sábado, 22 de febrero de 2020

El paseo de una vaca


El cine de autor se aposenta en la Berlinale

Gemma Casadevall

Berlín, 22 feb (EFE).- La tercera jornada de la Berlinale estuvo dominada por la sensación de que el cine de autor regresó a un festival internacional que aparentemente ha dejado de luchar por el estrellato para concentrarse en la búsqueda de sus directores.
"First Cow", dirigida por la estadounidense Kelly Reichardt, y "Le sel des larmes", del veterano francés Philippe Garrel, fueron los dos títulos de la jornada a competición, ambos representantes del cine alejado de los grandes circuitos y más cercanos a lo que la crítica espera de un festival.
El primero se centra en dos pioneros deambulando por el estado de Oregón, sobre 1820. En lugar de buscar oro o traficar con pieles, tratan de ganar dinero con buñuelos amasados con leche robada a la única vaca de toda la región.
El segundo incide en la tradición francesa de dejar pasear a sus personajes entre amores en paralelo. En esta ocasión, los de un ebanista del extrarradio que solo venera a su padre.
"Es la historia de dos pacifistas entre seres embrutecidos", explicó sobre "First Cow" el actor Orion Lee, en el papel de un chino semidesnudo al que encuentra oculto en el bosque un cocinero (John Magaro). El emigrante chino se convertirá en el emprendedor que impulsa al otro a ordeñar, en cuanto cae la noche, una vaca ajena. El buen hacer del cocinero convertirá la leche robada en galletas.
Reichardt describió su filme como un "reflejo de muchas cuestiones actuales". Desde la avaricia a la creatividad, de la amistad a la confrontación con un entorno semisalvaje, incluido el de aquellos teóricamente más cultivados.

SABOR FRANCÉS EN BLANCO Y NEGRO

"Quise hacer un filme moderno, aunque de corte clásico", explicó el director francés, respecto a "Le sel des larmes", una película rodada en blanco y negro, entre buscadores del amor jóvenes, dispuestos a aceptar toda invitación procedente del sexo opuesto.
Garrel, veterano del cine francés y asiduo a festivales europeos, acudió a Berlín con su equipo casi al completo: desde el ebanista Luc -Logann Antoufermo- a las chicas a las que va seduciendo -Oulaya Amamra, Louise Chevillotte y Souheila Yacoud-.
La combinación entre la juventud de los personajes y la veteranía del director dejó a la Berlinale ante la sensación de estar frente a una reedición de productos de la escuela Eric Rohmer o François Truffaut, incluida la voz en off que avanza al espectador lo que este no tardará en ver por sí mismo.
"Adoro la voz en off. Parecerá redundante, pero ofrece una perspectiva distinta a lo que se ve en la imagen", explicó, sobre una película que discurre entre episodios amorosos y entre lágrimas tan profusas como ligeras.
Las dos películas de la sección oficial de la jornada consolidaron la sensación que dejaron ya el viernes sus antecesoras a concurso: la argentina "El prófugo" y la italiana "Volevo Nascondermi", ambas representantes del cine de autor.
La Berlinale se expone a dejar la alfombra roja desprovista del estrellato por el que durante años luchó -y, en general, sin demasiado éxito, al menos respecto a su rival europea, Cannes.

MÁS LOCARNO QUE CANNES

Entre la crítica que sigue el festival alemán se atribuye el giro a la nueva dirección bicéfala, integrada por el italiano Carlo Chatrian -para la parte artística- y la holandesa Mariette Rissenbeek, para la gestora.
El italiano llegó a la capital alemana procedente de Locarno. Un festival más pequeño, pero también más comprometido con la búsqueda de autores propios de lo que fue la Berlinale en la larga etapa anterior, dieciocho años, bajo el liderazgo de Dieter Kosslick.
La lucha por el Oso acaba de empezar y son dieciocho los aspirantes incluidas a competición. El número es algo más reducido de lo acostumbrado bajo la "era Kosslick".
Entonces la sección oficial solían integrarla hasta veinticinco títulos, incluidas las producciones que se colocaban en ese apartado bajo el sello de fuera de concurso. Ahora se ha prescindido de engrosar artificialmente la sección oficial con cintas a exhibición.
Otro síntoma del propósito de aparentar menos y mostrar lo justo. EFE
gc/acm

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Pérez Biscayart, multitalento políglota y maestro del "fake" farsi

Gemma Casadevall


Berlín, 22 feb (EFE).- El actor argentino Nahuel Pérez Biscayart impactó este sábado en la Berlinale con su políglota personaje de "Persian Lessons", un judío que se hace pasar por persa para salvarse del Holocausto, en un filme que en la capital alemana desató emociones, más allá de lo cinematográfico.
Un día después de entrar en la competición del festival a través de "El Prófugo", la película dirigida por su compatriota Natalia Meta, Pérez Biscayart volvió a comparecer ante los medios del festival. En lugar de su seductor afinador de órganos que interpreta en el filme argentino, en "Persian Lessons" da vida a un deportado belga.
Su personaje saltará del francés inicial al alemán, ya en el campo de concentración en que queda confinado. Y, de ahí, a alternarlo con un farsi que va inventando sobre la marcha, tras hacerse pasar por persa para salvarse de la ejecución.
"No sé cómo lo conseguí. Simplemente lo hice. Me gusta interpretar en distintas lenguas. Esta película me brindó una oportunidad especial de hacer esto y, además, de soltar emociones", explicó, en impecable inglés, el protagonista del filme dirigido por Vadim Perelman.
"Es un fenómeno. En cuestión de minutos era capaz de reproducir la fonética alemana o francesa. Así se explica que también fuera capaz de inventarse el farsi 'fake' con que engaña a mi personaje", apuntó su compañero de rodaje, el alemán Lars Eidinger.
El actor porteño es el judío que se gana la confianza del oficial y cocinero del campo nazi -Eidinger-, convencido de que aprenderá farsi gracias a ese preso. A éste le corresponderá inventarse y memorizar a diario palabras nuevas, surgidas del listado de presos que él mismo va registrando.
La monstruosidad del campo de confinados, las ejecuciones, el fanático sadismo de soldados y oficiales nazis, hombres o mujeres, conviven en el filme con el vínculo que se establece entre ambos. Nunca llegará a ser de confianza, sino más bien de necesidad mutua.
Pérez Biscayart dejó así, en apenas 24 horas, prueba de su versatilidad, dentro y fuera de la competición por los premios. Eidinger, un actor casi en nómina de la Berlinale, estará la próxima semana en la competición con la película "Schwesterlein", una de las dos representantes del cine anfitrión en la lucha por los Osos.

LÁGRIMAS POR LAS VÍCTIMAS DEL RACISMO ACTUAL

"Persian Lessons", la película presentada este sábado, estaba predestinada a desatar emociones en Berlín. No sólo por la historia que cuenta, sino por la sacudida vivida esta semana en Alemania por el doble atentado de un fanático ultraderechista en Hanau.
"Vivimos en una sociedad envenenada por el racismo", dijo, entre lágrimas y con la voz entrecortada, Eidinger. Parafraseó así a la canciller Angela Merkel, quien condenó el atentado como exponente del "veneno del odio" presente en la sociedad alemana.
El autor del ataque, un alemán de 43 años, se lanzó la noche del miércoles a jueves contra dos bares frecuentados por clientes de origen inmigrante. Allí asesinó a nueve personas y, ya en su casa, también a su madre, para acabar suicidándose.
Esta 70 edición de la Berlinale se abrió al día siguiente del ataque con un estremecedor minuto de silencio en medio de la gala inaugural y el primer desfile de estrellas sobre su alfombra roja.
El festival recordó así a ésas y a todas las víctimas -unas 200 desde 1990, según los registros policiales- de la violencia ultraderechista, en un país que debería haber aprendido las lecciones de su monstruosa historia reciente. EFE
gc/rcf
(foto)

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