jueves, 15 de febrero de 2007

Una mala película para una tema inmenso

La Berlinale homenajeó a las mujeres de Ciudad Juárez pero sin creerse a Jennifer López

Gemma Casadevall 

Berlín, 15 feb (EFE).- La Berlinale se erigió hoy en plataforma de denuncia de los asesinatos masivos de mujeres de Ciudad Juárez a través de la película "Bordertown", aunque el festival no se creyó ni a su protagonista, Jennifer López, ni ese film, más cercano al cine de acción que a un tema de esa dimensión precisa. 
La Berlinale tuvo a su pareja de lujo, Jennifer López y Antonio Banderas -quien interpreta un papel secundario-, pero la crítica internacional se tomó casi a risa un film que no encaja en lo que se espera ver en un festival. 
Había un ambiente adverso de entrada, puesto que se daba por supuesto que "J.Lo" no sería capaz de dar cuerpo a una periodista estadounidense metida a investigar las muertes de centenares de mujeres en esa ciudad fronteriza mexicana. 
La presencia en la Berlinale de Norma Andrade, madre de una de esas muchachas desaparecidas cuya muerte no se ha esclarecido aún, dio la dimensión justa de las cosas y sirvió al objetivo del director, Gregory Nava, de "denunciar esa cuestión". 
"Por favor, no se callen, escriban. Escriban hoy, esta tarde, y pregunten también en ocho días qué pasa en Ciudad Juárez", clamó Andrade, con lágrimas en los ojos y portando una foto de su hija con la palabra "justicia".
Andrade, viuda y maestra de primaria, llevó a la Berlinale la lucha de tantas mujeres como ella contra la impunidad de unos crímenes que empezaron en 1993, con la instalación de las maquiladoras, plantas de ensamblaje donde abunda el empleo femenino como mano de obra barata. 
Explicó, además, que por duro que pueda parecer el film, éste se queda corto, "porque la verdad es mucho peor" que lo que se ve y los crímenes continúan. 
"Tal vez hoy mismo aparezca otra muchacha muerta", dijo, puesto que el cómputo de víctimas -unas cuatrocientas asesinadas y cientos de desaparecidas, según cifras oficiales- sigue, mientras se barajan distintas teorías que van del crimen organizado al individual. 
El testimonio de Andrade conmovió a la Berlinale, pero la proyección previa para la prensa fue cruel con una Jennifer López comprometida con la causa -"uno no puede cruzarse de brazos y volver a la rutina", dijo- pero que no ha nacido para esos papeles. 
En las escenas en que se muestra más "combativa" se escucharon carcajadas, hubo risas irónicas en la escena de amor que protagoniza con Juan Diego Botto y abucheos al final de la proyección. 
Nava, además, tuvo la mala fortuna de incorporar al cantante Juanes interpretándose a sí mismo ante una muchacha mexicana que lo idolatra, y con ello se coronó el festín de risas. 
El problema de "Bordertown" no es que López sea o no floja como actriz, sino el concepto en sí del film.

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Los crímenes de Ciudad Juárez necesitan de una película como "Maria Full of Grace" y una intérprete como Catalina Sandino, quien sí tocó la fibra y triunfó ante la Berlinalehace tres años en su papel de "mula" o transporte humano de droga de Colombia a EEUU. 
La intención era buena, no hay por qué desconfiar a priori de las buenas voluntades y sentido del compromiso de las estrellas. Pero el resultado no encajó en este festival. 
"Bordertown" compartió jornada con "Hyazgar" -"Desert Dream", en inglés-, del director chino Zhang Lu y segunda película de este festival en que se "atraviesa" la estepa de Mongolia. 
Tal vez habría estado condenado a tener la misma suerte que el anterior, "Tu ya de hun shi", y se habría encontrado con la sala casi vacía, de no ser porque su antecesora está entre tanto en las primeras posiciones del "hit parade" diario de la crítica en la revista del Festival, Screen. 
A más de un crítico le entró el pánico ante la posibilidad de que el cine mongol -por el que ha apostado fuerte esta vez el director del Festival, Dieter Kosslick- acabe llevándose un Oso y no tenga idea de por qué. 
La última proyección de la jornada a competición, en la sesión de tarde, estaba al servicio de Jacques Rivette y su "Ne touchez pas la hache", una exquisitez del cine francés protagonizada por Jeanne Bailbar y Guillaume Depardieu. EFE gc/umj/egn

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