La Berlinale sorteó el eclipse total gracias a África
Berlín, 18 feb (EFE).- La Berlinale cierra hoy su sección de
competición con la sensación de haber sorteado el peligro de "eclipse total" de
estrellas, demasiado atareadas en prepararse para los Oscar, y bajo el impacto
de producciones de Africa, Oriente Medio y Asia, así como el espectáculo
brindado fuera de concurso.
La palestina "Paradise Now", con dos terroristas
a punto de perpetrar su atentado suicida, las producciones africanas
-capitaneada por la dramática "Sometimes in April", de Raoul Peck, sobre el
genocidio ruandés- y la creatividad visual del cine asiático compensaron la
sequía de estrellas del festival.
Catherine Deneuve sí estuvo sobre la
alfombra roja, para defender "Les temps qui changent" de André Techiné, pero no
su compañero de rodaje, Gerard Depardieu.
También cumplieron con su promesa
de acudir al más frío de los festivales europeos Keanu Reeves, por
"Thumbsucker", y Dennis Quaid, al frente de "In good company". En cambio,
faltaron Bill Murray, Michel Bouquet, Ian Mckellen y Glenn Close, por citar a
algunos.
La culpa fue, como siempre, de Hollywood. La inmediatez de la
ceremonia de los Oscar arrebató protagonismo al festival berlinés, como se temía
desde que se anunció su programa, ya que los principales estudios -sean los del
circuito comercial o los llamados independientes- tienen los ojos puestos en Los
Angeles.
La competencia es dura y Dieter Kosslick, director de la Berlinale, admitió poco antes de
abrir su festival que preferiría desplazar sus próximas ediciones a épocas más
propicias, siempre y cuando se encuentre un hueco en el apretado calendario de
certámenes -Sundance, Cannes, San Sebastián, Venecia y un largo etcétera-.
Kosslick apostó por lo político. El director había anunciado que Africa
sería el plato fuerte e incluyó tres representantes con esa temática -el film de
Peck, además de una arriesgada versión de "Carmen" en los suburbios de Ciudad
del Cabo y la menos convincente "Man to Man", de Regis Wargnier-, sin olvidar
"Hotel Rwanda", de Terry George, que de haber ido en competición lideraría las
quinielas.
El cine francés era, cuantitativamente hablando, el más poderoso,
con cinco representantes. Sin embargo, su suerte fue desigual. La película de
Techiné dividió opiniones y el Francois Mitterrand crepuscular de "Le promeneur
du Champ de Mars" se llevó los elogios gracias al buen hacer de Michel Bouquet.
Algo parecido ocurrió con "De battre mon coeur s'est arreté", de Jacques
Audiart, interpretada por Romain Duris.
El cine anfitrión, que en las dos
ediciones anteriores destacó con "Good bye, Lenin", de Wolfgang Becker, y "Gegen
die Wand", de Fatih Akin, se quedó esta vez a medio camino, con "Sophie Scholl",
de Marc Rothemund, cuya joven protagonista, Julie Jentsch, suena como candidata
a premio.
La comedia futbolística "One Day in Europe" pasó como anécdota
divertida y la deprimente "Gespenster" se llevó apasionadas críticas por parte
alemana, pero poco eco internacional.
"Fateless", un intenso film sobre el
Holocausto basado en una novela de Imre Kertesz, llevó a la Berlinale el recuerdo de las
víctimas de los campos de concentración nazi.
A falta de las proyecciones,
hoy, de las dos últimas entre las 22 aspirantes a los Osos -la china "Kong Que",
de Gu Changwei, y la danesa "Anklaget", de Jacob Thuesen-, las apuestas son
variadas, aunque se coincide en considerar "Paradise Now" y "Sometimes in April"
como candidatas a premio.
El veredicto está en manos del jurado que preside
Roland Emmerich, director alemán con reputación de catastrofista, con títulos
como "Godzilla" y "The Day after tomorrow".
Le acompañan gente como el
diseñador italiano Nino Cerruti y la actriz china Bai Ling, quien ha prometido
"pujar" por la cultura asiática. A nadie extrañaría un Oso para la imaginativa
película taiwanesa "Tian Bian Yi Duo Yun", con su desfile de sexo y sandías por
un Taipei, o el romántico samurai japonés de Yodi Yamada.
Y mientras en la
sección oficial se sucedían las sorpresas, decepciones y cancelaciones de
visitas prometidas, los otros apartados del Festival se crecieron.
Panorama
trajo las presencias gratificantes de Kevin Spacey, cantando y bailando en
"Beyond the Sea", así como de Daniel Day-Lewis, recreando el espíritu del recién
fallecido Arthur Miller en "The ballad of Jack and Rose" -de su esposa e hija
del autor, Rebecca Miller-.
Y por si faltaban estrellas, George Michael
presentó un narcisista documental sobre sí mismo y sólo apto para sus
incondicionales. EFE gc/ih/tc
Un incesto danés, al cierre del desfile
Berlín, 18 feb (EFE).- La Berlinale cerró hoy su sección a
competición con "Anklaget", un drama familiar sobre un respetable danés acusado
por su hija de incesto, y la poética cámara del chino Gu Changwei en "Kong Que".
Lo imperdonable, el padre que abusa de su propia hija, fue el tema elegido
por el danés Jacob Thuesen en su debut como director y, también, el programado
por la dirección del 55 Festival de Cine de Berlín para concluir el desfile de
los 22 aspirantes a los Osos.
"Mi objetivo no es incidir en la culpabilidad
o inocencia de un padre, sino investigar el tema del incesto a través de un
personaje al que, desde el momento en que se le acusa, la sociedad en pleno
trata como a un culpable de algo injustificable", explicó Thuesen.
El
acusado no es un ser marginal. Es un ciudadano corriente de Copenhague, profesor
de natación de una piscina municipal, un supuesto buen padre de una muchacha de
14 años y con una vida sexual satisfactoria.
"La película es el descenso a
los infiernos, familiar, social y profesional, de alguien que ha cometido un
crimen atroz e inconfesable", añadió Troels Lyby, el actor que se pone en la
piel de Henrik, un danés de rostro impenetrable, hasta que estalla la tragedia
y, finamente, se somete a la confrontación con su hija.
El acusado y su
esposa, convencida de la inocencia de aquél, cerrarán filas hasta lograr la
declaración de inocencia. Pero el camino del perdón familiar es mucho más
tortuoso que la absolución judicial.
Thuesen, apuntalado en la
interpretación de Lyby y la esposa de éste, Sofie Grabal, conduce al espectador
de la presunta culpabilidad a la inocencia, luego le da la vuelta varias veces y
finalmente consigue hacer creíbles ambas versiones de la realidad.
"El final
era un desafío. Hasta ahora no había visto películas sobre esta temática tan
tabú con una conclusión tan clara. Sé que tenía la opción del final abierto,
pero opté por dejarlo cerrado", explicó Thuesen.
Entre dejar al espectador
que dé o no su propia respuesta a la cuestión de la culpabilidad y el perdón,
Thuessen opta por un final explícito, casi demasiado explícito por insistente,
como si no quisiera dejar el menor margen de duda a quien asiste a la tragedia.
La película danesa puso el broche final a la sección a concurso,
compartiendo jornada con una nueva exposición de buen cine chino, de la mano de
otro debutante en la dirección, el celebrado cámara Gu Changwei.
"Debo esta
película a lo aprendido con (el cineasta) Zhang Yimou", afirmó llanamente el
realizador ante una Berlinale que
no precisaba de tal aclaración.
"Kong Que", historia de una familia
trabajadora entre 1977 y 1984, es pura poética asiática plasmada en gran
pantalla, fiel a una escuela cinematográfica tradicionalmente mimada por la Berlinale.
Una adolescente
paseando en bicicleta y soñando con volar en paracaídas como el chico pequinés
del que está enamorada; su dura vida laboral en una planta embotelladora; su
renuncia a los ideales románticos, forzada por las rígidas tradiciones y un
régimen autoritario que no deja espacio a individualismos.
Nada en "Kong
Que" es novedoso. La vida de la muchacha y sus hermanos -uno de ellos, un obeso
disminuido psíquico para el que también se "arregla" un matrimonio- no se aparta
un ápice de los cánones marcados por la Revolución cultural.
Berlín, 18 feb (EFE).- Will Smith acudió a la
Berlinale para promocionar su
última película, "Hitch: Especialista en ligues", y repartió un recital de
estridentes carcajas y besos, tanto a su compañera de rodaje, la estupenda Eva
Mendes, como a la prensa internacional.
Ni corto ni perezoso, Smith abandonó el estrado, se fue hacia
la periodista, la tomó por la cintura y casi la tumba al suelo, al precipitarse
sobre ella para un simulacro de "beso a tornillo" que, por supuesto, precipitó
un diluvio de flashes entre los reporteros.
Smith no sólo fue galante con la
prensa, sino también con Eva Mendes, quien recordó sus "raíces cubanas" para
postularse como "tanto o más apasionada" que Smith.
A la afirmación de ésta
de que las mujeres "son menos superficiales" que los hombres, puesto que no les
interesa tanto lo físico como el fondo de su pareja, respondió Smith con una
artillería de galanterías para demostrarle que él era su hombre.
"Hasta que
no se me conoce a fondo, no les gusto", sostuvo, en tono de falsa modestia.
Luego adoptó un tono supuestamente serio para sostener que, en realidad, la
única mujer que le importa es su esposa, Jada Pinkett, a la que piensa "cubrir
de flores" en cuanto la vea.
Pinkett no acompañó a la Berlinale a su esposo, lo que ha sido comentado por la
prensa alemana como síntoma de disonancias.
Las carcajadas a mandíbula
batiente del actor y su bombardeo de bromas aparentemente espontáneas a diestro
y siniestro no convencieron a los presentes.
"Hago chistes para ocultar mi
dolor", respondió, fingiendo un tono lloriqueante, a la pregunta de si tanta
alegría desbordada es real.
Sincero o no, Smith protagonizó la más
concurrida entre las conferencias de prensa de la Berlinale, a pesar de que "Hitch: Especialista en
ligues" se exhibía en la sección oficial, aunque fuera de concurso.
A su
compañero de reparto, Kevin James, apenas se le reservaron un par de preguntas
-"Uf, estoy despierto...", dijo, al ser finalmente requerido por uno de los
presentes.
El objeto de curiosidad hacia James no se debía, sin embargo, a
"Hitch: Especialista en ligues", sino a su popularidad como protagonista de la
serie de televisión "The King of Queens", que se emite a diario por una cadena
privada alemana.
"El 80 por ciento del correo de mis fans procede de
Alemania", dijo el corpulento actor respecto a su papel de repartidor de
paquetes del distrito de Queens.
Al margen del interés por Smith, la
proyección de "Hitch: Especialista en ligues" fue acogida como un "cuerpo
extraño" en la Berlinale.
La
comedia del casamentero Smith, dirigida por Andy Tennant, ha recaudado en el
primer fin de semana en las salas de EEUU 43 millones de dólares.
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