domingo, 19 de febrero de 2023

Ni Vicky salva a von Trotta

 ecker, de la cárcel británica a la Berlinale

Gemma Casadevall



Berlín, 19 feb (EFE).- El extenista alemán Boris Becker acudió hoy a la Berlinale, dos meses después de salir de una cárcel del Reino Unido, a presentar un documental centrado en sus logros deportivos y convencido de que, pese a sus errores, está a tiempo de convertirse "en una mejor persona".
"Fueron ocho meses y seis días en una cárcel en los que cada mañana te preguntabas cómo será el resto de tu vida", explicó el tres veces campeón de Wimbledon, rodeado del director del filme "Boom! Boom! The World vr. Boris Becker", Alex Gibney.
El filme arranca con una entrevista grabada pocos días antes de escuchar sentencia. Habla a cámara con el rostro abotargado y al borde del llanto, a modo de premonición de la condena a dos años y medio que se le impuso por irregularidades financieras.
Sus delitos fiscales se cifraban en unos 2,7 millones de euros. La sentencia seguía a una cadena de problemas financieros, una declaración de insolvencia de 2017, una deuda por casi 60 millones de euros y un préstamo pendiente de liquidación por 3,5 millones de euros por una villa de su propiedad en Mallorca.
A la entrevista sigue la imagen de un enjambre de cámaras captando la llegada a un tribunal londinense de Becker, elegantemente trajeado y de la mano de su pareja actual, Lilian De Carvalho Monteiro. Tras escuchar sentencia ingresó directamente en la cárcel londinense de Wandsworth.
"Ahora estoy aquí sentado, me siento bien. Me he marcado el propósito de ser mejor persona. La esperanza es lo último que se pierde", afirmó, unas horas antes del estreno oficial de su filme.
Gibney, ganador de un Oscar en 2008 por "Taxi to the Dark Side", compone su película con dos entrevistas a Becker -la de 2022 y una anterior de 2019-, imágenes de sus partidos más legendarios y entrevistas con otros astros retirados, como John McEnroe, Mats Wilander o Bjorn Borg.
De las imágenes del adolescente alemán que ganó su primer Wimbledon con 17 años se pasa a tratar de explicar sus fortalezas y debilidades: "La vida de una máquina de ganar en tenis es mucho más dura de lo que se imaginan", aseguró Becker.
Barbara Feltus, la actriz con quien estuvo casado entre 1993 y 2001 y con quien tuvo dos hijos, Noah y Elias, es la única entre las exmujeres de su vida que aparece entre los entrevistados.
El divorcio de ésta sucedió a la relación con la modelo Angela Ermakova, con la que tuvo un encuentro sexual en el cuarto de las escobas de un hotel de lujo londinense, fruto del cual nació su hija Anna.
Empezó ahí una cadena de indemnizaciones millonarias, alternadas con intentos de recomponer su vida y nuevos escándalos, que en el filme de Gipsey se reflejan a través de portadas de tabloides.
"Lo último que pretendo es ganarme la compasión. Soy consciente de mis errores", afirmó Becker, más sereno que en las primeras entrevistas difundidas en Alemania tras salir de la cárcel por medios como el diario sensacionalista alemán "Bild".
El documental sobre Becker se exhibe en la sección Berlinale Special, donde asimismo se estrenará "Love to love you, Donna Summer", dirigido por Roger Ross Williams y que recoge material inédito de la que fue reina del pop.
En los primeros días del festival se estrenó ya "Joan Baez I A Noise", de Karen O'Connor y Maeve O'Boyle, que recoge la última gira de la cantante estadounidense, en 2018, además de material de archivo y imágenes familiares.
La legendaria cantante no solo acudió al estreno. También tarareó una canción en la ronda de preguntas tras la proyección del documental, en medio de fuertes ovaciones de los presentes. EFE 


Von Trotta y Song diseccionan en la Berlinale el amor o su ruptura

Gemma Casadevall
 
Berlín, 19 feb (EFE).- Dos directoras, la alemana Margarethe von Trotta y la surcoreana Celine Song, trazaron hoy en la Berlinale sus historias de amor, desde la perspectiva de la ruptura o del reencuentro, en ambos casos con un lenguaje minucioso y apuntalado en las excelentes Vicky Krieps y Greta Lee.
La veterana Von Trotta (Berlín, 1942) volvió a la Berlinale con un retrato de mujer fuerte y emancipada, la escritora austríaca Ingeborg Bachmann, de pronto rota y abandonada por su colega suizo Max Frisch, con quien formó pareja hasta que los celos y promiscuidades por ambas partes echaron abajo el amor.
Song (Seúl, 1989) debutó con "Past Lives", una película de perfiles autobiográficos, sobre una niña que emigra con sus padres desde Corea del Sur a Canadá, primero, y a Nueva York, después, pero deja atrás a un compañero de escuela que seguirá prendido del primer amor.
"Ingeborg Bachmann. Journey into the Desert" es la travesía en el desierto al que Frisch envía a la mujer elegante, libre y seductora que es la escritora, asidua a los ambientes sociales y literarios elitistas, como él mismo.
"Ingeborg llega al desierto exhausta y con el trauma del abandono. Ahí tendrá su revancha amorosa y recupera su energía", explicó Von Trotta ante la Berlinale, el festival en el que ha competido seis veces y al que acudió ahora tras recibir en diciembre el premio de honor de la Academia del Cine Europeo.
"El desierto es un lugar de silencio, alejando del ruido que rodea este circo llamado vida social", apuntó por su parte Krieps, premio a la mejor actriz en Cannes con "Corsage", su indómita revisión de "Sissi".
Von Trotta encuentra en Krieps la Ingeborg perfecta y añade esa figura a la lista de personajes femeninos de su filmografía, sean Gudrun y Christiane Ensslin -la terrorista de la Fracción del Ejército Rojo (RFA) y su hermana-, la comunista Rosa Luxemburgo o la escritora Hanna Arendt.
Le falla un actor masculino de talla similar para Frisch, el personaje que interpreta Ronald Zehrfeld, un rostro habitual en producciones de la televisión alemana.
En "Past Lives", en cambio, todo funciona a la perfección: Greta Lee interpreta a la surcoreana integrada en Estados Unidos, cuya adolescencia discurre sin altibajos, se convierte luego en autora sin mayores problemas y encuentra pareja igualmente en armonía.
El primer amor que dejó en Seúl la buscará a través de Facebook años después, contactarán por skype y recuperarán virtualmente el hilo emocional que dejaron atrás. La racionalidad de ella interrumpe esas comunicaciones, pero no de forma definitiva.
Todo en la película de Song se mueve en una suavidad exquisita, sin temor a caer en lo ñoño. La contraparte de Greta Lee es Teo Yoo, el enamorado surcoreano que no se conforma con que le corten las comunicaciones por skype.
El hilo argumental de "Past Lives" queda aparentemente resuelto en su escena inicial -un encuentro en el bar de un hotel entre un trío asiático-estaounidense, donde uno de los tres queda descolgado de la conversación-. Song, sin embargo, deja espacio para las sorpresas.
La tercera película a competición de la jornada era "Disco Boy", dirigida por el italiano Giacomo Abbruzzese. El actor alemán Franz Rogowski interpreta a un bielorruso que consigue cruzar Europa y llegar a París, donde se enrola en la legión extranjera como vía para adquirir algún día la nacionalidad francesa.
Se convierte en miembro de un comando cuya misión es rescatar a rehenes franceses capturados por una guerrilla del delta del Níger, a merced del expolio petrolero y medioambiental de las grandes compañías occidentales.
Rogowski, un valores sólido del cine alemán, queda inmerso en un argumento algo delirante, entre bailes en trance en la jungla que luego se trasladan a lo tecno, de regreso en París, y aderezado con una mimetización física con el guerrillero nigeriano y su hermana. EFE 


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