Las directoras de la Berlinale recuerdan el deber del periodista con la verdad
Gemma Casadevall
Berlín, 10 feb (EFE).- La Berlinale recordó este domingo el deber de todo periodista con la verdad, en una jornada a competición compartida entre dos directoras de voz poderosa, la polaca Agnieszka Holland y su joven colega macedonia Teona Strugar Mitevksa.
Un free-lance sin visado, en la Ucrania que el estalinismo mata de hambre, entre carretas de cadáveres helados y niños cadavéricos; o un premio Pulitzer entre orgías opiáceas en Moscú, negando lo que ocurre fuera de su hotel de lujo, en 1933: esas son las dos caras del periodismo mostradas por Holland en su "Mr Jones".
La directora polaca no ahorra pinturas negras, escenas de canibalismo -metafórico o literal- ni tampoco algún tópico, como la presencia de una única colega dispuesta a auxiliar al buscador de la verdad, Ada Brooks (Vanessa Kirby).
Es un filme estructurado sobre personajes reales y diseñado para advertir, en estos tiempos de "fake news", que el buen periodista es el que encuentra el camino para explicar al mundo la verdad, por difícil que sea, y no el que se sujeta al dictado de sus intereses, de su medio o de la geopolítica.
Toma como protagonista al periodista galés Gareth Jones (James Norton), determinado a entrevistar a Josef Stalin tras haberlo hecho con Adolf Hitler, pese a la tenaza soviética y la desfachatez cómplice de colegas como Walter Duranty (Peter Sarsgaard), galardonado con el Pulitzer.
Su relato será desgarrado, como el trazo de Holland; de ese relato periodístico surgirá el germen de algo superior, la novela "Rebelión en la granja" de George Orwell, la sátira que muestra como del ideal comunista se pasó a la tiranía soviética.
La cineasta polaca regresó así a la Berlinale, dos años después de haber ganado un Oso de Plata con "Pokot" -"Spoor"- y consagrada con sucesivas nominaciones al Oscar (a "In darkness", "Europa, Europa" y "Angry Harvest").
Los 141 minutos de "Mr. Jones" compartieron la jornada a competición con otra película dirigida por una mujer, la macedonia Teona Strugar Mitevksa, una de las siete directoras incluidas en la sección a concurso, del total de 17 aspirantes a los Osos del festival.
"God exists, her name is Petrunya" es un alegato, de principio a fin, en contra el fanatismo machista y el ultranacionalismo en que se mueve aún ese país balcánico, como refleja un concurso anual restringido a los hombres, consistente en lanzarse al río en busca de una cruz bendita ortodoxa.
Petrunya (Zorica Nusheva) es una licenciada en Historia, de 32 años, demasiado gorda, demasiado bien preparada y demasiado inteligente para encontrar un hueco laboral en un país dominado por el desempleo y la caverna machista.
Ella se convertirá en la transgresora de las leyes no escritas masculinas, en un ámbito familiar y social en que ni siquiera su madre cree en sus posibilidades.
Sí encontrará el apoyo de una periodista de un canal local, que transmite el rito ancestral navideño de los hombres lanzándose al río y que ve cómo esa mujer se erige en ganadora del premio.
La periodista no es una reportera de guerra, como el Mr Jones galés, sino una profesional presionada por su jefe y un exmarido que no cumple con sus deberes.
Petrunya y la reportera quedarán enredadas en un conflicto revelador de los rigores medievales persistentes en 2018, en medio de turbas masculinas que cercan a la "ladrona" de la cruz en la comisaria del pueblo.
"La educación es el arma para romper los techos de cristal a los que seguimos sometidas", sostuvo la realizadora macedonia, fundadora con dos de sus hermanas de su propia productora.
Su película está basada en hechos reales, como el filme de su consagrada colega polaca.
Entre ambas colocaron al primer domingo del festival el sello del cine hecho por mujeres, con mayúsculas, que esta 69 edición de la Berlinale reclama como señal de identidad. EFE
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(foto) (vídeo)
Binoche y Kruger, dos intrusas de identidades ajenas para la Berlinale
Berlín, 10 feb (EFE).- La actriz francesa Juliette Binoche y su colega alemana Diane Kruger representaron este domingo ante la Berlinale a dos mujeres metidas en identidades ajenas, desde perspectivas y filmes diametralmente distintos, marcados por la mirada característica e inimitable de cada una de esas intérpretes.
"Mi personaje es una mujer que se redescubre al inventarse una identidad ajena", explicó Binoche sobre "Celle que vous croyez", el filme dirigido por Safy Nebbou, centrado en un divorciada de 50 años, con dos hijos, que se hace pasar por una joven de 24 para chatear en internet.
"No soy un James Bond, soy un ser real que trabaja como agente y asume, obviamente, una personalidad que no es la suya", dijo su parte Kruger respecto a "The operative", la película dirigida por el israelí Yuval Adler proyectada en la sección oficial pero fuera de concurso, donde interpreta a una espía del Mosad en Teherán.
Binoche es una de las presencias más mediáticas y constantes en esta 69ª edición del festival, ya que además de presentar ese filme -en la sección Berlinale Special, fuera de concurso- ejerce de presidenta del jurado internacional que entregará los Osos.
Su interpretación en el filme de Nebbou da intensidad a un personaje que irremisiblemente perderá el control sobre lo que empieza como un flirteo virtual con un hombre de la edad de la mujer construido en ese perfil inventado.
Kruger humaniza a una agente que no podrá evitar "tejer vínculos" y "sentir afinidades", en sus propias palabras, en el país que no es suyo, bajo esa identidad usurpada, hasta convertir lo que aparentaba ser un thriller de espías en un drama psicológico.
El filme de la actriz francesa tampoco terminará siendo la comedia más o menos agridulce o sentimental que aparenta ser durante los dos primeros tercios de la película.
Da un vuelco hacia el suspense justo después de constatar que incluso la más bella, inteligente y preparada se convierte en invisible para el hombre que va en busca de la muchacha de 24 años.
Los ojos de Binoche dominan sobre toda la película, con una secundaria de lujo como Nicole García, en el papel de terapeuta.
Kruger lanza sobre el filme israelí esa mirada incisiva tan propia, ya conocida, a más tardar, desde su "Aus dem nichts" -"De la nada"-, dirigida por el alemán Fatih Akin.
Sus respectivas inmersiones en identidades ajenas aportaron la dosis de estrellato que precisa el festival, en un domingo cuya sección a competición se repartió entre dos filmes dirigidos por mujeres -"Mr Jones", de la polaca Agnieszka Holland, y "God exists, her name is Petrunya", de la cineasta macedonia Teona Strugar Mitevska. EFE
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