la empresa de su padre para apearle de su despacho, justo cuando a la hija se le había ocurrido estudiar en la universidad más cara y a su esposa quedar embarazada. 
El mundo modélico de Dennis Quaid se resquebraja, pero resurge el héroe que anida en él, sería el mensaje de esa comedia donde se roza la perfección -empezando por el trabajo interpretativo de todo el elenco-, siempre que se acepte como producto cien por cien "American way of Life". 
La "Carmen" de Ciudad del Cabo, poblada de orondas mujeres negras en chándal barato entre chabolas y entonando a Bizet, era una apuesta difícil, pero la Berlinale y Dornford-May se salieron con la suya. 
El Festival de Cine quería una representante del "otro" cine africano y lo encontró en un film en que, por difícil que parezca, se hace encajar la ópera de Bizet con el claqueo palatal del "xhosa", uno de los once idiomas sudafricanos. 
Se trata de la primera vez que se lleva al cine la ópera más popular del mundo en una lengua africana, debida a Andiswa y Pauline Melafane, responsables de la Dimpho di Kopane, una compañía lírica, que en 2000 empezó a reclutar solistas en Ciudad del Cabo con potencial de talla internacional. 
Si "Man to man", de Régis Wargnier, aportó a la Berlinale la "novedad" de una pareja de pigmeos sobre la alfombra roja -como tituló algún medio- y "Hotel Rwanda" conmocionó con su testimonio de la masacre entre hutus y tutsi, "Carmen" dejó un impacto de sol africano sobre el icono de pasión, celos y muerte de Mérimée. EFE gc/ja

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