Heroínas de la resistencia contra Hitler y el "American way of life2
Berlín, 13 feb (EFE).- La Berlinale brindó hoy tres retratos
de mujer: el de Sophie Scholl, mártir de la resistencia alemana contra Hitler,
el de la hermosa Scarlett Johansson inmersa en una intacta familia
estadounidense y el de una "Carmen" sudafricana, que canta en xhosa y traslada
Sevilla a un suburbio de Ciudad del Cabo.
Alemania trajo al Festival la
mirada limpia y valiente de una estudiante que, junto a sus compañeros de la
organización La Rosa Blanca, plantó cara al nazismo. "Sophie Scholl. Die letzten
Tage", dirigida por Marc Rothemund, reproduce los últimas días, juicio ante un
tribunal nazi y ejecución de esa mujer de 21 años.
EEUU aportó, en "In Good
Company" de Paul Weitz, otra mirada diáfana: la de Johannsson en el papel de
hija de un modélico padre de familia llamado Dennis Qaid, convertido en "suegro
accidental" de un muchachuelo arribista -Topher Grace-, que encima le ha
arrebatado su sillón de director en un consorcio.
Y, finalmente, el sol
africano irrumpió en la Berlinale
de la mano de una arriesgada y exótica "Carmen" -"U-carmen eKhayelitsha", del
británico Mark Dormford-May-.
"Rindo homenaje a los miembros de La Rosa
Blanca y resto de resistencia, exponente del coraje cívico frente a los millones
de alemanes que simplemente levantaron el brazo y miraron hacia otro lado para
no ver el horror nazi", dijo Rothemund.
Encarna a la estudiante Judi
Jentsch, un rostro popular del cine alemán, que en el film de Rothemund trata de
reflejar la convicción y el miedo de una muchacha que se sabe abocada -como su
hermano, Hans- a la ejecución, pero que no puede abdicar de su convicción.
Frente a "Der Untergang", la película sobre los últimos días de Hitler en
que Bruno Ganz lleva a cabo una reproducción mimética del monstruo encerrado en
el búnker, Rothemund opta por dar un rostro a la frágil, pero bienintencionada
resistencia estudiantil.
"Por favor, no la vean como una nueva mirada al
pasado", dijo el director, en alusión a la actual ola de películas alemanas
sobre el nazismo. "Es una apuesta para el presente. Me sentiría feliz con que un
solo neonazi, como los que hoy desfilan por Dresde, cambiase de opinión tras ver
mi film", añadió el director.
El pase de "Sophie Scholl" coincidió con el 60
aniversario de los bombardeos sobre Dresde, ciudad devastada por la aviación
británica y estadounidense. Unos 5.000 neonazis desfilaron hoy desafiantes por
esa ciudad en recuerdo de lo que califican de "genocidio aliado".
En las
antípodas de esa luchadora está la Scarlett Johansson de "In good company". A la
deliciosa Alex, su personaje en el film de Weitz, la vida le sonríe y su familia
es una especie de biotopo armónico y protector donde nada malo la acecha.
Sin embargo, encontrará tiempo -y un ascensor- para enamorarse de quien no
debe: el yuppi que aterriza en la empresa de su padre para apearle de su
despacho, justo cuando a la hija se le había ocurrido estudiar en la universidad
más cara y a su esposa quedar embarazada.
El mundo modélico de Dennis Quaid
se resquebraja, pero resurge el héroe que anida en él, sería el mensaje de esa
comedia donde se roza la perfección -empezando por el trabajo interpretativo de
todo el elenco-, siempre que se acepte como producto cien por cien "American way
of Life".
La "Carmen" de Ciudad del Cabo, poblada de orondas mujeres negras
en chándal barato entre chabolas y entonando a Bizet, era una apuesta difícil,
pero la Berlinale y Dornford-May
se salieron con la suya.
El Festival de Cine quería una representante del
"otro" cine africano y lo encontró en un film en que, por difícil que parezca,
se hace encajar la ópera de Bizet con el claqueo palatal del "xhosa", uno de los
once idiomas sudafricanos.
Se trata de la primera vez que se lleva al cine
la ópera más popular del mundo en una lengua africana, debida a Andiswa y
Pauline Melafane, responsables de la Dimpho di Kopane, una compañía lírica, que
en 2000 empezó a reclutar solistas en Ciudad del Cabo con potencial de talla
internacional.
Si "Man to man", de Régis Wargnier, aportó a la Berlinale la "novedad" de una pareja
de pigmeos sobre la alfombra roja -como tituló algún medio- y "Hotel Rwanda"
conmocionó con su testimonio de la masacre entre hutus y tutsi, "Carmen" dejó un
impacto de sol africano sobre el icono de pasión, celos y muerte de Mérimée. EFE
gc/ja
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